Sobrevivir- Katakuri x Luffy

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Era solo un niño, cuando todo pasó, aquel ataque fue horrible, no entendía lo que pasaba, yo solo lloraba buscado a mi familia, sin importarme que al caminar pisara los cuerpos de mis conocidos

De aquellas personas que alguna vez llamé tíos, con los que jugaba y me daban regalos, y que ahora se encontraban muertos.

La sangre adorna el piso y las paredes, generando una escena de terror, acompañada de los sonidos de las balas.

Ese recuerdo se repite una y otra vez en mis sueños, siempre mostrándome mi debilidad, de mi incompetencia.

De aquel día donde perdí varios miembros de mi familia, pero de aquel momento en donde perdí lo más importante para mí, mi identidad.

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Zoro sabes donde se encuentra Luffy?-

El peliverde dejó de entrenar y miró a ese azabache con pecas que le sonreía.

No lo sé, dijo que deseaba dar una vuelta - continuó con su entrenamiento, tratando de ignorar al visitante.

Algo que comenzaba a ponerlo nerviosos, sentir a Ace tan cerca de él provocaba que su corazón latiera a mil por hora.

Así que aquí estaban -

Zoro suspiro, buscando tranquilar sus nervios, no podía con los dos hermanos, ¿es que acaso no tenían otra cosa que hacer?

Quiso enfocar su atención en sus movimientos, faltaba poco para reunirse con su padre y hermana, debía de demostrar sus habilidades ante ellos.

Demostrar que es fuerte para poder pelear.

Zoro - susurraron los dos hermanos en uno de los oídos del peliverde, provocando que este saltará.

¡¿Q.. Que rayos les sucede?! - cubrió sus orejas con un notable sonrojo, dejando caer su katana al piso.

Los hermanos rieron ante la reacción del chico

Nada, solo que estabas muy tenso - se burló ace, cruzándose de brazos

Mientras que sabo se acercaba al espadachín y lo abrazaba por el cuello - tranquilo, lamentamos haberte asustado.

Zoro frunció el ceño, estaba dispuesto a darle un golpe a ese rubio, pero este se adelantó y comenzó a revolver su cabello.

Vamos zoro, no seas así, a falta de Luffy, debemos de molestar a nuestro otro hermano menor -

Deja de molestar con eso - Quito La mano del rubio y comenzó a caminar hacia la salida.

No te enojes, no es nuestra culpa que te consideremos de esa forma - canturreaban los dos hermanos siguiendo al peliverde.

Zoro continuaba mostrando ese rostro enojado, pero por dentro estaba devastado, quería salir y alejarse, no deseaba que esos dos se enteraran del dolor que provocaban esas palabras.

Así que aumentó su velocidad logrando salir y perder a esos hermanos.

No sabía a dónde iba ni dónde pararía pero no deseaba que nadie lo viera, no en esa forma tan vulnerable en la que se encontraba.

Llegó a las orillas del mar sentándose en la arena, dejando salir esas lágrimas que había estado aguantando por tanto tiempo.

"idiotas" - oculto su rostro en sus piernas, dejando que el mar ocultara sus sollozos.