Capitulo III: Error

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"Dicen que de los errores se aprende, pero si ese error lastima a otro, realmente vale la pena la lección y si el error que cometiste no tiene solución o son de ese tipo de errores que no tienen perdón, de los que no importa cuanto quieras regresar el tiempo atrás, ya está hecho y no lo puedes reparar ... Son errores fatales, errores imperdonables son errores que nos persiguen y a tormentan toda la vida, que se burlan de uno porque te hacen desear que hubiese sido diferente...Porque para cometer un error solo basta un momento, un segundo que lo cambia todo"

Autumn

Estoy en el laboratorio con mi padre ha pasado al menos una semana desde que me saco sangre y desde entonces me ha llamado cada día para sacarme más muestras, aún no me quiere decir que a descubierto pero se le ve emocionado, se que la razón por la que no me lo quiere decir es porque en el pasado ya le había sucedido lo mismo, cada vez que estaba cerca de hacer un avance importante, el virus cambia de forma como si supiera que está apuntó de ser exterminado.

-Quizás si me dices que has descubierto te pueda ayudar- Le digo, pero el no me hace caso se que esta ensimismado con lo que tiene bajo el microscopio.

-Quizás si me puedas ayudar. Me dice despues de un rato, levantando la vista del microscopio justo en ese momento se apagan todas las luces, dejando sólo las de emergencia en las cuatro esquinas de el lugar.

-¿Que sucede?- pregunto y no puede evitar asustarme, la ultima vez que pasó algo así fue cuando se amotinaron, en ese entonces tenia alrededor de ocho o nueve años y hasta ese momento no había visto a nadie ser asesinado por otra persona, fue una experiencia totalmente desagradable, porque una cosa es morir por un virus invisible, que no tine conciencia y con el cual no puedes luchar y otra muy diferente es morir en manos de alguien que sabe muy bien lo que esta haciendo y no le importa quitarle la vida a alguien más.

-¿Porque se ha ido la luz, Robert?- Pregunta mi padre por la radio a mi tio, es primo de mi padre, estudiaron en la misma universidad, aunque mi tio es mayor que mi padre por un par de años; mientras mi padre es brillante en todo lo que tenga que ver con la biología, mi tio lo es en la electrónica y todo lo que tenga que ver con circuitos y electricidad.

-Estoy llendo a ver que pasa- Oigo decirle, este lugar tiene luz porque mi abuelo colocó grandes paneles solares en el techo de la casa, así que mi tio se debe dirigir a la azotea de la casa lo cual no debe de ser sencillo.

-Hazlo rápido no puedo salir de aquí- Dice mi padre, Ese era un problema con la electricidad, si se iba todo el lugar se cerraba dejando atrapados a todos dentro, solo las personas que sabían bien los planos de este lugar se podía mover entre las paredes , pero corriendo el riesgo de quedar atrapado en el laberinto, mi tio conocía a memoria el laberinto, sabía que no se perdería, el había puesto muchos circuitos electrónicos dentro de ellas.

-Ya se cual es la falla- Y en ese momento se activa la luz -Te espero en la sala común hay un problema- Dice mi tio y corta la comunicación.

En la sala común está solo mi tio, supongo que el resto se habrá asustado cuando se fue la luz y una vez restablecida habrán ido a esconderse.

-La luz se fue por una falla mecánica, al parecer una válvula a dejado de funcionar- Dice mi tio, explicándole a mi padre el motivo.

-¿Puedes repararla?-Le pregunta mi padre, y por la cara que pone mi tio se que no lo puede hacer.

-Lo puedo intentar pero no creo que funcione, la luz seguirá llendo y viniendo- No, nos podíamos arriesgar a eso habían muchos medicamentos y comida que necesitaban conservarse en temperatura fresca, estábamos a fines de invierno y más cerca a la primavera, la temperatura era al rededor de los veinte a veinticinco grados afuera y bajo tierra era aún más caliente.

-Que propones, entonces- Pregunta mi padre y se que no le gustara la respuesta.

-Ir a la ciudad- Mi padre odia ir a la ciudad a menos que sea estrictamente necesario, como ahora.

-Matt, se que la idea no te agrada pero no encuentro otra solución- A mi padre no le gusta porque sabe que podemos llamar la atención o nos podrían seguir hasta aquí.

-No, no me gusta pero si no existe otra opción- Dice al final mi padre, dándose la vuelta y regresando a su laboratorio.

-Tio yo quiero ir- Le digo, tengo mucha curiosidad de ir, solo he estado ahí un par de veces en toda mi vida.

-No creo que a tu padre le guste la idea- Sabía que no le iba a gustar, pero del grupo era la que mejor disparaba.

-Lo se, así que se lo pediré a mamá- Mi mamá no era tan paranoica como mi padre, ademas entendería los motivos que tenía para querer ir.

-Esta bien, acompañame para que te muestre que es lo que tienes que buscar- Me dice y se que al final iré a la ciudad.

Cuando salimos del recinto, no me parecía más una buena idea ir a la ciudad y no tenía nada que ver con

lo peligroso que era, sino por el grupo que se había formado para ir, sabía que no habían buenos luchadores dentro del recinto pero creí que con el tiempo algunos habían mejorado pero no era así, supongo que era como decía mi madre "Para que cambiar, si es cómodo tal y como esta" yo no creía eso, porque no buscar ser mejor en vez de solo conformarse con la mediocridad.

-No me gusta esta idea- Dice Harold, es uno de los cuatro que formamos el grupo, nos mandaron solo a nosotros para que nos podamos movernos más rápido y de haber alguien alrededor pasemos desapercibidos. Harold tiene alrededor de treinta y cinco años, y está en el recinto hace poco, unos ocho o nueve meses, no sabe utilizar armas de fuego pero es fuerte aunque es algo paranoico, fue el único sobreviviente de su antiguo grupo, lo encontramos vagando muy cerca al recinto, en ese momento estaba mal herido y mi mamá decidió ayudarlo, desde entonces vive con nosotros.

-Se que no querias venir, pero eligieron a los más jóvenes- Dice Cristian, mientras me mira y se lo que esta pensando; tiene casi la misma edad de Harold y por lo general es un buen adversario, lo conozco de siempre, su único problema y quizás el más grande, es que suele ser un idiota con las mujeres, cree que sólo sirven para cocinar y limpiar.

-Si lo dices por Autumn, ella se ofreció a venir- Dice Rachel, ella tiene treinta uno y después de mi es el miembro más joven del recinto.

-No entiendo porqué haría algo tan irresponsable- Dice Cristian, y me da ganas de mandarlo al diablo pero no puedo, Rachel ya lo hizo por mi, después de eso todos se quedan en silencio dentro de la camioneta hasta que llegamos a la ciudad.

Cuando llegamos, se sentía extraño, esos grandes edificios que alguna vez albergaron personas, ahora lucen vacíos y sin vida, las calles que antes estaban llenas de tráfico ahora parecen desiertas y llenas de vegetación, como si la naturaleza hubiese decidido recuperar lo que alguna vez fue suyo. Me pregunto si todas las grandes ciudades lucen así, como grande bloques de cemento sin Vida; durante mucho tiempo el ser humano se dedicó a destruir todo lo que tenía a su paso para crear esos lugares y al parecer nada de eso había válido la pena, porque ahora por el mismo ser humano, lo que alguna vez había parecido hermoso, ahora sólo era un gran lugar terrificante.

-Debemos darnos prisa- Dice Cristian, y aunque lo odie, se que tiene razón, no vinimos aquí hacer turismo si no a conseguir una válvula para la electricidad.

Después de buscar por la ciudad encontramos lo que nos habían pedido, por suerte la mayoría de personas que venían aquí no buscaban cosas electrónicas, sino comida o medicina, aunque después de ver en que estado esta este lugar, estoy segura que no existe mucho que se pueda utilizar.

-Estas segura que es eso lo que te pidió Robert- Me pregunta Cristian, se que duda de mi capacidad de recordar algo, pero no se cuán idiota cree que soy.

-Si estoy segura- Le digo, lo más calmada que puedo y trato de no decirle que es un idiota, creo que vio en mi rostro que me comenzaba a molestar y decidió dejarlo, para poder regresar sin problemas al recinto sabía que como los demás lo único que quería era volver.

-Hay gente viniendo hacia aquí- Dice Harold, nervioso y antes de que pueda evitarlo el a disparado.

Invierno NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora