一 Street Cat. "Shochan"

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Shotaro jugaba con sus dedos tratando de calmar su inquietud y poca paciencia, sus oídos habían captado el ruido de la puerta de Sungchan abrirse y automáticamente asimiló que ya había llegado de su universidad, como había dicho, eran dos horas más tarde del horario de salida.

Shotaro se había arreglado muy ligeramente pero a un horario muy apresurado, o en otras palabras: ya preparó su vestimenta casual a las 9 de la mañana, cuando Sungchan siquiera había salido de su salón de clases.

Su cuerpo descansaba en el sofá mientras mordisqueaba su labio inferior al no escuchar la puerta de su casa ser tocada o golpeada por el coreano. Shotaro decidió esperar a que Sungchan vaya a buscarlo a su casa que él mismo correr a la contraria a pocos minutos de la llegada del dueño, además de que no quería parecer impaciente cuando por dentro contaba los segundos para distraerse, así de aburrido estaba.

Ligeros toques casi inaudibles lo sacaron de su ensoñación absurda, sus orejas escucharon perfectamente aquel vago sonido debido a que estaba a centímetros de la puerta, sentando en el sofá donde Sungchan y él habían estado el día anterior. Sus piernas se extendieron con rapidez obligando a su cuerpo a pararse y sus manos mecánicamente se dirigieron al picaporte de la puerta para estirar la puerta hacia adentro y revelar al alto chico coreano.

Shotaro quiso evitarlo pero su mirada barrió de arriba abajo a Sungchan, a pesar de sólo llevar jeans oscuros, una remera blanca y una camisa abierta celeste con rayas blancas de no más de dos milímetros; en la cabeza del rubio japonés Sungchan se veía perfectos y demasiado bonito como para acoplarse a la vaga vestimenta que Shotaro traía puesta.

— Te ves muy tierno. —El tono alegre y juguetón de Sungchan eliminó el pensamiento de que sus vestimentas no se acoplaban para nada. El estómago de Shotaro se removió y asintió desviando la mirada.

— Ou..., Shotaro hyung he llegado tarde porque a mi curso le tocó limpiar el salón y el baño. —Explica el menor estirando su brazo detrás de Shotaro, para cerrar la puerta, pero el rubio centímetros más bajo se alarmó por la repentina cercanía, alejando a Sungchan con poca fuerza.— ¿Ya tienes lo necesario para salir?. —Cuestiona alejándose un poco del mayor, observando que sólo traía en mano su teléfono celular.

— Traje dinero y mi teléfono, ¿algo más que debería de llevar?.

— ¿Tienes alguna toallita?, podrías estornudar y asustar a los animalitos... —Sungchan rasca su nuca incómodo y Shotaro ladea una sonrisa enternecida por el tono preocupado del menor. Con rapidez de devuelve a su casa y corre a su habitación, recogiendo alguna toalla pequeña para asegurarse de no echarle mocos a los animalitos.

Shotaro camina apresurado hasta el chico alto esperándolo en la puerta de su casa, se asegura de cerrar con llave la puerta y camina junto a Sungchan en un silencio cómodo, puesto a que un auto pequeño de color gris estaba en la acera de su recidencia.

— Donghyuck hyung es el chico dentro, nos llevará a la veterinaria donde los animalitos están justo ahora y esperará por nosotros, no te alarmes si te hace muchas preguntas, siempre es así. —Informa el alto deteniendo a Shotaro de meterse al auto, luego de finalizar su oración su mano se extiende hasta el mando de la puerta y la estira para que el rubio mayor se adentre al auto. La puerta trasera es cerrada luego de que Shotaro entrara y Sungchan abre el asiento del co-piloto, saludando animadamente al chico castaño miel que jugaba con el volante redondo.

— Hola, Shotaro, soy Donghyuck. —Shotaro asintió cordial pensando que el chiquillo estaba siendo mucho más tranquilo de lo que se imaginó. Asumió las cosa muy rápido.

— ¿Sungchan es tu amigo o lo consideras sólo un conocido, ah?, ¿te agrada su actitud impulsiva?, ¿Sungchan es fastidioso, no?. Me ha hablado bien de ti, por lo cual confío un poco en tu palabra. ¿Estás dispuesto a cuidar de mi bebéééé?, es un pequeño adolescente que ama los animales pero todo el mundo piensa que es un chico capaz de hacerte doblegar usando su pícara y sexy sonrisa. —Shotaro tragó por tanto cuestionario cambiando a cada rato y sólo dejó que Sungchan hablase, defendiendo su persona de las insinuaciones del mayor.