HOGWARTS, LUGAR ESPECIAl

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Narrador omnisciente:

Jenn se despertó por ruido de la campana del tren que indicaba que habían llegado, al fin, un lugar que no eran las cuatro paredes de sui cuarto, solo había podido imaginarme Hogwarts en los libros que le había regalado su tía Zoé, solía leerlos a escondidas de sus padres, para ello el librero invisible, cuando aprendió a leer tía Zoé empezó a regalarle libros cada que podía, y luego le regaló el librero.

Había leído más de 250 libros de todo tipo, confiaba en que eso le ayudará en las clases de Hogwarts.

La nerviosa chica logró escuchar a la lejanía "los de primer año por aquí", salió del vagón y todo estaba vacío, se apresuró a dirigirse hacía aquella voz.

«Vamos Jenn siempre has podido sola, no te sientas asustada, sabes que habrá afuera». Pero no se suponía que ella debía estar sola ahora, estaba en un lugar lleno de gente, chicos de su edad y no había conocido a nadie.

Era una extraña en medio de mucho extraños.

La voz provenía de un hombre muy grande, que se presentó como el guardabosques del lugar, de nombre Hagrid, quién dirigió a los de primer año hacía los botes del lago negro, Jenn subió a uno junto a una chica de cabello castaño ondulado.

— Espero el calamar gigante no volteé el vote, soy Hermione por cierto — dijo aquella chica.

— Tranquila, se dice que el calamar es muy pacifico, le gustan las tostadas con mermelada, mi llamo Jenn — dijo la chica con una sonrisa.

Bueno ella ya estaba hablando con alguien, eso era un comienzo

— ¿Le gustan las tostadas dices?, ¿Estás bromeando verdad? — dijo Hermione con una mirada incrédula.

— Claro que no, lo leí en el tercer tomo de la historia de Hogwarts — dije y a la chica le cambió ls expresión.

— ¿Tercer tomo de la historia de Hogwarts?, pensé que solo había uno, es grandioso — dijo Hermione, parecía ser una autentica sabelotodo.

A Jennifer le pareció agradable, por fin alguien con quién podría hablar de libros.

— Es muy interesante, te lo puedo prestar algún día, no creo que este en la biblioteca — dijo Jenn ya sin tanta timidez en la voz, a Hermione parecía que le habían dado la mejor noticia de su vida.

La dos chicas siguieron conversando un rato, Jennifer no podía creerse la rapidez con la que  había socializado con alguien.  

Después de un rato el vote llegó a la otra orilla.

Ninguna descripción de ningún libro podría haberle hecho justicia a lo que estaba delante de todos.

Era un castillo de piedra enorme, parecía que era de la época medieval, desbordaba un aura mágica que te calaba hasta los huesos.

Parecía que el mismísimo merlín hubiera hechizado el castillo.

Habían muchos estudiantes nuevos de primero, inconscientemente, sin saber muy bien la razón, Jenn buscó entre todos unos ojos esmeralda, pero en la oscuridad era imposible ver nada.

La emoción embargó a la ojiazul al momento de entrar, todos fueron recibidos por  una profesora algo anciana, llamada Minerva McGonagall.

Luego de estar un rato en una sala circular, con algunos fantasmas flotantes paseándose de un lado a otro,  los hicieron pasar al gran comedor.

Si el castillo era hermoso por fuera por dentro lo era el doble, Jenn Javier leído todo sobre el tejado hechizado del gran comedor, pero verlo en persona le pareció irreal.

De ti, De mi y lo que dejé atras (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora