capítulo 11

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Después de la confesión dicha por el cenizo, Shindo dejándose influenciar por su creciente curiosidad le hizo una nueva pregunta la cual los dejo en un silencio un poco incómodo, esa pregunta fue “¿y por qué no te le confiesas a todoroki?”. Ya a esas alturas no se podía hacer nada, ya lo hablado dicho estaba, pero si hubiera evitado el silencio profundo talvez hubiera elegido otro momento y se hubiera tragado sus cuestionamientos.

Se volteó, sintiéndose apenado por su curiosidad, sabia, gracias al relato de Midoriya, que Bakugo no tuvo buenas experiencias en su pasado con respecto a los sentimientos románticos, incluso él había ingresado temprano en la habitación para solo cerciorarse que el menor estuviera bien, no para ser, como él llamaba, “la tía curiosa que termina diciendo algo incómodo a causa de su ignorancia y fisgoneo” en ese momento buscaba lo correcto hacer para enmendar su error asique dijo.

-disculpa, no estoy consiente si te sientes preparado para decírselo, eso es cuestiono tuya – sus ojos oscuros hicieron un contacto profundo con los ojos carmín – agradezco de manera sincera que me hallas tomado la suficiente confianza en tan poco tiempo como para que me digieras algunos de tus secretos, y de verdad me disculpo si te hice sentir incomodo con tastas preguntas – suspiró – yo… – pero para sorpresa del azabache fue interrumpido.

-calla bastardo – dijo katsuki con tono rasposo en su voz mientras intentaba de acomodar sus ideas – hay muchas razones por la cual no le confieso al bastardo de las mitades mi atracción hacía el – lo vio con determinación y esa furia característica – y no te disculpes, yo te dije que preguntaras lo que fuera ¿no? La verdad es que admito que necesito hablar de esto con algún bastardo, quisiera hablarlo con alguno de mis grupo de idiotas pero esos sería muy malo para mi orgullo, un psicólogo, es necesario ir con un mayor de edad y además sería un gasto innecesario, sería casi lo mismo que si hablara con alguien ya que no necesito terapia solo a alguien que me escuche ¿y quién mejor que un idiota de otra institución que no le importan mis problemas y que no veré por el resto de mi vida después de unos días más?

Auch

- ¿ni siquiera nos veremos para tomar un cafecito? – bromeo sacándole una leve sonrisa, al contrario.

-ni siquiera para un café – posos su vista al frente y volvió a hablar – como no preguntas yo te diré todo, tu solo opina y dame una solución al problema ¿ok? – recibió un sonido que indicaba la afirmación del otro – bueno, hay muchas cosas la cuales me impiden declararme a todoroki, una de ella es que el muy bastardo tienen sus ojos solo puesto en ser un buen héroe – rio por lo bajo – yo también debería tener solo y únicamente ese objetivo.

Hubo un movimiento de cabezas de parte del azabache – no, aunque ser héroe es tu prioridad eso no quitas que seas un humano, es normal tener sentimientos por los demás, enamorarse en esta etapa también es natural, esa es solo una excusa Bakugo – un bufido salió de los labios del nombrado haciendo reír a Shindo.

-no es una excusa, solo es un punto – explico de la mejor manera que pudo para seguir – bueno, él es hetero, lo sé, su actitud y todo él dice “soy el hetero más hetero del mundo hetero” – y ese último comentario hizo que el pelinegro soltara una carcajada.

-nadie es heterosexual ni homosexual, considero que los gustos son una decisión a tomar, asique tienes oportunidad con él. Solo dile “¡oye bastardo sal conmigo!” – intento imitar la voz del menor – y te aseguro que se lo pensara, ¡esa es otra escusa! – reitero otra vez ganándose una mueca de disgusto de parte de Bakugo.

El silencio los invadió nuevamente, pero esta vez fue roto por el cenizo.

-y… – para lo último katsuki bajo su vista concentrándola en las palmas de sus manos – no soy bueno para nadie, a decir verdad – y esas simples palabras hicieron una opresión en el pecho de Shindo – estoy consciente que no poseo una buena actitud, físicamente no soy una chica ni siquiera algo parecido, entonces si me declaro a un hetero, por mi físico y actitud por obviedad seré rechazado y además también tomado como objeto de burla.

Suspiró sonoramente – eres estúpido – y esas palabras salidas de los labios del azabache capto la atención de Bakugo quien dijo un “¿Qué mierda?” – no conozco mucho de tu pasado pero como te expresas siento que tienes miedo – y esas palabras tensaron a Bakugo – no estoy seguro si alguien en algún momento te rechazo o te lastimo, – si lo sabia pero prefería no comentárselo – pero pienso que deberías de darle la oportunidad a tu corazón de expresarse si estás seguro de tus sentimientos – tragó saliva – ay, digo palabras tan dulces que sentí el sabor azucarado en mi boca – eso mencionado sirvió para alivianar el ambiente a uno más ambiguo – bueno sigo – sonrió levemente – no todos en la vida somos iguales, y una experiencia amarga vivida en el pasado no significa que debe de marcar tu futuro, claro, eso te enseña a tener precauciones pero no es para que te bloquees – tomo una bocanada de aire intentando de alivianar su nerviosismo a lo que iba a decir – considero que tienes una personalidad ciertamente fuerte pero digna de admirar, eres inteligente, como un espíritu de guerrero – pellizcó sus propias pierna que estaban siendo cubiertas por las mantas ya que hacia frio – tampoco eres tan feo ni tienes mal cuerpo, obvio que no eres chica pero estoy seguro que alguien sabrá valorar tu belleza sin importar como eres – y culminado sus palabras se acomodó más con sus mantas cubriendo parte de su rostro – brrr, me dio frio – mintió, la verdad se había sentido avergonzado asique tomo sus cobijas por precaución a que un sonrojo en las mejillas los delatara.

Katsuki que había permanecido en silencio expectante escuchando las palabras de Shindo sintió un sentimiento cálido, no era ese calor que sentía con las palabras reconfortantes de su padre, pero si era algo similar, solo que estas lograban acelerar más su pulso cardiaco y hacer que sus mejillas se ruborizaran, “¡maldición! ¿acaso a ese bastardo se le olvida que soy gay y que esas palabras me afectan?” se cuestionó internamente mientras mordía un poco sus labios y hacia contacto visual con el otro.

-gracias bastardo por escucharme – se percató de los risos negros que cubrían parte de los ojos y observo las señas de se había avergonzado por sus palabras – sirves para esto, si fracasas como héroe, ni se te ocurra ser comediante, tienes más futuro siendo un puto psicólogo – sonrió de manera sincera, esa sonrisa sin necesidad de mostrar los dientes porque solo al ver la leve curvatura en los labios y ese brillo de felicidad en los ojos se notaba que era una sonrisa verdadera y no forzada - ¡además bastardo! – cambio de ser una sonrisa sincera a una socarrona – todoroki cumple con parte de mi lista – su mirada que se había desviado volvió a chocar con la del azabache – pero sé que hay sujetos mucho mejores en el mundo – y ahí sus miradas conectaron haciendo un momento casi estilo película que vivieran los dos.

Bakugo iba a seguir hablando, pero fue interrumpido por el sol rosando su piel, en ese momento agradecía la distribución de los cuartos ya que al despertar eran recibidos por los lindos rayos del alba pintando el cielo.

Por otro lado Shindo había quedado mudo, no sabía que combinación mortal hacían katsuki y el sol que apenas chocaban con la piel del cenizo todo de volvía un espectáculo, empezó a analizarlo como el otro día, repitiéndose otra vez “es como una obra de arte” las largas pestañas cenizas que no se eran capaces de divisar con facilidad gracias al señor sol él podía distinguirlas en ese momento, los labios que se notaban más rojos porque acababa de mordérselos y los ojos rubí de color impactantes que se veían más inoctico y llenas de detalles gracias a la luz.

-oh, ya amaneció – y con esas palabras Shindo regreso a la realidad.

-duramos mucho más de lo que pensé hablando – dirigió sus ojos a los rayos de sol que lentamente despertaban ahora logrando sentir el calor producido por esa gran bola de fuego.

-bueno – Bakugo se puso de pies y se estiro, sintiendo partes entumecidas de su cuerpo a causa de estar sentado en el piso – creo que es momento de irnos a dormir o sino los extras no nos dejaran descansar nada – extendió una mano a Shindo el cual la recibió también poniéndose de pies pero no conto que quedarían a una distancia poco prudente entre ambos, cuando notaron su cercanía se distanciaron a un metro entre ellos, Shindo un poco aturdido y apenado se adentró rápidamente a la habitación mientras Bakugo esperaba que el otro para para cerrar las puestas corredizas y cerrar las cortinas.

Se acostaron a dormir, sintiéndose más aliviados, uno por haberse desahogado y haber tenido buenos consejos, y el otro por alivianar su preocupación y cerciorases que el chico de carácter temible se encontrara bien.



Hola! Bueno llegué a tiempo v: jejeje este capitulo esta sin corregir, así que disculpen mis errores de ortografía, chau :D

"deja de mirarme idiota" [ Shindobaku ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora