3

59 8 3
                                        

Nuevo día, nuevo sufrimiento.

En ocasiones, pienso en que lo mejor sería solo dormir y ya no despertar, pero recuerdo que eso le dolería mucho a mi madre y prefiero sacar ese pensamiento estúpido de mi cabeza.

Hoy no tengo ni ganas de mi lectura matutina, no estoy de humor y puedo jurar que hasta mientras dormía lloraba... esta situación está matándome, el quedarme callado solo está carcomiéndome por dentro, pero tampoco puedo decir lo que siento a la ligera, eso solo podría empeorar las cosas y, aun así, las cosas ya están todas mal.

Mientras desayuno un cereal con leche no hablo mucho, solo me concentro en acabar de comer para volver a acostarme y tratar de no pensar en nada que pueda afectarme tanto.

Pero mi paz es interrumpida por mi mamá.

—Hijo, perdón por llegar tan tarde ayer, perdí la noción del tiempo.

—No te preocupes mamá, realmente ni lo noté —y eso era verdad.

—Bueno, pero para recompensarlo hoy iremos al supermercado y te compraré lo que quieras —dice mi madre muy animada.

—Está bien mamá, gracias —respondo sin muchas ganas y sé que ella lo nota, pero prefiere no interferir.

—Bueno, en 2 horas nos vamos —dice y se retira de la cocina al lavatrastos.

Siendo lo más sincero posible... no quiero ir, no tengo ganas de nada en absoluto.


°°°


Hoy todo el día me la pasé acostado pensando en todo y a la vez en nada, sufriendo como un grandísimo idiota, incluso no me percaté de que me había quedado dormido si no fuese porque vi la hora en mi tablet.

Las 6 de la tarde... Wow dormí por muchísimo tiempo, quizá se deba a que ayer no dormí mucho, aunque así lo hubiera creído.

Pero lo que me regresa a la realidad es cuando escucho como tocan a la puerta y creo saber de quién se trata.

—Hola Erick, pasa adelante, Anian está dormido en su habitación —saluda mi madre cortésmente.

—Hola señora ¿Se encuentra dormido? Si quiere mejor vengo después —su voz, esa maldita voz que odio y amo escuchar.

—No, en unos 10 minutos iremos al super, por si quieres acompañarnos, ve a despertarlo si gustas para irnos.

¡NO!

—¡Claro! Con mucho gusto, espero no se moleste —dice animado.

—Descuida, no se molestará, entonces en 10 minutos salimos —dice y ya no escucho ninguna respuesta.

Unos segundos después sentí como la cama se hundía por un nuevo peso, volteo y ahí está, Erick, mi maldición, mi amor.

Venía vestido con un pants tinto, unos tenis negros y una camisa azul rey, tan guapo como siempre.

Me puso una mano en el hombro y mi corazón, mi estúpido corazón comenzó a saltar de nuevo.

—Pensé que estabas dormido —dice.

—Si lo estaba, pero me desperté hace poco, he dormido mucho porque me siento un poco cansado, solo eso jeje —¡Te amo! ¡Te amo carajo!

—Bueno, si no es nada mas ¿Estás listo para irnos?

—Supongo...

—Ah no, no supones, tienes que poner esa carita de felicidad en tu cara y decir "Sí vámonos" —Me causa un poco de gracia su mala imitación de mí.

Un Amor ¿Fallido? IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora