Después de un rato, jill dejó a Logan con sus amigos para ella ir con los suyos, un grupo de tres chicas muy distintas entre sí, entre ellas estaba Esther; al momento de verla, Jill empezó a conversar con un tema distinto para no volver a ofenderla, ya que aunque peleaban con frecuencia, eran las más unidas del grupo.
El momento de tensión pasó rápidamente, corrieron a los vestidores por sus vestidos para la noche; después de eso, todas se fueron a la casa de April para alistarse.
Fue un largo rato de juegos, risas y escandalo; en cambio en el piso inferior de la casa de April, sus padres, cansados del escándalo proveniente de la habitación, subieron para detenerlo.
Antes de poner la mano en la puerta, para su sorpresa se abrió y con ella cuatro bellas chicas, cada una con sus distintos y elegantes vestidos, peinados desde antes aprendidos y un maquillaje que, para el deleite del padre, era simple el cual hacía resaltar la belleza de cada una de manera sofisticada. La madre de April al ver a sus 'cuatro niñas' no pudo soportar el empezar a llorar.
- Ah... mamá, no llores.- le sugirió April mientras se acercaba rápidamente a abrazarla.
- Tienes razón -dijo la madre secándose el rostro con un pañuelo que traía en su bolsillo- Además, si lloro tu lo haras y haré que arruines tu maquillaje. Listo ya se pueden ir.
Las tres chicas detrás de April empezaban a reir, juntandose todas alrededor de aquella mujer dándose un abrazo grupal. Al bajar por la escalera, los padres les pidieron que se pusieran en un escalón distinto cada una, las chicas emocionadas al ver la cámara en sus manos obedecieron sin dudarlo.
- Muy bien... y ahora... sonrían y digan ¡se acabó nuestro infierno! -Dijo entusiasmado el padre.
- ¡Jerry! -exclamó la madre.
- ¡¿Qué?! Sabes que tengo razón. -rió el padre seguido por las cuatro chicas.- Ahora si... en tres... dos... uno...
- ¡SE ACABÓ NUESTRO INFIERNO! -gritaron las cuatro chicas alzando las manos haciendo que la madre vuelva a llorar.
Los padres, teniendo dos fotos de ellas, (tranquilas y con las manos alzadas) decidieron darle una a su hija para que la pusiera en su mural, mientras ellos ponían la otra en un cuadro en el vestíbulo; las chicas corrieron al piso superior.
Ya arriba, las chicas juntas colocaron su foto en el mural de April; la ya mencionada, las reunió alrededor de su cama.
- Amigas, hoy fue el último día en el que estuvimos juntas en un salón de clase... -dijo felíz.
- ¡Copiona! -acusó Esther.- Es lo mismo que dijo Víctor en la ceremonia.
- ¡Ay...! - se quejó Nina.- déjala terminar Esther.
- Ya, como sea. Hoy es el día de nuestra separación... pero debemos recordar que, aunque no estemos juntas en un salón, siempre estaremos juntas ¿no? Viviremos en el mismo departamento, nos veremos todos los días y nos apoyaremos las unas a las otras ¿bien? No hay necesidad de llorar. -dijo tensa April.
- Pero tu eres la que va a empezar a llorar App -rió Esther seguida por Nina y Jill.
- No se rían de mí... -dijo entre pucheros April; seguido de otro abrazo entre las "mejores amigas".
Duró sólo un pequeño momento, cuando se escuchaban los gritos de los padres de ella avisando.
- ¡Bajen chicas!; ¡Sus citas no deben tardar en llegar!
Todas bajaron entusiasmadas para después sentarse en los sillones de la sala. Esther y April discutían acerca de cómo debía ir la diadema negra de de la rubia. Por lo cual April se negaba a que ella la arreglara. Ocupadas, Nina y Jill platicaban de un problema.