Desde que la conocí invadió mis pensamientos aun mas que Kikyo; esa Miko entrometida con sus vestimentas tan extrañas y hasta cierto punto provocativas, ronda mi mente cada vez más, he de admitir que esa chiquilla es realmente hermosa, con ese esbelto cuerpo, piel nívea, cabello negro tal cual plumaje de un cuervo, sonrisa encantadora pero lo que es aún más atrayente, son sus ojos, esos ojos azules zafiros profundos, tan penetrantes que te hacen sentir que puede leer tu alma, tan puros y transmitiendo calidez, decisión, valentía, determinación; pero debo de hacer aun lado esos pensamientos absurdos por esa Miko tonta e ingenua, mi objetivo es hacerme mas poderoso y para cumplir con mi venganza hacia kikyo debo de tener la shikon no tama completa, no puedo dejar que pensamientos tan banales y repugnantes hacia la sacerdotisa que acompaña al despreciable híbrido Inuyasha estén constantemente en mi mente, para lograr mi cometido debo de idear un plan para hacerme de ella y creo que ya se como podre llevarlo a cabo.
Era un día como cualquiera en la era feudal, Inuyasha y su grupo estaban tras las pistas de Naraku y sus encarnaciones, quienes aún no habían dado indicios de aparecer desde hace algunos días cuando fueron atacados por un demonio que tenía incrustado un fragmento de la shikon no tama, eso irritaba de sobremanera a cierto mitad bestia.
-No puede ser, llevamos días buscando al maldito de Naraku o alguna de sus encarnaciones y no hay ninguna pista de ellos. Se quejó Inuyasha
-Tranquilo inuyasha, desesperarnos no nos servirá de nada, por que mejor no descansamos por hoy, ya casi va a anochecer.
-La señorita Kagome tiene razón inuyasha, descansemos y mañana seguimos con la búsqueda.
-Nosotras prepararemos todo lo del campamento, mientras ustedes vayan por leña para la fogata.
Mientras las chicas con ayuda de Shippo comenzaban a acomodar todo lo del campamento para poder descansar y seguir con la búsqueda de los fragmentos al día siguiente; Shippo decidió molestar un poco a Inuyasha.
-¡Oye perro tonto!, ve rápido a buscar la leña que me congelo.
-¿Y por qué no vas tu por ellas? si tanta prisa tienes enano.
-Inuyasha deja de molestar a Shippo y ve por la leña de una buena vez. Hablo Kagome
Inuyasha fastidiado por eso, se fue en busca de la leña pero sin imaginarse que al regresar al grupo él traería consigo a la sacerdotisa Kikyo para que se uniera a ellos y los ayudará en su búsqueda de los fragmentos volviendo poniendo así a todos muy incómodos con la presencia de la Miko, ya que pensaban que Kagome seguía enamorada de Inuyasha lo cual es incorrecto, ella con el tiempo supo que él no le correspondía y con el tiempo pudo verlo como un amigo.
Después de acomodar el campamento y de esperar a Inuyasha, Kagome siente una energía maligna acercándose a ellos.
-Chicos un fragmento de la perla se acerca hacia nosotros.
Sango, Miroku y Kirara se ponen en posición de ataque, Kagome resguarda a Shippo por si la situación se complica; del bosque emerge un gran demonio que los ataca para arrebatarles los fragmentos que tienen, Sango y Miroku logran esquivar el ataque al igual que Kagome con ayuda de Kirara.
-Shippo resguardate mientras nosotros nos encargamos.
Sango y Miroku distraen al demonio, mientras que Kagome preparaba una de sus flechas, sube en Kirara para tener una mejor visibilidad, en cuanto el demonio voltea y se dirige hacia ella, lanza la flecha dando directamente en el pecho lo cual logra desintegrarlo, así dando por terminada la batalla y recolectando otro fragmento más de la perla; después de todo ese suceso se logra ver a un Inuyasha regresar al campamento apresurado.

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Hilo Rojo
FanfictionPareja: Kagome/Naraku Kagome: bella sacerdotisa, con alma y corazón puro, sufre por el rechazo de un hibrido encaprichado con su antiguo amor... Naraku: Hombre lleno de maldad en busca de poder por un amor no correspondido, su vida dará un giro ine...