Capítulo 3

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Cuando despertó al día siguiente de que él y Taehyun fueran a visitar a Hueningkai, se puso a pensar lo que haría en el día buscando dentro de sus actividades una excusa para ir nuevamente al Palacio Real. Desde que conoció a ese chico no paraba de crear situaciones que lo llevarán a convivir con él o al menos verlo de lejos cuando estaba entrenando con el resto de los caballeros del ejército que servían al reino. Su nombre era Yeonjun y era una persona peligrosa, peligrosa porque podía poner en riesgo su vida al hacerlo sentir tal atracción.
Sabiendo que no debía actuar sospechoso se contuvo mientras estaba con su hermano y procuro no verlo de más pero en su mente solo seguía pensando en lo hermoso que lucía ese chico de cabello azul. Había días en los que se sentía superior al resto, después de todo era un miembro de la Familia Real, pero cuando veía a Yeonjun parecía olvidar quién era el primo del príncipe y quién era solo la escolta personal del futuro rey de Salix.

Despejando su mente de esos horribles pensamientos tomó un baño, hoy debía convocar una reunión con la reina para decirle la petición de Hueningkai respecto a su fiesta, la que sería un baile de máscaras como habían acordado ayer los tres.
Él no tenía muchos sirvientes en su casa pero si había varias sirvientas que lo ayudaban a vestirse, cuando se alistaba tardaba demasiado tiempo porque revisaba cada detalle buscando quedar perfecto. Su vanidad no era una broma y la cantidad de ropa que tenía tampoco lo era.

Secó su cuerpo y salió con lo básico para no estar completamente desnudo, cuando abrió la puerta ya estaban dos personas listas para ayudarlo a probarse las prendas mientras otras tres buscaban más trajes en espera de que eligiera uno.

   —Ese no —señaló al traje que sostenía una sirvienta, era llamativo con esos colores claros que tenía pero no lo suficiente elegante para ser llevado hoy—, ese tampoco —declaró con la otra sugerencia que desbordaba de colores azules.

   —¿Qué no entienden que hoy iré a ver a la reina? —exclamó molesto ante la incompetencia de aquellas sirvientas.

   —Tengo una idea, busquen algo rojo, gris y negro y hagan que combine.

   —Yo le arreglaré el cabello, ¿Podría sentarse mientras lo hago? —pidió la señorita que se encargaría de eso, no ponía a cualquiera en ese puesto y siempre buscó a aquellos que tuvieran conocimientos para que cuidaran de su cabello.
Se sentó frente al enorme espejo que tenía en su habitación y dejó que arreglaran sus delicadas y suaves hebras oscuras.

Beomgyu poseía el cabello negro y ondulado que acompañaba a la perfección su hermoso rostro afilado, tenía cejas muy pobladas y largas pestañas que resaltaban sus enormes ojos cafés, sus labios no eran nada gruesos y su nariz delgada lo hacía lucir muy bien de perfil. Era alguien muy guapo que cautivaba el corazón de las personas a su paso, varias veces tuvo que cambiar a las sirvientas por incidentes que implicaban faltarle al respeto por tocarlo de más o quedarse mirándolo mucho tiempo. Él sabía que era atractivo pero no le gustaba que la gente que no estaba a su nivel lo observará, se sentía una pieza de arte, y tal vez lo era, pero no para la persona que más le interesaba.

Después de terminar con un pantalón y corbata negros, un chaleco rojo, un saco gris y varios accesorios de plata salió de su habitación mientras pensaba las palabras que le diría a la reina, ella era amable como su madre pero se sentía intimidado por su presencia.

Los tres acordaron que dentro del baile de máscaras tendrían varios músicos tocando toda lo noche, él sabía que a Hueningkai no le gustaban esas cosas que ameritaban convivir con varias personas durante mucho tiempo pero no había de otra. Solo podía rogar porque su primo no arruinara el momento y practicará aquello en lo que tanto fallaba, bailar, porque bien sabía que el chico parecía tener dos pies izquierdos y mal sincronizados con la música.
Ni Taehyun ni él tenían una pareja con la que asistir al gran evento, pero podían llegar solos porque irían con sus padres después de todo. Existía la posibilidad de conseguir una acompañante, pero no le interesaba la idea en lo más mínimo, después de todo su corazón ya estaba apartado por alguien, y desgraciadamente tenía que ser por un hombre.

Cuando dejó su mansión y subió al carruaje que habían preparado para él, se detuvo a pensar si era buena idea pedirle a Hueningkai que su escolta lo acompañará, ayer se abstuvo de hacer dicha petición debido a la presencia de su hermano, pero hoy que iría solo estaba más que tentando con la idea. Podría tener un momento a lado de Yeonjun durante su estadía por el palacio y eso le estaba alterando la cabeza, por un lado estaba su preocupación de ser descubierto y por el otro la posibilidad de vivir un amor que aunque estuviera prohibido, le traería felicidad a su vida.
Descartó la idea cuando observó por la ventana que estaban a punto de llegar, no había peor pecado que fijarse en alguien de tu mismo sexo, y si no quería morir por órdenes del rey o ser exiliado en el mejor de los casos, tenía que mantener su cordura y procurar no ponerse la soga al cuello él mismo.

Cuando entró al palacio se dirigió de inmediato con la reina caminando por los pasillos que lo conducirían hasta donde esta se encontraba, pero aunque su llegada no había sido anunciada como comúnmente se haría, una persona lo estaba esperando al final del pasillo y era una persona de la que conocía muy bien su silueta, esa persona era Yeonjun.
De lejos se veía realmente atractivo, pensaba que el azul le quedaba bien y no solo en su cabello sino también en el traje que llevaba puesto. Yeonjun era tan alto como él pero aún así le sacaba unos cuantos centímetros, tenía los ojos de un tono gris mucho más oscuro que el que tenía Hueningkai y a diferencia de los del menor, estos siempre eran fríos. En conjunto tenía un aspecto serio siempre y nunca habían cruzado palabra alguna que no fuera el saludo que este le dedicaba como figura importante en el reino. Pero aún así, él creía que lo cambiaba por una sonrisa amable cuando lo veía, y lo confirmó justo ahora, cuando estando a pocos centímetros de distancia pareció sonreírle. Él no era el único teniendo tales pensamientos, eso creyó. Y tal vez muy en el fondo no estaba equivocado.

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Este fic no será enfocado en esta shipp pero tenía que hacer una clase de introducción de la situación de todos para desarrollar la historia, espero no les moleste :c

Imagínense a Beomgyu con esta ropa jaja
Es que soy muy mala para describir, pido perdón

Imagínense a Beomgyu con esta ropa jaja Es que soy muy mala para describir, pido perdón

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Gracias por leer esta historia 💕

La máscara de la muerte roja       °•ⓈⓞⓞⓀⓐⓘ•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora