Enamorada De Un Gay //LGBT//(+18)

#2

Llevo tres meses en la Universidad de Toronto. Suelo ser una persona social entonces de lo que van estos tres meses ya cuento con algunas amistades, las básicas, mis compañeros de aula y algunos compañeros del equipo. Y pues mi beca se basa en destacar en el area deportiva, no debo contar con un promedio de cien, con que saque setentas y no baje de allí, todo bien. 

Y justo ahora estoy en mi habitación, arrreglandome para comenzar un nuevo día, no tengo compañero de cuarto, un faill total. Así que chiste. Pero bueno no todo es malo, me dijeron que el primer semestre debía estar internada en la universidad y terminando este, podría decidir quedarme en el internado o vivir fuera, yo solita, es claro que la beca me proporcionaría una mesualidad para comida y extras. Pero hasta el momento, solo me enfoco en terminar de acoplarme a mi nueva vida, a estar lejos de mi familia y a ser de las mejores en el equipo de Volley.

La casa, o bueno el internado de la universidad, está a unas cuantas calles del campus central. Entoces camino hasta este, no me hago más de diez  minutos. Solía ser muy floja para todo, hace unos años, pero desde que mi cuerpo descubrió el deporte, podría decir que soy una mejor versión de mí gracias a ello, en todos los aspectos de mi vida. 

Cuando llego al campus, me dirijo directamente a mi sector académico, en donde me encuentro con mi mejor amiga Lissa. Me encuentro ya a unas cuadras del Campus y del otro lado de la calle, veo caminar a su hombre a unos cuantos metros. Lleva un sueter cuello V de color gris, debajo de este hacía presencia una camisa blanca, un pantalón azul oscuro y un calzado derby otoño. 

-¡Hey, Derek!- Lo llamé. Él volteó, sonrió de lado, cruzó la calle y comenzó acercarse en mi dirección. 

-¡Hey Lyna! ¿Qué pasa, cómo estás?- soltó mientras se acercaba con un vaso desechable de café en la mano. Finalmente me saludo de beso en la mejilla.

Derek es de esos tipos guapos que te encuentras en este tipo de universidades, lo poco que conocía sobre él me agradaba, no es un imbécil. Lo podría describir como un novio literario PERFECTO, amable, tierno, protector, fiel y un poquito tóxico, no mucho, básicamente, lo ideal. Y principalmente su físico, sacado de un libro: Pelinegro,  cabello quebrado, lo porta de un largo ideal con su corte, cejas y pestañas más largas que cualquier noviazgo que tuve y tan espesas como el café que traía, seguramente. Los ojos de un tono verdoso profundo. Y unos labios rosados y carnosos que hacen lucir su perfecta dentadura. Pero alto ahí loca, Derek ya tiene dueña señoras. ¡Que afortunada es Lissa, encontró a un novio perfectamente literario que la ama! 

-Bien gracias, llegando. ¿Por qué vienes caminando?- le pregunté, ya que el nunca caminaba, siempre viene en su carro.

-Un amigo pasó por mí en su coche, se me antojó un café, pero el iba tarde a su clase.- Me explicó, mientras continuabamos juntos nuestra caminata al campus central.

-Mira, yo pensando que venías a pie desde tu apartamento- Le respondí graciosa, mientras sonreí. El soltó una pequeña risa.

-El gimnasio ya me tiene bueno, caminar tres kilometros no lo puede mejorar.

-Pero ahorrrías gasolina y no contaminarías. Además, no es muy lejos.- Le respondí sin sentido.

-¿Tú caminarías tres kilometros?- Me preguntó con su suave voz ronca. Le dirigí una mirada que acompañada de mi expresión facial, le dió la respuesta, frunciondo el seño, entrecerrando los ojos y los labios torcidos. 

Reímos sin sentido, e intercambiamos unas cuantas palabras más en el camino antes de estar llegando al Campus. Se despidió de mi para dirijirse a su sector, derecho. Yo me encaminé al mío, comunicación, al encuentro de mi mejor compañía. Estaba distraída mientras  caminaba y buscaba mis auriculares en mi mochila, me asusté cuando una figura esbelta, masculina, bloqueó mi camino mientras me dirigía una sonrisa maliciosa, fijé la vista en su rostro encontrandome con el magnífico hermano Gay de Lissa, que ya se atajaba enfrente de mí.