LIMERENCIA - Intenabo.

Capítulo 2: Sensaciones

Después de observarse por un par de minutos, el menor decide romper ese entorno en el que se encuentran.

Gustabo: Bueno, debería irme a patrullar, Horacio me está esperando. ¿Nos vemos esta noche? - le pregunta con un brillo especial en sus ojos azulados.

Conway: Te espero en el callejón de siempre cuando acabes tu jornada.

Gustabo asiente y se vuelven a besar, pero esta vez con un beso breve y fugaz, para justo después el rubio salir del despacho como si nada. Conway se sienta en su silla de nuevo y continúa con el papeleo.

Gustabo llega hasta el parking de comisaría, donde está su amigo esperándole en su famoso patrulla llamado "Héroe". Se sube al coche y sin decir nada ambos amigos se dirigen a patrullar por las calles de Los Santos.

Era un día bastante tranquilo, aún no había saltado ningún aviso de código 3, simplemente algún que otro robo de coche o entornos sin importancia que enviaba la gente para molestar a los agentes.

Mientras Horacio conducía con la radio a tope, Gustabo estaba sumido en sus pensamientos.

Gustabo es ese tipo de personas a las que no le gusta pensar demasiado, dice que pensar solo te trae dolores de cabeza y que él ya tiene suficiente con su día a día como para "rallarse" por chorradas, pero hoy era diferente. Aunque intentara evadir su mente y no pensar en nada en concreto, ese tema no salía de su cabeza. ¿En qué momento había llegado tan lejos con Conway? Aunque realmente no sabía hasta dónde habían llegado porque nunca han establecido qué tipo de relación tienen, nunca han hablado de lo que sienten, simplemente surgió. Tampoco cree que sea necesario establecer un punto entre ellos ni hablar de esas cosas, ya que le parecen incómodas y él, todo lo que sea incómodo, si puede ahorrarse hacerlo mejor que mejor, y en este caso no sería una excepción. Pero sí que es verdad que ya llevaba unos meses en ese rollo diferente con Jack el cual habían convertido en algo cotidiano.

Todo empezó repentinamente. Siempre se había notado una gran conexión entre ellos dos, desde el minuto uno, y un día, mientras estaban haciendo papeleo juntos, en una de esas miradas cómplices que tienen, se besaron. Y así hasta la actualidad.

Nunca se ha parado a reflexionar en lo que siente hacia él, pero no niega que siente cosas, es obvio, nunca había estado así con nadie. Tal vez no ha sabido identificar qué son esos sentimientos o simplemente no lo ve necesario. Para Jack y Gustabo, todo ha avanzado poco a poco pero, sin ellos darse cuenta, habían llegado a una confianza única. Se entienden con tan solo una mirada, se pueden comunicar sin hablarse y se conocen muy bien el uno al otro.

Mientras Gustabo se perdía en sus pensamientos, saltó un aviso de un código 3.

Horacio: ¡Vámonos, Gustabo! Se viene otro éxito. - grita entusiasmado el de la cresta, sacando al rubio de su trance.

Gustabo le mira y sonríe de lado. Necesitaba ese código 3 para dejar de rallarse por "chorradas".

Gustabo: Informo, Sub-Inspectores Gustabo y Horacio en camino al código 3. - avisa por radio el rubio.

Conway: Superintendente Conway y Comisario Volkov en camino también, os quiero ver ready, nenas. - responde por radio su superior.

"Mierda", piensa Gustabo. El causante de su comida de olla tenía que venir justamente a ese atraco, cuando nunca acude a ninguno, qué suerte la suya. Siempre tenía ganas de verle, pero justamente ahora era a la última persona que quería ver. Pero lo que no sabe, es que Conway acude a ese atraco por una razón.

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El dúo de amigos llega al atraco primero.

Gustabo: Ves negociando tú mientras llegan el Super y el niño enfermo. - refiriéndose con esto último al Comisario, con ese mote que le puso el día que se conocieron.