Mundos Diferentes

Capítulo 1: Borrón y cuenta nueva

Lo siento...— el viento sacudía los largos cabellos rojos, orbes bicolores que miraban una especie de "altar" luciendo decaídos— Puede que esta vez será la última vez que hablemos...Al menos por un largo tiempo.

Al igual que el cabello, una capa era movida por la brisa, siendo un manto marrón similar a un poncho, los ojos bicolores del joven hombre mirando penetrantemente la piedra que tenía delante.

Era una simple piedra similar a una lápida la cual tenía el símbolo de un abanico rojo y blanco, alrededor del altar tres Kunais estando clavados en los cuales hilos estaban atados con el fin de rodear una serie de cosas, siendo lo más destacable un anillo.

Sé que prometí venir a verte cada día...Pero tú me hiciste prometerte que seguiría con mi vida, ¿Recuerdas?— el cabello rojo estaba atado en una cola baja con unas vendas blancas, la melena pelirroja estando equipada con dos mechones que enmarcaban su rostro y llegaban hasta los hombros— Pero olvide decirte algo importante...Sin ti...Si tú no estás aquí...mi vida en este mundo no tiene sentido.

Colocándose en una rodilla, el hombre de largo cabello se sentó en el suelo, su orbe cobalto junto a su ojo enteramente gris morado resaltando.

Sé que probablemente me estés regañando ahora en donde sea que estés...Pero quiero recordarte algo muy importante.— el hombre de ojos bicolores frunció levemente el ceño, su mano derecha alzándose para señalar la lápida como si señalara a una persona— Esto es tu culpa. Tú me hiciste amarte demasiado. Y ambos sabemos que soy demasiado terco para clavarme un Kunai y morir para ir contigo. Prefiero morir en cien años o más por algo que no puedo controlar que por mi propia mano.

Unos segundos de silencio azotaron el claro del bosque, pareciendo que el hombre sentado esperaba alguna clase de respuesta o algo similar, solo para que el pelirrojo bajara la mirada, sus ojos clavándose en el suelo.

Te extraño...En serio lo hago.— elevando su mano para hacer su cabello hacia atrás con un leve suspiro, el hombre de ojos bicolores permanecía mirando el anillo en la roca— Aun recuerdo cuando Itachi e Izumi nos preguntaron cómo nos casamos...Bueno, ellos eran tu técnicamente, pero fue un lindo detalle...— una leve sonrisa se formó en el rostro del pelirrojo, este riendo un poco mientras que miraba la lápida— Estaba nervioso...Y tu sonrojada... ¿Eso fue actuado? Porque si nuestros hijos eran obra de tu Tsukuyomi, ¿Por qué te sonrojaste ante tu propia pregunta?— risitas escapaban de la boca del pelirrojo, este alzando su mano para restregar sus ojos un poco.

Una sonrisa estaba en el rostro del pelirrojo, este mirando la piedra con ojos repletos de amor y cariño, estos sentimientos esfumándose poco a poco mientras que un débil suspiro escapaba de la boca del hombre mayor.

Pasaron cuatro meses desde la guerra...Kakashi se hizo Hokage... ¿Y que más hay que destacar? Que la alianza entre las cinco grandes naciones prospera tal vez.— con ojos calmados, el pelirrojo se puso en una rodilla, su mano extendiéndose para tocar la piedra— Hitomi...Tu siempre velaste por Konohagakure...Pero tu sueño de paz tal vez alcanzo a las demás naciones...Esperemos que así sea.— cerrando sus ojos, el pelirrojo permaneció con su mano en la roca, apretando un poco.

Fueron varios segundos de silencio, pareciendo que el hombre de rojos cabellos estaba meditando mientras que sostenía la lápida, todo acabando cuando se levantó y soltó la roca.

Quisiera seguir hablando por siempre...Pero debo irme. Si no me despido de Menma, llorara pensando que me escape sin avisarle.— sonriendo levemente, el pelirrojo asintió con la cabeza, volteando y caminando varios pasos, dándole una última mirada a la lápida antes de desaparecer en un borrón.

...

¡¿Qué?!— un rubio amante del naranja grito en shock, este observando como el pelirrojo mucho más alto lo miraba con calma— ¡Na-Naruto ¡¿De que estas hablando!?