Extra parte 1, +200 leídas

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7 años después

La brisa era suave.

Las vistas geniales.

Cuando vimos este lugar en el National Geographic no pudimos evitarlo, sí, somos unos chochos.

Pero estar en la playa de Whitehaven con Valentín y William era de las mejores sensaciones que haya podido sentir.

Valentín corría con nuestro hijo por la fina arena marina, siendo secundados por Zapp, nuestro perro, y otro cachorro que los había seguido.

Yo estaba tendido en una toalla sobre la arena, mirando como se divertían.

Veo cómo Valentín viene hacia mi, Will trata de seguirle pero Valentín le dice algo.

Se acerca y se tiende a mi lado.

- Por que no quieres venir con nosotros, amor? — me dice tocándome el pecho.

- Estoy un poco cansado, ayer tuve que desempacar todo yo solo — respondo haciendo énfasis en el "solo".

Recién ayer habíamos llegado de Argentina, Valentín tenía vacaciones en la productora y yo aún tenía tiempo de entregar mi proyecto, así que acá estábamos, en la otra punta del mundo, tomando el sol.

- No quería, pero sabes que Will no iba a ir al hotel hasta que acojamos a Zapp — dice dándome besos por la cara. Yo solo me muevo más cerca.

- Iughhhhh — dice William viéndonos con cara de asco. Nosotros solo reímos.

- Pequeño, no te dije que vayas a caminar con Zapp? — le dice Valentín con una sonrisa.

- Papá, ya estoy grande — dice haciendo una mueca molesta — pero y si se tapan? No quiero que los molesten — dice sentándose frente a nosotros.

- No estamos en Argentina hijo, esto es Australia, el primer mundo! — digo revolviéndole el cabello.

- Mamá! - me dice riendo y escapando.

- Como me llamaste? Pedazo de tonto — digo levantándome para seguirlo.

Corremos por toda la orilla mientras Zapp y el cachorrito nos persiguen.

- Ya papá, basta — dice corriendo aún — a tu edad te puede pasar algo — dice apuntándose al corazón.

Eso hace que corra más fuerte, como puede insinuar que estoy viejo, apenas tengo 30.

- Que seas un bebé no significa que yo sea viejo— digo sacándole la lengua.

- No soy un bebé— dice parándose de repente — tengo 17–

- Y yo recién 30, aparte sabes que nos confunden como hermanos siempre — digo agarrándolo por fin.

Empiezo a revolverle el cabello como un bebé, mientras nos reímos, hasta que deja de hacerlo por mirar a algún lado.

Sigo su mirada y veo que está observando a una chica, que misteriosamente le devuelve la mirada.

- No quiero novias — le digo poniéndome serio.

- Papá, soy grande — dice rodando los ojos — me está viendo, ve con papá— dice agarrándome el brazo.

Dejo a Will ahí y voy con Valentín que está jugando con el cachorrito.

- Me botaron — digo haciendo puchero.

- No seas exagerado Manu, solo quería hablar con ella — dice acercándome a él.

Pasamos el resto de la tarde jugando con Zapp y el cachorro. Will había ido a caminar con la chica.

Valentín llama a Will diciéndole que vaya al hotel de una vez, nosotros tenemos que recoger las cosas de la playa.

Una vez terminado de ordenar todo, empezamos nuestro camino hacia el hotel, seguidos por Zapp y el cachorro.

- Valentín, que vamos a hacer con el cachorro? — digo parándome un momento— nos ha seguido toda la tarde.

Valentín piensa un poco.

- No nos van a dejar entrar al hotel con 2 perros, no sé si podemos quedárnoslo — dice también.

- Y si alquilamos una casa? — propongo— es más rentable que el hotel y tenemos más libertades—

- Ya lo solucionamos mañana amor— dice abrazándome — dejemos las cosas y hablamos con los encargados para que se quede hoy— me da un beso.

- Vale—

Subimos al cuarto a dejar las cosas y a los perros con Will y nos alistamos para bajar a hablar con los encargados.

Vamos agarrados de las manos hasta la planta principal y hacemos la fila.

Mientras estoy apoyado en su pecho, reconocemos a la chica de la playa adelante nuestro.

- Viste a los chicos en la playa? — le dice a su amiga.

- Sí, te agarraste al más chico — le responde la otra chica riendo — a mi me gustó el que se quedó echado en la arena—

- Es muy lindo, pero no te parece que el otro es más sexy? Con su cabello a lo militar, aunque si no lo hubiera visto sin camiseta pensaría que es chica— dice mordiéndose el labio.

- Aunque creo que no los veremos más, estos amores de playa solo pasan una vez—

- Adivina qué? Le pedí el número, le decimos que queremos salir con él y que lleve a sus amigos— dice sonriendo.

Valentín que escuchaba atento todo, golpea a una de "casualidad".

- Sorry — le dice

Las chicas nos miran con vergüenza.

- Amor, que te parece si mejor llamamos al encargado, luego? — me dice dándome un beso en los labios.

- Vale, le dire a nuestro hijo WILL, que vaya pidiendo la cena— sigo, apoyándome en su pecho.

Veo de reojo a las chica que lucen entre indignadas y avergonzadas mirándonos aún y volviendo a cuchichear.

Empezamos a subir las escaleras y él a su vez empieza a tararear.

"Cada vez que yo no me encuentro en mi" "Voy a vos para revivir" "Yo voy a estar ahí" "Siempre podes venir".

Cuando llegamos a la puerta de nuestra habitación nos sonreímos y nos damos un beso.













Vi que llegó a más de 200 leídas y más de 50 votos, muchas gracias por el apoyo, igual, no quería dejar esta historia tan cortita y me dieron ganas de escribir más.

El lugar y el nombre del perro es en honor a mi historia de amor fallida. Mi australiano y su gato Zapp, donde quieras que estes, que te vaya bien.

soles y flores.

𝑇𝑒𝑙𝑒́𝑓𝑜𝑛𝑜 𝑑𝑒 𝐸𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑧𝑎 - {𝑊𝑜𝑠𝑝𝑙𝑖𝑘}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora