🌻 Presente🌻

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Terminé de beber el agua y de relatar mi historia a Ciao. Él me veía serío, no dijo nada por unos momentos. Limpié mis manos en mi pantalón, no paraba de sudar.

—Y la última vez que lo vi estába entrando a un auto junto con unos hombres vestidos de enfermeros... Desde entonces no he sabido nada y...

—Olivia —me interrumpió, lo vi con el ceño fruncido —¿No sabías que Thiago estaba enfermo?

—¿Ahh? —fue lo que salió de mi boca al escuchar lo que había dicho —¿D-de qué hablás...?

Mi corazón empezó a bombear, mi garganta repentinamente la sentí seca, me dolió la cabeza.

—Me imagino que no te dijo nada para no preocuparte, pero él tenía un problema en el corazón... En la escuela se burlaban de él por eso, yo fui su único amigo, a los catorce años tuvo un trasplante de corazón, todo salió bien, sin embargo, años después volvió a recaer, el corazón no le estaba funcionando bien... —habló lentamente para que entendiera— luego perdí contactos con él por unos motivos personales y no supe más de él, hasta ahora que tú me contactaste.


Me sentía helada en mi lugar, mi sistema nervioso se descontrolo, iba a entrar en un ataque de pánico, no podía creer lo que Ciao me estaba diciendo. Unas cuantas lágrimas bajaron por mis mejillas sin poder evitarlo, ¿Cómo no me di cuenta? Me sentía tan patética.

—No, no puede ser cierto —negué— yo lo vi muy bien, él no puede estar enfermo, no.

—Pues lo disimuló muy bien, ¿Acaso nunca lo notaste cansado o con ojeras? Era su enfermedad.

Se me escapó un sollozo y cubrí mi rostro, no podía respirar bien.

—N-no, no por favor...

—Lo siento mucho, Olivia —se levantó— si deseas te puedo llevar a la clínica en donde la última vez estuvo internado, tal vez este ahí nuevamente.

Asentí apenas, las piernas me temblaban y sentía que en cualquier momento me iba a desmayar.

Mariposa Sin Color Donde viven las historias. Descúbrelo ahora