2. conocerte

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La clase acabó más rápido de lo que esperaba. Cuando me quise dar cuenta, todos los alumnos estaban ya de pie y corriendo hacia la puerta.
Era la hora de la comida, y con ello la ceremonia especial para decidir mi casa.

Hermione y yo bajamos juntas las largas escaleras de piedra. Sus dos amigos, Harry y Ron, bajaban justo detrás nuestra. Una vez llegamos a las puertas del gran comedor, la profesora Mcgonagall me separó del grupo y me hizo esperar fuera, mientras los demás alumnos pasaban.

Se quedó conmigo fuera esperando hasta que todo el mundo en el gran comedor estaba completamente callado. De repente, una voz grave rompió el silencio
—Buenos días, alumnos. Quiero dar la bienvenida a una estudiante nueva. Su nombre es Rebeca Dixon y va a ser vuestra compañera este año—dijo un señor mayor con una barba larguísima— espero que la tratéis como a una más y la hagáis sentir cómoda.
Hizo una breve pausa y después volvió a hablar con una sonrisa en su cara.
—Ahora si, Rebeca, entra al gran comedor para tu ceremonia, por favor.

Y en cuanto acabó de decir la frase, todas las cabezas giraron para mirar hacia la puerta. Di un paso tímido al frente y empecé a andar. El gran comedor era una estancia enorme. Tenía cuatro mesas separadas por casas. Slytherin y Ravenclaw a la derecha , y separadas por un pasillito estaban las de Gryffindor y Hufflepuff.

Las mesas estaban llenas de comida de todos los tamaños y sabores. Del techo colgaban miles de velas, que se iban moviendo de arriba para abajo despacio. Estar ahí se sentía como una película.

Me senté en la banqueta marrón en frente de todo el colegio. Estaba muy nerviosa y apenas podía oír lo que pasaba a mi al rededor. Y aunque nunca me había puesto nerviosa estar en frente de multitudes, las miradas y los murmullos me hacían sentir incómoda. Aun así, estaba deseando saber a que casa iba a pertenecer.

Mis pensamientos se esfumaron cuando sentí el gorro en mi cabeza. Tragué saliva y empecé a buscar con la mirada a Hermione. La encontré sentada en la mesa de gryffindor mirándo muy concentrada hacia mi. Cuando notó que la miré, me sonrió y me hizo un gesto levantando los pulgares dándome a entender que me relajara, que todo estaba bien.

—Una Dixon— dijo como primeras palabras el sombrero— veo que tienes un gran corazón, aunque eres una persona ambiciosa también, ¿verdad?
Me quedé en silencio. ¿Qué se supone que tenía hacer? ¿Contestarle? ¿Dejar que siguiera hablando?
—Eres una persona valiente, por supuesto. Muy leal y amigable. Creo que sé exactamente que hacer contigo....HUFFLEPUFF!!
El comedor estalló en gritos. La mesa entera de hufflepuff se levantó y empezaron a aplaudir y a chillar. Había un ambiente muy especial en el gran comedor en ese momento. La gente gritaba muy feliz y yo no podía contener mi emoción.

Corrí muy contenta hasta la mesa de mi casa y vi como un chico moreno, con unos rasgos perfectos y otro rubio con los ojos verdes me llamaban con la mano. Me acerqué a ellos y se separaron el uno del otro haciendo un hueco entre ellos para que me pudiera sentar.

—Rebeca, ¿verdad?—dijo el chico moreno— yo soy Cedric Diggory, y él es mi amigo Ernie McMillan. Va a cuarto año, como tú. Yo voy a sexto—me explicó mientras se echaba en el plato un poco de puré.
Encantada—dije sentándome en el hueco que habían dejado— Estoy muy contenta de estar en hufflepuff— dije sonriendo mientras me servía dos piezas de pollo.
Y nosotros de que estés—dijo Cedric sonriendo.

La comida fue muy agradable. Cedric me presentó a otras dos chicas de hufflepuff que se llaman Hannah y Susan. El tiempo pasó volando, y en menos de lo que me hubiera gustado todos los alumnos empezaron a abandonar el comedor. Salí del comedor con Cedric y Ernie, y una vez fuera nos despedimos porque todos teníamos diferentes clases.

Me tocaba cuidado de criaturas mágicas, pero no estaba muy segura de donde tenía que ir. Empecé a mirar a ambos lados para ver si encontraba alguien a quien preguntarle, pero solo había niños más pequeños que supuse que eran de primer o segundo año.

Estaba un poco agobiada. La clase empezaba en unos 5 minutos y no sabía a donde tenía que ir. Empecé a andar rápidamente de un lado a otro buscando a alguien al que preguntar cuando al fondo del pasillo vi a un chico pelirrojo altísimo que estaba de espaldas. Supuse que era Ron, y aunque no hubiera hablado con él me quedé muy aliviada sabiendo que por fin había encontrado a alguien y no iba a estar perdida.
—Ron!—dije acercándome a él—llevo 10 minutos intentando encontrar la clase y...

En ese momento, el pelirrojo se dio la vuelta y me di cuenta de que no era la persona que creía que era. Tenía la cara llena de pecas. El naranja de su pelo era muy intenso, y le llegaba casi a los hombros.
—George!—dijo el chico mientras me miraba divertido—Me parece que alguien aquí estaba buscando a nuestro hermanito.
En ese momento, otro chico pelirrojo apareció por las esquina del pasillo. Eran completamente iguales. A primera vista no había ni un solo rasgo que no tuvieran igual.

—Vaya Freddie, parece que Ronald tiene novia, aunque yo siempre había pensado que acabaría con Hermione—dijo ahora George asintiendo con la cabeza mirando a Fred.
—No. Ósea si. Estoy buscando a Ron, pero no soy su novia, a penas le conozco—dije riéndome— He llegado nueva hoy y necesito encontrar la clase de cuidado de criaturas mágicas.
—Entonces tú debes ser la famosa Beca Dixon de la que todos hablan.
—Nosotros somos George y Fred Weasley—dijo George sonriendo amablemente.
—Y si alguna vez tienes problema para diferenciarnos acuérdate de que yo soy el gemelo guapo—dijo ahora Fred sonriendo también.
—No le hagas caso, Beca. Todos sabemos que el hermano guapo soy yo.

Les miré a los dos y solté una carcajada muy sonora. He de reconocer me estaban pareciendo muy simpáticos y parecían unas personas súper divertidas. Estuvieron un rato más discutiendo sobre quién de los dos era más guapo, y una vez decidieron dejarlo en empate me acompañaron fuera y buscamos juntos mi clase. Fuimos hablando y haciendo bromas todo el camino. Me dolía ya la boca de reírme, pero estaba mereciendo la pena porque el rato que estaba pasando con ellos estaba siendo increíble.

Al final de la colina de Hogwarts había un grupo grande alumnos y un semigigante con una barba marrón muy extensa. Los gemelos me explicaron que se llamaba Hagrid y era el guardabosques, pero que ese año estaba ocupándose de la materia de criaturas mágicas porque la profesora había tenido un accidente.

Me despedí de Fred y George y me acoplé a la clase. Me puse al lado de Hermione y le conté un poco de como había ido mi día y a toda la gente que había conocido.
—He conocido a tus hermanos—dije sonriendo mirando a Ron.
—Fred y George, ¿no? Os acabo de ver bajando la colina
Asentí con la cabeza y me puse a mirar a Hagrid y a atender a la clase.
—Son muy simpáticos—le dije mientras tomaba apuntes.
—Eso dices ahora—sonrió levemente.

you feel like home | Ron Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora