Angel ¿guardian, o de la muerte? OPMxReader

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Era una noche como otra cualquiera, relativamente tranquila, en ciudad Z. Se escuchaban los maullidos de algún gato peleando, las risillas del borracho de la noche que volvía tarde a casa; y en lo alto de una de las azoteas se hallaba una figura, vigilando bajo la luz de la luna. Su negra capa ondeaba con la brisa, y sus ojos y oídos estaban atentos ante el más mínimo signo de problemas.

Llevaba patrullando clandestinamente aquél barrio poco más de un mes solamente, pero los carteristas y otros delincuentes de poca monta ya habían aprendido a no aparecer por aquella zona, pues se arriesgaban a que un ángel de aura oscura los capturara en el mejor de los casos para que a la mañana siguiente la policía los arreste. En el peor de los casos, sin embargo, el ángel cobraría la vida del delincuente como consecuencia de sus actos.

Pasadas las cuatro de la mañana el ángel de identidad desconocida empieza a moverse, saltando entre las azoteas de los edificios. No muy lejos le seguían dos héroes de clase A vigilando todos sus movimientos. Se trataba de los héroes Stinger y Lightning Max, la asociación de héroes les había pedido que localizaran y observaran a esa misteriosa aparición de la cual los delincuentes contaban todo tipo de cosas. Algunos afirmaban que atravesaba paredes, otros que era inmortal, alguno hasta que se trataba del fantasma de un héroe ya muerto. Todo eso hizo que la asociación quisiera localizarle, e intentar que se una a esta.

De pronto se escuchó el eco de un disparo en la lejanía, llamando la atención tanto de los héroes como del ángel. Ambos héroes se intercambiaron una mirada decidida y se dirigieron al lugar de donde estaban seguros que había venido ese estruendo, el ángel al verlos moverse duda por unos instantes si ir o no, era arriesgarse a que los héroes le detuvieran por asesinato y no se lo podía permitir. Pero tampoco iba a permitir que hubiera algún criminal armado en las cercanías del barrio tampoco, así que también fue en la dirección en la que se habían ido ellos.

Al llegar al lugar Stinger y Lightning Max estaban entre un grupo de chicos, de no más de veinticinco años, y un Mumen rider herido que parecía intentar proteger a una chiquilla. Fue obvia la deducción de lo ocurrido: En un intento de proteger a la joven de aquellos chicos Mumen recibió un balazo, y seguramente los otros dos héroes estaban ahora intentando que bajaran las armas para evitar que hayan más heridos.

-Cuantos idiotas en un mismo sitio...- Bajó de la azotea en la que se encontraba y fue corriendo sigilosamente hasta el grupo de chicos, demasiado centrados en los héroes que habían aparecido como para percatarse de lo que se les acercaba por detrás. En un rápido movimiento aquella misteriosa figura noqueó a los dos de atrás con un par de golpes veloces y contundentes. Uno de los otros tres que aún quedaban en pie se volteó y apuntó con una pistola, acto seguido la aparición bloquea el puñetazo de otro de ellos usándolo de escudo en cuanto el primero empieza a disparar, matando así a su compañero. Antes de que el cuerpo sin vida caiga al suelo coge su pistola del cinturón y dispara a los dos restantes , matándolos al instante de un tiro limpio en la cabeza.

-¡Suelta el arma!- Ante esas palabras se gira y ve a los tres héroes en posición de ataque, uno de ellos tembloroso por el par de disparos que recibió minutos antes. El ángel levanta ambas manos y deja caer el arma al suelo. Vestía un traje completo de color morado claro, con un antifaz que le cubría la mitad superior de su rostro y una capa con capucha que ayudaba a que se le viera menos la cara de color negros. llevaba también un cinturón con algunas navajas y una pistola, unos guantes que cubrían la mitad del brazo y unas botas altas hasta las rodillas. 

-Agradecemos la ayuda, pero no podemos pasar por alto el hecho de que has matado a tres personas. Identifícate- Sin responder a la pregunta de Lightning Max se acerca caminando despacio a Mumen rider, quien intentaba hacer lo posible por seguir en pie pese a las heridas. Sin embargo se interpone en su camino aquel al que había ignorado. Manteniendo el semblante serio, una sombra de tonos negros y morados empezó a envolver a la misteriosa figura, y en un rápido movimiento atravesó a Max como si de una nube se tratara, quedando frente al héroe herido.

-¿Que vas a hacer?-Preguntó Mumen a quien tenía delante, sin mostrar ningún miedo, mirándole a los ojos. Tampoco contestó a su pregunta, pero quedó respondida cuando le puso una mano el el abdomen, entre las dos heridas de bala que tenía, envolviendo su brazo con las mismas sombras que había usado para llegar a él atravesando a su compañero. Atónito y sin poder moverse al no comprender nada empezó a sentir algo más de dolor durante unos instantes, provocándole una mueca como reacción. Sorprendentemente apenas fueron unos instantes de dolor, en cuanto retiró la mano la levanto haciendo desaparecer aquella sombra y mostrándole dos balas. 

Tras dejar caer ambas balas al suelo, dejando sorprendidos a los demás, caminó en dirección a los callejones para volver a las azoteas. -¡Alto ahí!- Ignorando a los héroes corrió hacia una pared, atravesándola de la misma forma en que lo había hecho con el héroe. -Mierda... Escapó.- Sin saber por donde seguirle, y algo confusos por todo lo que acababa de ocurrir con ese sujeto de identidad desconocida, decidieron  llamar a una ambulancia para llevar a su compañero al hospital y avisar a la policía para que se encargara de arrestar a los dos supervivientes de aquel altercado y de interrogar a la civil sobre lo que había ocurrido.

-Por lo pronto podemos confirmar que algo de lo que dicen todos esos delincuentes si es cierto, de alguna forma es capaz de atravesar paredes y personas.-

-Si... fue una sensación extraña...- Confuso y recordando aquel momento le comentó Max a su compañero- De pronto sentí como... si hiciera mucho frío, como si estuviera en medio de una montaña nevada, sin nada de abrigo...-

-Pero te hizo algo? te causó algún tipo de daño?- Preguntó preocupado por el estado de su amigo

-En absoluto... Tan solo fue eso, mucho frío, como si me congelaran. En fin, supongo que tendremos que hacer un informe con respecto a todo lo que ha sucedido y lo que hemos descubierto de se "justiciero"- Dijo remarcando con los dedos las comillas de justiciero. 

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Cuando llegó a su bloque de edificios entró por la ventana de su habitación sin hacer ruido, se quitó el traje y lo guardó todo en un cajón del armario, y tras ponerse el pijama sale de su habitación y abre la puerta de la que hay al lado para asomarse, viendo a un niño pequeño dormir plácidamente. -Buenas noches angelito mío- Cerró la puerta y volvió a su habitación para tirarse encima de la cama e intentar dormir algo antes de tener que ir a trabajar en la mañana.