Estaba guardando las apariencias, pero Shen QingQiu llevaba un largo rato observando de reojo a su discípulo. Parecía encantado con la reacción que su inocente rostro mostraba; Luo Binghe estaba sonrojado de las orejas, mejillas y nariz, los labios formaban una línea muy apretada, parecía que evitaba abrir la boca. Su mirada estaba dirigida hacia la ventana desde que se había subido al carruaje, mientras, en sus brazos apretaba fuertemente una caja de madera que Shen QingQiu le había entregado unos momentos atrás.
Shen QingQiu asumió que probablemente Luo Binghe se sentía avergonzado por el detalle que había tenido con él. Aunque había sido algo bastante insignificante, el Luo Binghe de esa edad era muy sencillo de complacer. Shen QingQiu se deleitó un rato más hasta que decidió que era momento de romper ese extraño silencio que había surgido, comenzaba a sentir incomodidad al no escuchar palabra de alguien que regularmente no dejaba de hablar.
- ¿Tienes fiebre? Estás todo rojo
- ¿Shizun? ¡No! Es solo que... Shizun, yo - Luo Binghe balbuceo mientras su rostro se tornaba completamente rojo - Shizun, no debió molestarse.
- Tonterías, un discípulo mío no puede estar escribiendo con pinceles viejos, mucho menos uno que cumple con las actividades principales. ¿A caso estás avergonzado? Componte, esa no es la postura de mi discípulo principal - Shen QingQiu lo reprendió, pero en su mente estaba fascinado, adoraba al Luo Binghe de quince años tan noble y dulce.
Luo Binghe comenzó a sudar a pesar de que el clima era bastante fresco debido a la época del año. Cada vez que su Shizun le hacía elogios o tenía detalles hacia él, su corazón no podía evitar acelerarse, y su boca decía sin sentidos, lo cual provocaba el mal humor de su Shizun, por eso había evitado hablar desde que habían subido al carruaje.
El motivo de éste nuevo bochorno había sido una caja de pinceles que Shen QingQiu le había comprado mientras Luo Binghe hacia el reporte de una depuración a la que habían acudido a atender. Pero ese regalo tenía un trasfondo. Desde que Luo Binghe se había convertido en el discípulo de Shen QingQiu, no hacía más que buscar la perfección en todos los ámbitos. Al ser el representante de su Shizun en muchos asuntos a los que éste lo enviaba, debía ser digno y cumplir de manera pulcra en todo lo que se le asignaba y esto involucraba tener una bella caligrafía.
A decir verdad a Shen QingQiu le gustaba mucho la caligrafía de Luo Binghe, pero lo que más le gustaba era no tener que escribir los reportes o informes de las distintas misiones que atendían. El problema surgió una tarde que le pidió escribiera una carta a Mu QingFang solicitando su apoyo para facilitar más alcohol medicinal a Pico Qing Jing. Cuando Shen QingQiu regresó a la casa de bambú, encontró a Luo Binghe estresado con una carta recién escrita y una montaña de bolas de papel que habían sido desechadas, la razón; las fibras de los viejos pinceles de Luo Binghe realizaban trazos desiguales o líneas paralelas que arruinaban el trabajo de su discípulo.
Así que esa tarde mientras Luo Binghe realizaba el resumen de la misión, Shen QingQiu aprovechó para escabullirse del lugar. En un principio solo tenía la intención de huir de sus obligaciones, pero al pasar por una tienda de artículos varios, imaginó a su discípulo llenando de papeles el vestíbulo del señor que los había solicitado, así que entró al lugar para comprar los pinceles.
Al regresar a la casa del cliente al que habían acudido, encontró a Luo Binghe tirando la quinta hoja. De manera discreta se acercó a su discípulo para ver lo que estaba redactando, se sentó muy cerca y de inmediato una horrible mancha se derramó en el pergamino que Luo Binghe estaba llenando. Realmente son unos pinceles viejos pensó Shen QingQiu.
Luo Binghe sintió escalofríos al tener tan cerca a su Shizun, cuando éste acercó su rostro a su oreja no pudo soportarlo más y terminó derramando la tinta sobre el pergamino.
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XIn Mo
FanficUna aparente paz reina entre el mundo de los humanos y el de los demonios después del ascenso al poder de Luo BingHe, sin embargo, los clanes que en otro universo se habían visto sometidos gracias al poder que ejercía la espada Xin Mo comienzan a re...