Hormonas

20 1 0
                                    

          — Muy bien, Jacob, esta será tu habitación. — Dijo mientras prendía la luz de donde se quedaría. 

          — Muchas gracias, Chad, mi padre me quito mis tarjetas, por suerte podré seguir estudiando. — Le hizo una reverencia y acomodó sus cosas en la habitación. — Te prometo que esto será temporal, hasta que consiga un trabajo y departamento.

          — Está bien, eres la madre de mi futuro hijo, ¿cómo no podría hacer esto por ti? — se agachó para estar a la altura de su abdomen. — Hola, mi amor, ya casi está tu habitación, todo para ti solito.

Después de unas cuantas adulaciones hacia el futuro bebé, el mayor recibió un llamado de su mejor amiga, Candy, esta parecía alterada ya que Jacob podía escuchar los llantos de la mujer. El mayor, buscaba algo con desesperación y para no entorpecer su camino se hizo a un lado y no dijo nada.

          — ¿todo está....?

          — Mi amiga tuvo un accidente, debo irme ahora, si quieres cocinar o pedir comida, el dinero se encuentra en una cajita arriba de la heladera, ¡adiós! — Se despidió con la mano saliendo la casa a los tropezones.

Jacob, sin saber qué hacer en aquella gran casa que apenas conocía hace diez minutos, comenzó a pasear por la casa, tocando todo lo que veía con cuidado, o bueno, empezó a hacerlo cuando se le cayó una fotografía en la que se podía ver a Chad y Max, viendo a un hombre en el medio se encontraba un chico más alto que ellos dos, era bastante lindo, pero no lo conocía. Mientras limpiaba los vidrios rotos notó que aquella pareja no tenía muchas fotos juntas, se podía ver que se iban de vacaciones todos los años, pero mayormente salía solo con aquel chico de la primera fotografía. Pasaron las horas y ya había recorrido toda la casa, cansado decidió ir al baño de arriba para tomar una ducha.

⬤⬤⬤

El día de Max estaba siendo un poco pesado para él, un cliente se fue, su secretaria renunció para comenzar una vida nueva con su esposo en otra ciudad y su camisa favorita se había arruinado cuando un pasante tiró su café por no ver por dónde iba. Lo único que quería era regresar con su amado omega y beber algunas copas de vino para luego ir a dormir sin saber lo que le esperar al llegar a casa. Cuando pasó por la puerta de este, pudo sentir un aroma ajeno y conocido, no dudo en correr hacia el aroma por lo que había pasado la última vez, abrió la puerta con furia y dolor.

          — ¡Tú...! — Se detuvo sorprendido al ver a Jacob tapándose el cuerpo con una de sus toallas. — ¿Qué...?

          — ¿Qué miras, pervertido? ¿Acaso no ves que estoy semidesnudo? ¡Adiós! — Lo echó con sus manos tapando más su cuerpo.

Confundido, salió de la habitación y se dirigió a la cocina a servirse un poco de tequila mientras pensaba en lo que había visto en su baño, su piel húmeda y como la toalla podía remarca sus anchas caderas, agitó vigorosamente su cabeza para borrar aquellos pensamientos hacia él y volvió hacia donde había visto al menor, solo que esta vez tocó la puerta antes de entrar.

          — ¿Por qué estás en mi casa o acaso debo llamar a la policía? — Preguntó acercándose más a la puerta para oír su respuesta

          — Hola, buenas noches, te perdono por haber entrado al baño mientras me estaba secando. — Dijo con sarcasmo mientras salía del baño con su pijama.

          — ¿Qué haces en mi casa? — Dijo colocándose ante él para que no se fuera.

          — Mi padre me echó de casa y Chad quiso ayudarme, además quiero conocer el hogar de nuestro futuro niño o niña. — Dijo con una sonrisa mientras cepillaba su cabello.

          — ¿Y no tienes amigos, compañeros, familiares?

El menor solo lo miró algo molesto y cansado, dirigiéndose hacia la cocina por un poco de jugo de uvas, haciendo ruidos exagerados por lo delicio que estaba aquel jugo, notando el vaso con alcohol en la mesada.

          — ¿Un día difícil, campeón? — Preguntó mientras veía como se acercaba el mayor a por el vaso, ocultándolo del menor. — Vamos, sin miedo, ¿recordaste cuando Chat te engañó cuando entraste a casa?

Como el contrario seguía sin responderle, se acercó a él liberando ligeramente sus feromonas.

          — Dime, ¿Clay es un chico alto con cabello ondulado, nariz y dientes similares a los de un conejo?

          — ¿Cómo lo sabes? — Lo miró sorprendido por aquella pregunta, alejándolo un poco por las feromonas que expedía.

          — Primero, porque soy brujo — Hizo un juego raro con sus manos al frente de su cara tratando de hacer referencia a la magia. —, y segundo, porque hay varias fotos de ustedes con un chico muy guapo, además que recuerdo que me habías dicho que ese tal chico era muy cercano a tu pareja y a tú.

Se quedaron mirando un rato hasta que el menor le guiñó, haciendo que el contrario girara su cabeza con un notable sonrojo por la palidez de su piel. Él solo rió y se tiró en el sofá como si hubiera vivido en aquella casa desde siempre, hizo un lugar para el alfa esperando que este se sentara para comenzar hablar sobre lo que había pasado. Luego de una agradable charla, Max se dio cuenta que le era más fácil hablar con Jacob que con Chad, es decir, habla con él, pero no le eran tan divertido que con Jacob, tal vez porque este hacía chistes y su esposo no. Entre las risas, hubo algunas miradas coquetas del menor, hasta que la cercanía lo favoreció para robarle un inocente beso, como el mayor no se opuso ante el beso, se sentó en su entrepierna, siguiendo con el beso mientras movía con suavidad sus caderas.

          — No..., no Jacob — Colocó sus manos en su cadera, deteniendo sus movimientos y el beso. — Lo de aquella noche fue un error y ahora... ahora estoy con Chad.

Cuando el omega escuchó aquello, con un suave sonrojo se levantó con rapidez, terminando de beber su jugo de uvas.

          — Sabía que no lo engañarías, eres un buen hombre, Max y por eso serás un buen padre. — Dijo con una pequeña sonrisa mientras desviaba la mirada.

          — ¿Dices que esto es un tipo de prueba? — Lo miró confundido.

          — ¡Exacto! Y, como ya pasaste la prueba, me iré a mi habitación... a-a dormir.

Una vez que dijo esto, fue por más jugo de uvas y se fue sin mirarlo a su habitación. En el fondo, cuando aquel alfa lo rechazó, se sintió muy avergonzado, ningún alfa antes lo había rechazado y se sentía raro. Suspiró suave volviendo a tomar de su jugo para acostarse pensativo y sollozando por las hormonas.

Al poco tiempo Max se fue acostar esperando a su pareja, pero recibió el mensaje de este que avisaba sobre su ausencia durante la noche, esto hizo que Max se sintiera algo triste, ya que lo necesitaba, pero por lo menos pasó un buen momento con Jacob.

˖°꒰﹫Lucilex ༘₊°₍🐇🦊ˀ₎⇠ 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 09, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Desde esa nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora