Sometimes I like it when I make you cry...

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— Te hice una pregunta —. Finalmente, la silueta oscura del más alto se dio la vuelta, para quedar frente a frente con el vampiro.

Con la misma mano donde sostiene el cigarro encendido, bajo el brazo a una altura favorable para llegar a la palma de Larry y plantar una quemadura con la punta de la colilla donde yacía la brasa encendida.

— Y te la repito una vez más... —. La voz de Michael cambio a un ligero tono más alto y grave. Uno de ultratumba...

— ¿Qué sabor tiene? —. Insistió.

La quemadura hizo que sacudiera cada parte de su cuerpo, a tal punto de hacer caer su psp sobre sus piernas. Acercó la mano afectada para con la otra acariciar la zona de la quemadura.
Le miró con asombró, y con cierta pizca de temor.
Apenas y puede divisar la imagen que tiene del gótico a su lado, ¿Cuándo... Cuando fue que se acercó, o es que acaso sus brazos eran los suficientemente largos para llegar a su mano?
Es un sofá de 2 asientos así que... Mucha distancia no es...

— No--.... No lo sé... —. Tartamudeo el vampiro. ¡Habla con honestidad!
No se había fijado en la etiqueta del tipo de esencia artificial tiene el caramelo dentro de su boca. Por Drácula... ¡Larry no es de leer mucho esas cosas!

— Bien... —. Alejo el cigarro de la mano ajena.

— Dámelo —. Estiró la mano libre.

— ¿Eh? —. Respondió Larry.

Michael bajo otra vez el mismo brazo con el cigarro...

— ¡Ya---... Ya, ten! —. Rápido, se sacó el dulce. No le importo que esa cosa estaba llena de su saliva. Cumplió con el capricho del gótico.

¿Por obediente?
No.
¿Porqué están a casi ciegas y tiene desventaja?
No.
¿Por miedo?
...Sí.
Los traumas de la niñez siguen ahí.
Y una pelea o discusión fuerte sin ninguna luz fija de la cual se la guía para ver la asquerosa cara del muerto viviente que tiene delante suyo, no es una buena idea en estos momentos.
Lo mejor es... Mantener cierto nivel de "sí y no".

Michael miro la golosina, brillante y transplante, de un bonito azul oscuro.
Estiró la mano, y le quitó el dulce al "niño" vampiro.

Apartó el cigarro de sus labios, y se metió la paleta en la boca.
Chupa, rodea con la lengua, y saborea el circular dulce.

— Mora... —. Respondió el gótico.

— Sabe a moras azules —. Agregó.

— Ah... Que bien —. Respondió el vampiro menor con sarcasmo.

— Te la regalo, ya no la quiero —. ¡Tiene la saliva de Michael, Ew! No piensa ensuciar su boca con el ADN de un gótico.
Que molestia, que molestia en serio.

Entrecerró los ojos y miro con atención la figura más alta, su cigarro...

Levanto los ojos una vez más, notando como Michael había bajado la guardia, desviando la mirada hacia otro lado.
Es su oportunidad.

Arriesgándose a buscar un golpe cerca de su nariz o alguna parte de su rostro, se armó de valor para hacer lo siguiente: Rápido y habilidoso como un zorro, estiró su brazo para con la mano arrancarle el cigarro a Michael.

— ¡Me quitaste algo mío, ahora yo te quito algo tuyo! —. Sonrió en victoria, y delante de él, se llevó el "trofeo" a sus labios.

Una mirada de impresión fue la que le brindo Michael al chico de baja estatura.
Mirada que no duró ni 5 segundos. Le restó importancia que le quitará su cigarro. Después de todo, tiene su caja aparte que le ordenó a comprar.
Rodo los ojos, y acomodó el dulce por el otro lado de la mejilla.

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