Pruébalo.

Close to me...

Nota: Lamento la tardanza! He estado muy ocupada durante estos días y casi olvide que tenía este borrador jajaja. Enyways, ya con este finalizó.

El corazón se le detuvo, un frío mortal le abraza como cobija por todo el cuerpo, y la piel de gallina se manifestó de forma instantánea.
¿Escucho bien, o es que sus oídos de murciélago le están fallando hoy?
En ningún momento se atreve a pestañear, o si quiera ejercer un movimiento brusco.
Teme que con el más mínimo gesto puede suceder algo malo...

Un brillo destella en los temerosos y confundidos ojos. Contemplando por primera vez en su vida... El tranquilo y no amenazante rostro de Michael.
Una bonita imagen de compasión.

No tiene idea de que hacer, ni como reaccionar.
Larry está teniendo una lucha interna de emociones y ideas, por culpa del pánico.

— Mike no es felicidad... —. Con cuidado, y aflojando un poco la mano del agarré donde le sostiene la barbilla junto con las mejillas para no lastimarlo, lo trae un poquito más cerca suyo.

— Él... Esta distraído por otro chico —. Michael tiro del gallito con esas palabras. Precisas y cortas.
Aquellas que le han lastimado toda su adolescencia.

Pete.
Sí. Sabe de quién habla.
Él gótico cabeza de menstruación.
El mismo individuo que Larry se tomó el valor de escupirle en la cara (sin querer) cuando irrumpió con su grupo de amigos una de las reuniones de la sociedad de vampiros en el preescolar.

Su mirada temerosa comienza a tomar otra forma, una más melancólica y con un par de ojos aguados.
En sus pestañas inferiores, se denota el resplandor de las gotitas de lluvia salada que quieren salir de sus ojos.

— Dilo... No es demasiado tarde... —. El agarré de Michael desvanece, soltando sus dedos de la barbilla de Larry.
Necesitaba ver su reacción, necesitaba saber si las palabras que salieron de su boca, por fin lo haga entrar en razón.

¿Y porqué Michael hacia esto, porqué de repente muestra este extraño afecto y acción hacia su enemigo por naturaleza?

Porqué... Secretamente... Muy en el fondo...

— Dilo... Concéntrate... —. Michael insiste, con la más dulce y paciente voz que le ha salido del alma.
Con la gran esperanza de que tal vez... Ayude a calmar un roto bebé enfermo de un amor.

Larry reserva silenció, elevó los brazos para con sus propias manos las posicionará por encima de su boca y nariz. Su paleta la dejo caer por... quién sabe donde.
Con breves pestañeos, cada lágrima se iba resbalando de sus pestañas hasta caer por sus antebrazos.

Larry mueve la cabeza de derecha izquierda, de forma lenta pero entendible.
"No puedo", es lo que ilustra con su rostro lleno de dolor.

—...—. El gótico observa en silencio la molesta imagen de un Larry roto. Sollozante y solitario....

Antes, a sus 17 años, verlo llorar por su gran fanatismo y obsesivo amor por el líder de los vampiros le causaba gracia, verlo en su más miserable agujero sin salida era un placer que era inevitable no perderse.
Por lo idiota que era y lo patético que podía llegar a ser por mendigar un poco de atención de Mike.

Pero... A estas alturas... Ya con sus 24 años... Le lastima.
Le produce mucha pena/empatía, y hasta un poco de coraje.
¿Cómo puede alguien atormentar toda su vida por un amor que nunca fue para él?
Por alguien quién nunca supo valorar la atención que brindaba el otro.
La adoración... El profundo amor que te hace olvidar quien y que eres... Todo sea por hacer feliz a tu amado...

¿Cómo es que Mike nunca notó el esfuerzo de Larry que ha hecho toda su vida por estar junto con él? Se tiene que ser muy imbécil o ciego para no darte cuenta de eso...