Demencia [Yoongi][Tu]

3

Mi cabeza está apunto de explotar, puedo ver a mi novio arrimado en la pared mientras besa a una chica la cuál no conozco, estoy molesta, sin embargo respiro tranquila y volteo dónde estaba Yoongi.

— Vamos — le sonrió y empiezo a caminar.

Me dolía un poco que me hiciera eso, pero era conciente desde hace mucho que el se había volvió un apoyo emocional, soporto mis lágrimas y quejas cuando era más débil.

Sabía que en algún momento la relación llegaría a su fin, pero esperaba que al menos me lo dijera y no me hiciera ver cómo la estúpida a la que le ponen los cuernos.

— ¿estás bien? — con un tono cauteloso el chico tras de mi preguntó.

— claro no hay problema, en algún momento iba a pasar —

Pero aún así no me sentía del todo bien, tenía la opción de regresar a casa, pero no estaba segura si mi padre hoy estaba en casa, y tampoco quiero problemas.
Saque mi teléfono y revisé algunos mensajes, al final decidí que iría a un centro comercial o simplemente caminar por la ciudad, luego arreglaría los asuntos de la universidad.

— bueno yo me iré, suerte con tu primer día aquí — levanté la mano en un gesto de despedida y salí de la universidad.

Era extraño como había desperdiciado tanto tiempo en aquella persona que me juraba amor, tampoco esperaba que nuestra relación durará tanto, pero tuve que detener mis instintos de mirar a alguien más simplemente por respetar la relación.
Menuda estupidez cometí, si el lo deseaba hubiésemos tenido una relación abierta, no era algo malo si solo había un interés simple y no cariño de verdad, igualmente me es frustrante que me viera como idiota siendo "linda" con él.

Empecé a caminar sin rumbo alguno, mis pasos sonaban como eco en mi cabeza mientras revivía viejos recuerdos, hasta que mis rodillas cayeron sobre algo suave y áspero, había caminado hasta el parque dónde el maldito me juro no lastimarme, dónde dijo que tendríamos una hermosa relación, cuando dijo que solo tenía ojos para mí.

Lloré, por supuesto que lloré, él había logrado que tuviera algo de estabilidad, fue mi abrigo y mi soporte en mis momentos de malancolía... Tal vez eso le aburrió o simplemente las cosas terminarón y nunca lo ví, me deje llevar por la rutina y la idea de tenerlo siempre que ignore lo más importante de una relación "Amor".

Siempre me pareció idiota las personas que no se daban cuenta que su pareja las engañará pero ahora era yo la estúpida que dejaba que eso le pasará incluso dudaba si terminar la relación.

— ¿Tan mal puedo estar? — empecé a reír amargamente.

Cualquiera que me viera pensaría que estoy loca, llorar y reír una estupidez que solo yo puedo hacer.

Entonces tome mi teléfono, busque todo de él, y lo borré, las fotos, videos, apodos, los mensajes... Absolutamente todo, quiero que nada me aferre a su persona nuevamente.

Regresé tarde a casa, exactamente siete de la noche, sabía que mi padre se dormiría temprano y así que no tenía que preocuparme por nada, llegué a mi habitación tirando mi mochila al piso.

Caí de espalda a mi cama y cerré los ojos para dormir, en la mañana me ocuparía de todo, por el día de hoy simplemente quiero dormir y reponer fuerzas, que ya no me quedan y penden de un hilo muy delgado.

Estaba tan tranquila hasta que el molestó tono de llamada empieza a sonar, harta de todo apagó el teléfono para poder descansar.

•••

— Tn! —

Decir que no me asusté sería mentir así que me levanté de la cama mirando aterrada a la entrada de mi habitación buscando la voz que me hizo estremecer.

— ¿Tía? — ví la silueta que amaba con todo mi ser después de la muerte de mi madre.

— Si no soy yo, quién más sería? — esa sonrisa con los brazos abiertos fue una grata invitación para rodearla con mucho amor. — ¿me extrañaste?

Mi tía Charlotte, era la hermana gemela de mi madre, ella no había podido tener hijos así que cuando mi mamá se embarazo ella se puso muy feliz y recibí un montón de amor por parte de ella, pero había dejado de verla después del velorio en Canadá hace dos años.

Verla era como sentir a mi progenitora cerca de mi, definitivamente era reconfortante, aunque la relación de mi tía con mi padre no era buena por razones que desconozco, así que era raro tenerla aquí.

— ¿Y papá? — me aleje para sentarme en la cama.

— Se fué, como siempre es un cobarde, debería saludarme pero se pasó de largo — hablo con molestia. — pero no importa, creo que hoy no tienes clases, verdad? Es Sábado.

Abrí los ojos poniéndome recta y busque mi teléfono para prenderlo y confirmar que si era fin de semana, había estado distraída los últimos días que perdí la razón del tiempo.

— Juro que no lo noté —

— No importa, esas cosas suceden en la vida universitaria, tus abuelos te extrañan pero como no pueden venir a Corea te enviaron regalos y yo también te traje algunos — en eso ví la maleta que traía.

— no me digas que es toda la maleta — entonces ví la sonrisa de mi tía como si hubiese dicho la respuesta correcta.

— No creas que no me di cuenta de que te paso algo, tus ojos están hinchados y tú habitación desordenada, así que se quede paso algo, o ¿me equivoco? — sus brazos se cruzan.

— No....