un jugador en gate

Ataque demoniaco parte 1

Washington D.C, Estados Unidos de America.

23:30h.

Desde la fundación de los Estados Unidos, su historia inicio como las demás naciones del mundo. Fue construida con miles de cuerpos y escrita con la sangre de todos los que murieron en su revolución.

Actual mente esa nación había logrado posicionarse, como una de las mas poderosas del mundo tras la segunda guerra mundial. Pero ahora, la orgullosa nación estaba sufriendo el mayor ataque de toda su historia.

La ciudad de Washington estaba en llamas. los vehículos en la calle se movían tan rápido como podían mientras intentaban escapar del infierno en el que estaban. Pero trágicamente, muchas de las personas que corrían en la calle escapando, saqueando, o peleando contra los monstruos en forma de perros que estaba cazando y consumiendo a todos los humanos que alcanzaban en ese horrible infierno en el que la ciudad se había convertido.

La destrucción del capitolio, estaba siendo observada desde los cielos por el presidente de estados. El como muchos de los miembros mas importantes de la casa blanca, habían sido evacuados desde el momento en el que barios de sus satélites habían captado los horrores que estaban ocurriendo en todo el mundo.

Desde la aparición de la puerta en Japón. Los Estados unidos, como posible mente muchas otras naciones habían mantenido ojos y oídos en la nación del sol naciente, pero seguramente nadie esperó ver como de la nada un sin fin de monstruos aparecían y atacaban toda la ciudad de Tokio Japón.

La vista de tal acontecimiento perturbaría a cualquiera. Pero al presidente Dirrel no le preocupaba nada de lo que estaba viendo. Claro, se sentía asqueado con toda la masacre que estaba viendo. Pero era imposible no poder ver la oportunidad que se acababa de abrir frente a sus ojos. Después de todo, tal acontecimiento seria la excusa perfecta que el necesitaba para mandar a sus fuerzas del otro lado del portal, todo con la excusa de que tales bestias provenían del otro lado del portal y que los Estados unidos debían tomar control del portal para salva guardar la seguridad de los japoneses y del resto del mundo.

¡Era perfecto!. Pero hubo algo que el no esperaba. Las criaturas estaban en otras partes del mundo como en la ciudad de París Francia, Mosku Rusia, Ciudad de Pequín en China y muchos mas.

"Lo que estaba pasando era global y por lógica, algo de tal magnitud no era al azar". Fue lo que pensó Dirrel al ver las noticias, pero sus pensamientos no duraron mucho, cuando su Secretario de Seguridad Nacional hablo.

"¡Presidente Dirrel, tenemos que actuar rápido antes de que esta crisis escale a peor!". Los gritos de preocupación de su secretario de seguridad nacional no le ayudaron en nada, pero si provoco que su enojo empeorara al pensar en el posible culpable.

"¿Cuanto falta para que el ejercito llegue?" 

"Llegarán en unos 15 minutos mas señor presidente".

"¡Esa maldita alianza!". Gritó Dirrel mientras golpeaba su puño sobre la mesa en la que estaban recargados sus brazos. 

"¿Señor?"

"¡¿Acaso no recuerdas los informes que obtuvimos de los Japoneses?!".  Gritó, mientras golpeaba su puño con toda la fuerza que el tenia sobre el escritorio que tenia frente a el.

Grasias a los informes obtenidos de manera poco convencional, se había descubierto que la alianza tenia magos nigromantes, invocadores de bestias, demonios y muchas otras cosas que solo se conocían en juegos, cuentos y novelas muy alocadas de fantasía. Claro. Al principio la mayoría creía que esa información era mentira, o que serian exageraciones que ocultaban las verdaderas capacidades de las tropas de la Alianza. Pero después de conseguir un video clasificado que consistía en como algunos magos de la alianza mostraban sus capacidades. No quedaban dudas sobre lo fantástico y peligrosos que podían ser estos magos.