Un cuento misterioso atrae la atención de Jimin y sin saber cómo es transportado a un mundo de magia y hadas, siendo él elegido para ayudar a un hada de nombre Jungkook a resolver un gran problema.
𝑫𝒆𝒕𝒂𝒍𝒍𝒆𝒔:
《Pareja principal: kookmin
《Mini...
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Era un hermoso día de verano, con el sol brillando en lo alto y una suave brisa acariciando el paisaje. La familia de Jimin estaba emocionada por las vacaciones que se estaban aproximando. Desde hacía semanas, habían estado organizando cada detalle para asegurarse de tener un viaje inolvidable.
Con la emoción en el aire, todos se prepararon para el viaje. Jimin, con su cabello oscuro ondeando al viento, ayudó a cargar las maletas en el amplio maletero del auto. Su madre, siempre atenta, aseguró que todos llevaran lo necesario y que no olvidarán nada importante para la travesía.
Una vez estuvo todo listo, subieron al auto para emprender su viaje hacia el destino elegido. Jimin ocupó su lugar en el asiento trasero, y mientras el auto avanzaba, no pudo resistirse a sumergirse en su mundo literario. Sosteniendo su libro entre las manos, se adentró en las páginas llenas de aventuras y misterios.
—Cariño, deja de leer tanto, se te van a quemar las pestañas —bromeó su madre, interrumpiendo amablemente su lectura, mientras le entregaba un delicioso sándwich que había preparado para el viaje.
—Mamá... —Jimin esbozó una sonrisa cómplice ante el comentario, pero no pudo evitar un pequeño puchero de protesta antes de cerrar su libro y tomar el bocadillo que le ofrecía su madre. Era una deliciosa mezcla de sabores, y Jimin disfrutó cada bocado con gratitud.
—¿Sigues en contacto con tus amigos? Una madre quiso organizar una salida, pero la verdad es que no me apetece —arrugó su nariz antes de reír —supongo que es la edad.
—Descuida, mamá. Entiendo cómo te sientes. Aunque dejamos de hablar porque iríamos a distintas universidades... —Jimin explicó con sinceridad, su mirada perdida en el paisaje que se desplegaba a través de la ventana del auto —, se excusaron diciendo que seguiríamos en contacto, pero sabemos que es mentira. Las cosas han cambiado y todos estamos enfocados en nuestras propias vidas ahora.
Su madre asintió comprensivamente y puso una mano cálida sobre la suya con dificultad debido a la separación de los asientos.
—Es normal que las cosas cambien y que cada uno siga su camino. A veces, la vida nos lleva por caminos diferentes, pero eso no significa que los recuerdos y las amistades que construiste en el pasado no sean valiosos. Siempre tendrás esos momentos para atesorar —le aseguró con dulzura.
