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A medida que Jungkook y Jimin avanzaban hacia el corazón del pueblo de Azmar, la sensación de pesadez en el ambiente se hacía más intensa

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A medida que Jungkook y Jimin avanzaban hacia el corazón del pueblo de Azmar, la sensación de pesadez en el ambiente se hacía más intensa. Las sombras se alargaban, envolviendo el paisaje en una aura sombría y desolada. Las calles que solían estar llenas de risas y colores vibrantes ahora estaban cubiertas por un velo oscuro, y la tristeza se reflejaba en los rostros de los habitantes que se cruzaban en su camino.

Los jardines que una vez estuvieron repletos de flores y vida ahora parecían marchitos y sin vida. Los animales, que solían revolotear y jugar por doquier, se escondían asustados en sus refugios. Era evidente que la magia negra estaba afectando a cada ser vivo y a cada rincón del lugar, sumiéndose en una profunda melancolía.

El señor Weasley, quien solía ir al río cada mañana para llenar sus cubetas y regar sus plantas con esmero, dejó de hacerlo. Las flores y plantas que adornaban su jardín, una vez vibrantes y coloridas, ahora se marchitaban tristemente.

La señora y el señor Scamander, una pareja que había compartido más de medio siglo de vida juntos, comenzaron a ignorarse mutuamente. El lazo de confianza y complicidad que habían tejido durante tantos años se estaba deshaciendo rápidamente. Las miradas cálidas y sonrisas amorosas que solían intercambiar se habían transformado en gestos de indiferencia y frialdad.

El pequeño negocio de la señora Harper, una dulcería que solía estar llena de clientes felices y risas contagiosas, se había vuelto un lugar silencioso y sombrío. Las delicias que solía preparar con tanto amor ahora carecían de ese toque especial que solo el cariño puede otorgar.

Incluso los niños del pueblo, que solían corretear por las calles jugando y riendo, se mostraban apáticos y tristes. La magia negra había robado su alegría y vitalidad, dejándolos sin ganas de disfrutar la vida.

Jungkook sentía cómo su corazón se apretaba ante la tristeza que reinaba en el pueblo. Sin embargo, se esforzó por mantenerse fuerte y optimista, sabiendo que debía ser el pilar de esperanza que tanto necesitaba Azmar en ese momento.

—¿Y cómo te llamas? —preguntó Jungkook en un intento de mantenerse positivo. —Estuve tan emocionado por tu llegada que olvide preguntarte.

—Mi nombre es Park Jimin —carcajeó de forma dulce —, gracias por evitar que me lastimara.

Lluvia De Amor «KookMin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora