Mi manera [Buzz x Woody]

Los juguetes pueden morir

𝑌 𝑎𝘩𝑜𝑟𝑎, 𝑒𝑙 𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙 𝑒𝑠𝑡𝑎́ 𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎, 

𝑦 𝑎𝑠𝑖́ 𝑚𝑒 𝑒𝑛𝑓𝑟𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑎𝑙 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 𝑡𝑒𝑙𝑜́𝑛.

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-Woody...Woody...Woody...

-No está dormido, ¿verdad, Slinky?

Slinky negó efusivamente su cabeza incapaz de pensar algo así.

-Solo esta..., exhausto – justifico vacilante el repentino estado inmóvil del juguete más viejo y aun dentro de la caja de cartón.

Cara de Papa solo negó con la cabeza y se alejó del <<perro guardián>> más ocupado en encontrar algún tipo de distracción en ese oscuro, enorme y abandonado desván. Por otro lado, Slinky dio un paso para ir detrás de Cara de Papa y arrastrarlo de regreso, ya que temía que Andy volviese para llevarlos de regreso con él y esa papa amargada por su terquedad se perdiera entre las cajas que decoraban el lugar, pero al recordar el misterioso estado de su amigo prefirió acurrucarse a su lado y esperar con una mirada suplicante que despertara.

Slinky cerro sus ojos para descasar un rato. Pero, unos golpecitos amistosos hicieron eco en sus orejas, así como un inaudible murmullo del juguete que yacía debajo de él con una expresión ilegible por la poca luz dentro del desván. -¡Woody!- exclamo alegre él cachorro de plástico y abrazándolo con fuerza.

-Slinky...- reconoció Woody después de ser liberado del agarre casi titánico del su más viejo amigo. – Dime, Slinky... - él sheriff dudo antes de continuar aún desorientado e incluso un poco asustado. - Estamos en el desván de la casa de Andy, ¿verdad?

Él juguete con la mentalidad de un cachorro asintió confundido por su pregunta.

-Pero, como tu dijiste, Woody: esto es solo temporal hasta que Andy se sienta mejor y pueda volver a jugar con nosotros, ¿no? – Repitió entusiasmado volviendo a su lado y colocando mansamente su cabeza en su regazo esperando un mimo de su parte.

La mano izquierda de Woody cayo pesadamente sobre su cabeza como un libro pesado, pero rápidamente lo compenso con una caricia superficial detrás de su oreja derecha, aunque sentía algo diferente. Slinky lo observo a través de sus ojos medio cerrados y vio una profunda tristeza bañar ese par de ojos castaños mientras ofrecía una sonrisa vacía. – Él pequeño Andy, vendrá pronto por nosotros, Slinky.

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𝐴𝑚𝑖𝑔𝑜 𝑚𝑖́𝑜, 𝑙𝑜 𝑑𝑖𝑟𝑒́ 𝑠𝑖𝑛 𝑟𝑜𝑑𝑒𝑜𝑠,

 𝘩𝑎𝑏𝑙𝑎𝑟𝑒́ 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑐𝑎𝑠𝑜, 𝑑𝑒𝑙 𝑐𝑢𝑎𝑙 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑜 𝘩𝑎𝑏𝑙𝑎𝑟 𝑐𝑜𝑛 𝑐𝑒𝑟𝑡𝑒𝑧𝑎.