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Los días habían pasado con rapidez, convirtiéndose en semanas para luego ser meses, cinco meses con exactitud, la atracción que ambos muchachos tenían habia sido desatada un mes antes, donde no habían soportado la tensión y habían unido sus labios en un beso lleno de pasión, esa misma noche habían enredado sus cuerpos sintiendo esa sincronía y ese placer que los habia quemado y sin duda habia dejado una huella en ambos.

Esa noche seria noche buena, Draco tendría que estar en su casa ayudando a su madre a preparar la cena que tendrían pero en lugar de estar en casa de sus padres, se hallaba acurrucado a Harry en el cuarto de este.

Harry daba ligeras caricias en la espalda del rubio, tenia los ojos cerrados y una sonrisa en el rostro, habia sido poco tiempo pero habia quedado engatuzado por el rubio, Draco se habia metido bajo su piel y él no habia hecho nada para evitar eso.

Es más, él lo habia permitido.

Draco dibujaba con su dedo círculos imaginarios en el pecho del pelinegro, se sentia bien estando ahí pero habia algo que hacia que el rubio se perdiera en sus pensamientos, una ligera voz en su cabeza que le decía que estaba haciendo mal.

Los labios del pelinegro posándose en sus hebras doradas lo trajo nuevamente a la realidad, elevó la mirada conectándola a la del pelinegro quien le regaló una suave sonrisa.

- ¿Estas conmigo bebé? - habia preguntado Harry con cariño en la voz, Draco tan solo asintió mientras cerraba los ojos y trataba de callar a esa vocecita dentro suyo que le decía que estaba haciendo mal.

- Perdóname, me perdí entre mis pensamientos - susurró volviendo a apoyar la cabeza en el pecho desnudo del pelinegro, tan solo se hallaban cubiertos por una fina sabana.

Pese al clima frío que hacia fuera ellos se sentían cálidos estando juntos bajo las sabanas.

- ¿Puedo saber que atormenta los pensamientos de este precioso hombre? - preguntó el pelinegro moviéndose con cuidado para colocarse sobre el rubio, apoyándose en sus manos para no aplastarlo.

Comenzó a besar su rostro con delicadeza y cariño, causando que el rubio cierre los ojos y se deje hacer, Harry besó cada parte de su rostro, desde las mejillas, los pómulos, los parpados, la nariz, la frente y los labios, para luego bajar sus besos hacia el cuello, hombros y clavículas.

Harry tenia unas enormes ganas de dejar marcas en la pálida piel de Draco pero este le habia advertido que odiaba las marcas y por esa razón no lo hacia, no queria que el rubio se molestara como aquella vez que le habia hecho un chupetón en una de sus clavículas.

- Harry...- soltó el rubio en un suspiro casi gemido, el rubio enredó sus dedos en las hebras azabaches del otro.

Nuevamente se fundieron en el fuego de su placer, entre suspiros y gemidos, besos y caricias, suaves palabras de amor que le recitaba el pelinegro haciendo que el rubio se derritiera entre sus brazos.

Con un suave "Te quiero" por parte del pelinegro el rubio habia terminado viniéndose entre ambos abdómenes.

Cuando ambos terminaron nuevamente se habia acurrucado dándose ligeras caricias.

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- No puedo creer todo lo que dices Draco, ¿estas consciente de como va a terminar todo esto? - las rudas palabras por parte de aquella pelinegra que miraba al rubio con el ceño fruncido logró que Draco bajara la mirada.

Habia regresado a su casa una hora antes de que la cena comenzara y se hallaba hablando con su mejor amiga sobre todo lo que habia estado pasando.

Pansy miraba con reproche a su rubio amigo, sentia pena por el pelinegro del que le habia contado, ¿pero como no sentirla si estaba siendo utilizado?

- Debes decirle la verdad ¡Lo estas lastimando! - susurró con rabia la pelinegra, se hallaban en la habitación del rubio quien estaba arreglando su vestimenta frente al espejo, tenia la mirada perdida en su reflejo.

Pansy tenia cuidado de no levantar mucho la voz porque habia muchas personas en aquella casa y sin duda no faltaría algún chismoso.

- Pero...- las palabras habían quedado colgadas en el aire cuando la puerta de aquella habitación se habia abierto dando paso a un hombre alto de piel pálida y cabello azabache.

Tenia la mirada seria pero esta cambio a una cargada de cariño cuando miró al rubio.

- Te ves precioso mi amor, pero tú siempre estas precioso, siempre deslumbrando tu belleza sin importar la hora que sea - pronunció el pelinegro con una sonrisa, acortando la distancia que habia entre el rubio y él.

- Theo... - susurró en una sonrisa el rubio aceptando el suave beso de labios que le habia dado el más alto.

Pansy miró con el ceño fruncido aquella escena que antes la hacia chillar de felicidad por el amor que esos dos se tenían, porque era una relación de más de tres años, una relación que habia comenzado de la forma más cliché y que a regañadientes habia aceptado el señor Lucius Malfoy.

Porque le habia costado a Theodore d dos años ganarse el cariño de su suegro.

Pansy miró a su mejor amigo con molestia y salió de aquella habitación cerrando la puerta con bastante fuerza.

- ¿Le pasa algo? - preguntó Theo rodeando la cintura de su novio con bastante cariño.

- No te preocupes, no le pasa nada preocupante, solo esta así porque el vestido que tenia pensado ponerse esta noche sufrió un accidente en la tintorería y tuvo que ponerse otro.

- Vaya que lastima. - murmuró el pelinegro besando el cuello de su pareja.

Tiró suavemente de él hacia si y comenzó a repartir besos sobre su novio, Draco giró sobre su propio eje rodeando así el cuello de su pareja con sus brazos.

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Pansy no dejó su expresión de molestia en ningún momento, es más, su enojo aumentó cuando vio a la pareja bajar con unas sonrisas cómplices agarrados de la mano y con el rubio portando unos casi visibles chupetones en el cuello.

La cena se llevó a cabo con toda la alegría que uno sentia en una cena de noche buena, tanto la familia de Draco, como la de Theo y Pansy reían de diferentes reseñas que contaban.

Theo se habia colocado de pie cuando la cena habia dado fin, captando la atención de todos en la mesa, el silencio se hizo presente y todos miraron expectantes al pelinegro.

- Bueno, necesito decir algunas palabras si me lo permiten - todos asintieron con una sonrisa dándole paso a continuar - como bien saben, llevó más de tres años en una hermosa relación con este precioso chico que me enamoró, sé que este ultimo año tuvimos algunos problemas por mi trabajo en otro lugar.

Pansy entrecerró los ojos presintiendo a donde queria llegar el pelinegro.

- Pero supimos sobrellevarlo, porque nos amamos y siento que es tiempo correcto para hacer esto - Theo sacó de uno de sus bolsillos una pequeña cajita y se arrodilló delante del rubio, logrando que toda la mesa jadeara sorprendidos, menos Pansy - Draco Malfoy, eras, eres y serás siempre el amor de mi vida, ¿quieres hacerme el honor de casarte conmigo? - preguntó el pelinegro abriendo la cajita y mostrando un anillo de compromiso.

Draco miró al pelinegro con los ojos abiertos como platos, no se esperaba aquello, miró a cada uno de los presentes, su padre tenia el ceño ligeramente fruncido, Pansy negaba disimuladamente con la cabeza.

El resto tenia los ojos llorosos esperando por la respuesta del rubio.

Volvió a mirar a su pareja y le regaló una sonrisa mientras asentía con los ojos ligeramente llorosos.

- Si, claro que si mi amor - murmuró el rubio logrando que el resto suelte gritos de alegría.

Theo colocó el anillo en el dedo anular de la mano izquierda del rubio para luego besar sus labios con alegría y emoción.

Se sonrieron pero todo fue cortado por el portazo que se habia escuchado por toda la casa.

Draco llevó su mirada hasta el lugar de su amiga y como supuso, ella no se hallaba ahí.

¿Felicidad O Costumbre?🍏 HarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora