Tú eres mi razón [JIKOOKMIN] TERMINADA

[Epílogo]

— Hola cariño — giré la mirada hacia la voz y la ví, iba con un vestido blanco, holgado, largo con olanes. Su cabello era rubio, largo y ondulado, iba descalza disfrutando de la arena. Me estaba sonriendo delicadamente, abriendo sus brazos invitando a enredarme entre ellos.

Negué con mí cabeza sin creer que ella estaba ahí, que eso era real y no otro de mis sueños, talle mis ojos, tal vez las lágrimas no me dejaban ver con claridad, tal vez el dolor me estaba nublando el juicio. Pero al volver a abrir los ojos ella seguía ahí, con esa ancha y hermosa sonrisa brillante

— ¿Ma-mamá?— pregunté, sintiendo otra vez un nudo en mí garganta. Ella asintió y yo, con mis piernas débiles me levanté, tambaleandome. Me quedé parado, viendola, aún sin creer ni entender lo que estaba pasando

— Cariño, ven — sin esperar nada más, corrí hacia ella. Corrí como un niño pequeño viendo a su madre después de un día pesado en la escuela. Llegué a ella y la abracé, era real, era totalmente real. Cómo ese abrazo que tuve en mí sueño, este fue igual o podría decir que mucho mejor, sentí que ese abrazo pegó todos los pedazos rotos de mí corazón y unió mí alma de nuevo en una sola pieza.

Comencé a llorar de nuevo, esta vez en su hombro, sintiendo sus delicadas caricias en mí espalda, escuchando sus susurros tratando de consolarme.

— Llora todo lo que quieras cariño, estoy aquí — habló. Le hice caso, no sé cuánto tiempo estuvimos así, fundidos en ese abrazo tan maternal mientras mojaba su hombro con mis lágrimas. Despues de que mis lágrimas se agotaron me alejé un poco, quedando cara a cara. Ella subió sus manos a mí cara y limpió los rastros de mí llanto con sus dedos pulgares, tocandome como si fuera lo más delicado del mundo, después acuno mí cara entre sus palmas haciéndome sonreír

— No entiendo que está pasando, Suho me dijo que estabas... — ella negó con la cabeza al escuchar mis palabras, con una sonrisa.

—¿Gustas tomar asiento?— preguntó y sin esperar respuesta, se sentó en la arena con su vista al mar. Copié su acción sentándome junto a ella, pegando mis piernas a mí pecho esperando que hablara — Es una historia... Un poco larga —

— Cuéntame —

— ¿Hasta que parte te contó Suho?— preguntó aún sin mirarme

— Me resumió todo, Seokmin se enamoró de ti al igual que él. Pero tú te enamoraste de mí padre y entonces él se enojó, Yon mató a Seokmin, tu te fuiste con él, me tuviste a mí, estuvieron juntos, después te entregó porque le dijiste que querías más a Seokmin — dije tratando de hacer una sonrisa

— Suho nunca se enamoró de mí, no conoce ese hermoso sentimiento. Sólo se obsesionó conmigo — habló — Pero si, algo así paso —

— ¿Seokmin si murió?— pregunté y ella asintió, con una cara triste

— Seguir aquí... Después de que él murió, fue un gran reto — bajé mí mirada recordando a Jungkook sintiendo mis ojos aguarse de nuevo

— Era tu destinado ¿Verdad?— pregunté con la voz entrecortada, ella asintió sonriendo.

— Supongo que ya conoces la leyenda así que la voy a evitar — comentó — Tu padre y yo nos conocimos aquí. Estaba aquí porque en ese entonces era guardián, así que andaba con mí protegido. —

—¿Quién era?— pregunté

— La mamá de Jin — habló provocando que abriera mis ojos por la sorpresa — Mis padres eran una arcángel y un guardián,  así que heredé los poderes de ambos. —

— ¿Conoces a Jin?— pregunté y ella asintió

— Conozco todo de ti cariño, al igual que de tus amigos — asenti entendiendo sus palabras