Angeles y Demonios

Prólogo

Hace eones seres de todas las especies imaginables reinaron la tierra con puño de hierro, pero debido al poder con el cual cargaban la mayoría de estas increíbles criaturas las tocó refugiarse en las sombras y ocultar por completo su existencia, y por lo tanto su poder.
El mundo el cual ellos habían conocido dejó de existir para dividirse en tres grandes mundos: el cielo, la tierra y el infierno.
Las criaturas aladas de enorme bondad y belleza ascendieron al cielo, lo cual al principio era el único mundo a parte de la tierra, pero tras siglos de paz hubo parte de esos seres alados que no comprendieron porque debían ocultarse como si fueran monstruos, porque nadie los debía ver, no es como si hubiesen hecho algo malo, ¿Entonces porque se ocultaban de la vista de todo ser terrenal?
Los mismo seres alados llenos de bondad y belleza que tanto tiempo habían vivido en paz unos con otros estaban empezando a poner en duda las medidas tomadas, lo cual al final desató una rebelión y junto a ella una guerra, una guerra la cual los ángeles que estaban a favor de mantenerse ocultos ganaron, todos los que se rebelaron fueron apresados y castigados. Su castigo fue severo, sus alas se tiñeron del más absoluto negro y el halo de luz que antes órbitaba sobre sus cabezas desapareció. Fueron desterrados de los cielos a pasar la vida en los infiernos y sin poder salir de allí, los destinaron a no ver más mundo que el que tenían frente a sus ojos.

Los desterrados tras la primera guerra hicieron de su prisión un hogar, porque aún que vivir en el infierno fuese su castigo nadie les obligaba a sufrirlo como tal. En la enorme explanada de nada que había construyeron prácticamente una ciudad y en los edificios que construyeron vivieron junto con sus familias. Los ahora llamados demonios era la viva imagen de la mezcla de culturas entre la humana y la angelical.

Entre tanto había un mundo totalmente al margen de estas guerras y de la existencia de estos seres, pese a que algunos seres fantásticos aún vivían en la tierra. Los "Mundanos" como se les solía llamar entre criaturas mágicas eran seres básicos, carecían de magia alguna, o de algo que les hiciese especiales.

El tiempo pasó y pese a haber sido castigados por sus ideas en el infierno algún que otro demonio no se había rendido aún, y uno de ellos tuvo una brillante idea. Si ellos tenían prohibido mostrarse ante los humanos en su total naturaleza tomaría forma humana para ir a donde los Mundanos vivían y llevaría a cabo su plan.
Su idea magistral constaba de muy pocos pasos, era simple y a la par compleja, su plan era reproducirse con una mundana que diera a luz al primer demonio que caminase de forma natural y libre entre humanos, y así fue, lo logró.
Convertido en un apuesto y joven hombre embaucó a una chica sencilla a la par que bella y tras tiempo conociéndose ella se enamoró de él y cometió el error de confiar en él.
A los pocos días de haber tenido relaciones el hombre al que amaba desapareció, y tras un par de meses en ella se empezaron a manifestar claros síntomas de embarazo, hasta que por fin, un 13 de abril nació un bebé con el pelo azabache y los ojos de un marrón oscuro cercano al negro, piel pálida, mejillas sonrosadas y atenta mirada en cuanto estuvo en brazos de su madre.

Este hecho no quedó aislado, ya que arriba se enteraron del crimen que había cometido este demonio, el cual fue destinado a pasar su vida en el tártaro.