Prólogo

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Un cuarto silencioso era el escenario, carente de alguna ventana y con una pequeña puerta en una esquina, la cual tenía un dibujo en ella, una placa azul que mostraba un dibujo simplista de una regadera abierta. Una cama yacia pegada al muro más lejano de la puerta principal, está era lo exacto para una persona, y exactamente una persona dormía en ella, un hombre cubierto con blancas cobijas; con un par de botas negras en el suelo al pie de la cama, justo a un lado de un brillante escudo en forma hexagonal, bastante alargado y con un borde rojo, además una dorada águila en el frente.

—"Tengo que correr, o la bomba explotará..."— susurraba una femenina y agitada voz en la mente del hombre en la cama

—Hmm... Jesse... n... no... ¡No!— dijo de manera muy exaltada, estaba teniendo una pesadilla; el hombre se mostraba agitado y sudoroso. Respirando de manera muy agitada mientras miraba hacia todos lados en el cuarto, deteniéndose en su pequeño refrigerador, con una nota sostenida gracias a un imán en ella

Sigues con vida, vive, idiota
—J.C

El hombre se quitó la cobija de encima y se sentó a la orilla de la cama, mirando agachado hacia el suelo; tomo aire y se recostó en la cama con ambos brazos extendidos, mirando al fijamente, mientras el ventilador del techo giraba una y otra vez. Luego de tomar una ducha, se puso una camiseta y pantalón suelto; se acercó entre suspiros al pequeño refrigerador y tomo una cerveza, la cual abrió con un simple movimiento de su pulgar

—¡Soldier Boy! ¡Reportese a la sala principal del Fortress!— exclamó un altavoz que sonaba desde el techo, causándole un pesado suspiro al hombre, que dio un muy largo trago a su cerveza hasta acabarla y se giro para empezar a vestirse con azulado traje, con lo que parecían ser franjas y cinturones ya desgastados en el traje

—¡Soldier Boy! ¡Reportese a la sala principal del Fortress!— exclamó un altavoz que sonaba desde el techo, causándole un pesado suspiro al hombre, que dio un muy largo trago a su cerveza hasta acabarla y se giro para empezar a vestirse con azulado...

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El hombre salió del cuarto con su escudo en la espalda y una estoica mirada, dejando detrás de el una placa en su puerta con el grabado: Dean Baker - Soldier Boy.

Soldier Boy camino en el medio del pasillo, apartando a agentes especiales con trajes de negro, con chaleco, botas, guantes y un par de cinturones en brazos y muslos, todos de blancos y con un símbolo flecha en el brazo, con fondo rojo y con un lema sobre el círculo: Advanced Research Group Uniting Super-Humans, o Grupo de investigación Avanzada en vías para la Unidad Super-Humana.

Soldier Boy entro al salón principal del lugar, en el cual se encontraba una enorme ventana que permitía ver hacia lo que parecía un jardín, en el cual entrenaban y descansaban agentes de ARGUS; el colorido heroe entro lanzando ambas puertas de un lado a otro, mientras era admirado con detenimiento por la directora de ARGUS, Lyla Michaels.

—Ah, Soldier Boy, me da gusto que ya estés aquí, les tengo misión— sentencio la directora, mientras veía de pies a cabeza al súper soldado, quien cruzado de brazos simplemente la miro con una ceja levantada

—¿A donde, Michaels?— sentencio un tanto molestó Soldier Boy

—Papapapa. Primero la lista, Baker ¿Katana?— pregunto Lyla, mientras miraba una lista en su tablilla

Revengers: Agentes de ARGUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora