CAPÍTULO 8

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  Cuando llegamos tras las gradas me avienta al piso, pero la fuerza con la que me tira y mi peso me fue imposible evitar el impacto de mi rostro contra este, aunque el dolor que atraviesa mi muñeca izquierda es tanto que suplanta al del rostro. Siento como miles de alfileres clavados a lo largo de mi brazo. Mis rodillas y caderas también llevan su parte, todo mi lado izquierdo grita de dolor.
  En segundos soy dada vuelta boca arriba, Kevin sube sobre mi abdomen a horcajadas y así impide que utilizé mis piernas para defenderme, me retuerzo para poder quitármelo de encima tratando de empujarlo con mis manos pero es imposible usar la izquierda al levantar la derecha Él lo toma y la lleva sobre mi cabeza inmovilizandome por completo, estoy pérdida no puedo defenderme. Grito y forcejeo pero se que no podré hacer nada, solo Ashley puede hacer algo para detenerlo.

- ¡Ashley!...¡Kevin detente!... Ashley ayuda... - no logro terminar la palabra cuando Kevin me da un bofetón, siento el gusto metálico en mi boca todo el lado izquierdo me palpita y siento un calor abrazador, el dolor es terrible no puedo pronunciar palabras.
 
- Quédate quieta o será peor, esto te gustará a ti tanto como a mí.- Kevin arranca los botones de mi camisa de un tirón.

- Ashley... ayudame...- le digo todo lo fuerte que puedo, no sé si ella sigue allí, al otro lado de las gradas o si se fue dejandonos solos, el toca mi pecho aún cubierto por el sostén, levanto mi mano izquierda por inercia para tratar de cubrirme pero es imposible.

- Tenías que ser mía hace tiempo, pero no, tenías que enamorarte de ese estúpido que no te da ni la hora, ni sabe que existes, esto no tenía que pasar así... pero te lo buscaste-

- ¿De qué hablas? Para...Kevin basta, por favor- le suplico El  comienza a manipular los botones de mi pantalón, giró mi rostro todo lo que puedo hacía el lugar por donde tendrían que llegar las chicas pero no alcanzo de ver nada, siento sus labios en mi cuello. Cierro mis ojos con fuerza, mis mejillas están bañadas en lágrimas, El realmente va a violarme y nadie va a pararlo "¿chicas donde están?" Pienso. Siento sus besos y mordiscos en cuello, clavícula y Serca de mi pecho en donde comienza mi sostén, la cintura del pantalón pierde su ajuste sobre mi abdomen y comienza su mano avanzar dentro de mi ropa.

- ¡No! Por favor... detente- dije en un hilo de voz. Ya mi cuerpo no responde, no tengo fuerza para defenderme. Solo ruego que esto acabé rápido mis ojos se niegan a abrirse.

Y por arte de magia, Kevin desaparece, el peso de su cuerpo ya no está. La voz de Antonella y de Susan llegan a mis oídos como voces angelicales, me obligó a abrir los ojos pero me es imposible verlas con claridad mi lado izquierdo del rostro lo tengo adormecido y el ojo completamente cerrado por el golpe que recibí y el derecho no deja de soltar lágrimas haciendo difícil poder verlas.
Cerré los ojos el agotamiento físico y emocional me están llevando a la inconsciencia pero podría estar segura que ellas me protegerían.

- Quiero ir a casa...- susurré, escuchaba gritos, corridas, llantos y muchas veces. Sentía que cubrían mi cuerpo.

- Tranquila, todo estará bien...- escuche una voz casi
distorsionada me susurraba.
Y yo, lo único que quería es ir a casa con mis padres, y así sin poder evitarlo la inconsciencia me llegó.

Poco a poco abro mis ojos, la luz me molesta, parpadeo varias veces para poder enfocar la vista en mí madre, ella estaba sentada a mi derecha, las imágenes de los hechos golpean mi cabeza haciendo que unas lágrimas rueden por mis mejillas. Mi madre extiende su mano y acaricia mi rostro con mucho cuidado mientras dice palabras tranquilizadoras, mi padre llega minutos después colocándose a su lado y pasando su brazo derecho por los hombros de mi madre. Con su mano izquierda acaricia mi cabello, Luego de un rato en compañía de mis padres, sus palabras, su apoyo, su cariño logro tranquilizarme.

Mi padre pulsa el botón para llamar a una enfermera, cuando llega le solicita que busque al médico, ella sale y el médico entra unos minutos después con una tablet en sus manos.

- Hola, Victoria soy el Doctor Chester...en estos momentos no tendrías que sentir dolor porque te estamos pasando  desinflamatorios y analgésicos por la vía intravenosa.
Señores Vargas... Victoria, te acomodamos el hombro izquierdo, te has fracturado tres huesos de los ocho que compones la muñeca, el yeso evitará la movilidad de ella, lo revisaremos una vez por semana para seguir su evolución, ¿Estamos de acuerdo?, Los golpes en el rostro en unos días se desinflama con la medicación... ¿Algo que quieran preguntar?.-
Mis padres y yo negamos, el mira la tablet y continua.- Estamos esperando los resultados de algunos análisis, pero hasta ahora todos dieron bien, estabas un poco deshidratada por eso el suero pero daré la orden que te lo quiten y la medicación lo seguirá tomando vía oral, si prometes hacer reposo unos días esta misma tarde te daré de alta.-

- Gracias Doctor- dice mi padre

- no hay porque darlas, el informé médico para realizar la denuncia de la agresión se las daré junto con las indicaciones médicas y el alta, también el turno para la semana próxima.
Tengo entendido que eres paciente de la Dra Anderson ella es una excelente terapéutica, hablar de lo sucedido te ayudará.

- Lo se, Doctor... Lo haré, gracias- digo en un hilo de voz

- Bien, ahora me voy, cuando tenga todo listo vendré a darte todas las indicaciones a seguir y podrás irte.-

- Gracias- decimos mis padres y yo. Pero antes que salga el médico mi padre lo detiene

- ¿Doctor, puede recibir visitas?- pregunta, yo lo miro como si la hubiera salido otra cabeza no, no, no.

- Si, claro pero de a dos personas por vez- se marcha cerrando la puerta tras el.

JUZGAMÉ DESPUÉS DE CONOCERME.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora