HOLAAAA ñkdlkñldksl como no soy tan mala aquí tienen el tercer capítulo u.u......
–Harry.–terminé de decir la frase.
Zayn y Liam gritaron ¡No! al mismo tiempo mientras que Harry comenzó a brincar por toda la sala gritando ¡Hoy follo!
Rodeé mis ojos. Que inmaduros son.
Harry se dirigió hacia mí mordiéndose el labio y según yo veía, desnudándome con la mirada. Para ser el menor de ellos tres, sabía demasiadas cosas sobre sexo. Eso yo ya lo sabía. Todo lo relaciona con eso.
–Bien.–me dijo Harry sonriéndome.–Iremos arriba.
–Está bien, sólo no entren a la habitación de mis padres.–advirtió Liam.
Me volteé y comencé a subir las escaleras. No había pasado tanto desde que todo comenzó, pero ya se hacía de noche. Había pasado al menos media hora.
Pisé el último escalón y Harry, que venía detrás de mí, me dio una nalgada un poco fuerte. Grité.
–¿Qué te ocurre, idiota?–le pregunté sobándome el trasero.
Él no me contestó y ambos caminamos hacia la habitación de Liam. Yo creo que él no dormiría ahí en unos días. O semanas.
Harry me pegó contra la pared y comenzó a besarme mientras masajeaba toda mi parte íntima por encima del short. Su mano era enorme y lograba recorrer cada extremo de ella.
Me estremecí y solté un gemido involuntario. Me sonrojé un poco.
Él se apartó un poco y me miró. Sonrió y se acercó para volver a besarme, pero yo paré sus labios con mi dedo.
–No, espera a que lleguemos a la habitación. No quiero que Zayn y Liam se masturben con mis gemidos.–le dije separándome de él y caminando hacia la habitación.
Harry bufó.
Abrí la puerta. La habitación de Liam era bastante arreglada para ser de un chico. Sólo había unas cuantas camisas en el suelo.
Me senté en la cama mientras Harry cerraba la puerta con seguro.
Me volteó a ver y me sonrió maliciosamente. Pude ver su erección apenas creada.
Caminó y se quedó parado frente a mí.
–Se que no sabes mucho de esto.–dijo besándome.–Pero yo te enseñaré.
En seguida lo jalé de la camisa y lo comencé a besar apasionadamente, asombrándolo un poco, dejó entrar mi lengua en su boca y sentí la suya. Él dirigió sus manos hacia mis senos y los comenzó a apretar por encima de mi blusa y mi brasier.
Se sentía tan bien. Lo cuál me extrañó, ya que Harry es mi mejor amigo.
Me fui parando lentamente hasta quedar a la altura de él. O bueno, a la altura de su pecho, ya que él es jodidamente alto.
Tomé sus brazos con mis manos y las pasé suavemente por su piel, después dirigí mis manos hacia su espalda y comencé a subir su camisa, sentía la piel caliente de su espalda en las yemas de mis dedos.
Él seguía centrado en mis senos.
Me separé de sus labios, ambos teníamos la respiración entrecortada. Mi pecho subía y bajaba rápidamente.
–Así que... ¿Me crees una novata?–le pregunté enarcando una ceja.
No habíamos prendido la luz, así que estábamos casi a oscuras.
–No creí que fueras tan...–comenzó a decir.
Lo volví a besar, interrumpiéndolo.
Esta vez no se esperó y comenzó a levantar mi blusa de un jalón. Al momento quedé con mi abdomen al descubierto.
Me incomodó un poco, pero no me importó y yo fui quitándole la camisa a Harry. Él también quedó con el abdomen al descubierto.
Toqué cada centímetro de su pecho con mi mano, tenía la piel suave y delicada.
Él me fue recostando lentamente en la cama, sin dejar de besarnos.
Se sentía tan bien, extrañaba todo esto.
Claro que, nada se compara a la primera vez. Pero ese es otro caso.
Cuando estaba completamente recostada, Harry se separó de mí y se bajó el pantalón negro junto con su bóxer. Quedó completamente desnudo y a mí me recorrió un escalofrío.
Él posó su mirada en mi short, el cuál quitó de un jalón, lastimándome un poco. Ahora sólo estaba en ropa interior... Pero él, él estaba completamente desnudo.
Por la oscuridad y el placer, no había visto su erección. Tal vez porque no había posado la mirada en su pene. Era grande, largo y sobre todo... Parado.
Cuando levanté la mirada, Harry siguió besándome llevando sus manos a mi espalda, soltando el brasier.
–Como te dije...–me susurró en el oído, dejándome de besar.–No se ponerlo, pero se cómo quitarlo.
Lamió el lóbulo de mi oreja, me estremecí en un gemido fuerte. Fue más bien un grito de placer.
Toqué su pene con mi mano, haciendo que el gimiera en mi oído.
Se separó de mí y mi brasier se despegó de mis pechos, dejándolos a la vista de Harry.
Él se lamió los labios al verlos a pesar de la poco luz que había.
Se agachó, quedando de rodillas y yo levanté mi torso, quedando sentada, él dirigió su cabeza hacia mis senos y comenzó a chuparlos, morderlos, succionarlos. Hacia de todo con ellos mientras yo gemía.
No era que me preocupara, pero sabía que mis gemidos se escuchaban en la planta baja, y no sabía que hacían Zayn y Liam.
Conociéndolos, tal vez hasta están detrás de la puerta escuchando.
Mandé mi cabeza para atrás mientras Harry seguía succionando mis senos.
Hace tanto que no sentía algo así.
Pensé que, evaluaría a cada uno de los tres. ¿Quién será el mejor? Y admito, que Harry no va nada mal.
Emití un gemido fuerte al sentir que Harry mordió uno de mis pezones.
Después se separó de mis senos. Dejándome con ganas de más.
Él se puso de pie y se agachó sólo un poco para jalar mis bragas.
Ahora sí, estaba completamente desnuda.
Me volví a recostar en la cama, dejando que mi cabeza sintiera el colchón debajo. Harry con delicadeza se agachó hasta quedar encima de mí. Sus brazos rodeaban mi cabeza y hacían que se pudiera recargar. Su pene rozaba mi feminidad. ÉL ahora besaba mi cuello.
Ya sabía lo que venía.
Él estaba a punto de entrar en mí hasta que escuché que alguien tocaba la puerta.
–Mierda.–susurró Harry.
Se separó de mí y se dirigió hacia la puerta, le quitó el seguro y la abrió.
Asomó solamente su cabeza, ya que estaba desnudo.
–¿Ahora qué?–preguntó Harry molesto.
Pude ver en el pasillo a Zayn....
¿Qué les pareció?
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