TRES

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"Y este es el gimnasio para actividades físicas" dijo Seokjin terminando el recorrido para mostrarle la escuela a la profesora Kim Jisoo.

"Ah, es muy bonita" contestó en respuesta Jisoo, refiriéndose a la escuela.

"Así es, es una de las mejores instalaciones en Gwangju" se limitó a decir Jin.

"Seokjin" dijo Jisoo en un tono qué era casi como un ruego.

"Uh" contestó Jin.

"¿Podemos hablar?" Jisoo preguntó en esperanza.

Jin aún no terminaba de procesar todo lo que estaba pasando, es decir todo parecía tan surreal, como sacado de un sueño, de un profundo, personal y confuso sueño.

"No se si sea buena idea" las palabras casi le supieron amargas en la boca.

"De acuerdo, lo entiendo" dijo Jisoo comprensiva. Entendía que ella apareciendo abruptamente en la vida de alguien que pertenecía a su pasado debía ser desconsertante pero también lo era para ella, Jin era la persona que menos esperaba encontrar en su nuevo trabajo.

"Te mostraré, tu salón de clases y grupo" dijo de vuelta Seokjin.

Jisoo solo asintió y se limitó a seguir a Jin de vuelta a los salones de clases. Jin estaba como lo recordaba, un alfa imponente pero adorable, si había algo por lo que Jisoo siempre lo había recordado con cariño sin importar lo demás, era por su buen corazón, cualidad qué parecía no haber cambiado a pesar del paso del tiempo, seguía siendo el mismo Jin qué había conocido por tantos años.

Caminaron en silencio recorriendo de vuelta la escuela, en un silencio qué parecía tan frío y filoso qué cortaba.

"No soy el hombre que esperas sabes..." la frase salió de la boca de Seokjin como una bomba interrumpiendo en el silencio. "Muchas cosas han cambiado" dijo Jin inseguro.

"Se, que las cosas han cambiado" contestó ella "no soy tonta" Jisoo era orgullosa y ella estaba tan sorprendida como él de estar ahí.

"Lo sé, de los dos siempre fuiste la más inteligente" dijo Jin dejando a los recuerdos cruzar su mente fugazmente en un esbozo de sonrisa.

Sin esfuerzos por seguir la conversación Jisoo se quedó en silencio, sentía a su lobo inquieto, y si abría la boca tal vez se arrepentiría de lo que saldría, pues tenía poca fama de ser una omega impulsiva y había cosas que se habían quedado sin decir la última vez que se habían visto en ese día lluvioso, en aquella estación de tren y sin duda volverlo a ver le despertaba sentimientos qué había enterrado profundo en el pasado. 

Seokjin no tenía la energía de seguir tampoco con la conversación, sentía que la daga se le enterraba cada vez más profundo su lobo sufría cuando la veía, la escuchaba y ni hablar de su aroma, tan embriagador justo como la primera vez que su aroma lleno sus fosas nasales, no sabía cuanto podría resistir estando así.

Seokjin le mostró a Jisoo su nuevo salón de clases en donde su grupo de pequeños niños ya le esperaba jugando.

"Bien, este es tu grupo y salón de clases, son unos niños obedientes, me tocó cuidarlos un par de veces son algo traviesos pero buenos niños" dijo Jin tratando de ser profesional dejando sus asuntos personales de lado.

Jisoo se limitó a suspirar y a observar a sus nuevos alumnos a través de la ventana.

"Cómo dijo Namjoon: puedes preguntarme cualquier cosa, puedes encontrarme siempre en mi salón y buena suerte" Jin debía hacer su deber con la escuela.

"Gracias" se limitó a decir.

"Nos vemos luego" dijo Jin y se fue caminando a su salón de clases.

SCHOOLAR -  ksj + kjs Where stories live. Discover now