Capítulo 2- Parque de atracciones

177 12 1
                                    

Jungkook

El día se encuentra nublado, no son de mi agrado cuando tengo que trabajar, preferiría con estos días quedarme en casa con un café caliente en mano, un libro o una buena serie o película.

Me levanto agarro mi traje, me pongo una camisa, un saco, unos pantalones y zapatos, todo de color negro. Agarro mi celular, un bolsito con algunos papeles que necesito y mis llaves.

Me acerqué a mi garaje, y me fui directamente hacia mi auto.

En el camino pongo una canción de fondo. Mis pensamientos van hacia el lindo chico que conocí ayer, Jimin. Debo de admitir que he soñado con él, era algo simple, nos encontrábamos en una cafetería charlando, pero estuvo bien.

No puedo creer, que con 28 años que tengo, he dejado entrar a un completo desconocido a mi casa. Solamente sabía su nombre, y lo totalmente descarado y lindo que es.

–¡Buenos días, jefe! Tienes cara de "no sé que hacer con mi vida".

–¡Buenos días, Jisoo! Gracias por tu comentario, muy agradable.

–¡Con gusto! Está el señor Yoongi esperándolo en su oficina.

–Perfecto, gracias.

Al llegar a mi oficina, cuando estoy a punto de abrir la puerta, de la nada, o será porque no he dejado de pensar en ese enano, me llega un flashback.

"Sólo déjate llevar, Jungkook."

Espera, espera. ¡Jimin sabía mi nombre! Omg, lo he ignorado totalmente, no me había dado cuenta.

–¡Yoongi llamando a Jungkook!

–Él sabía mi nombre, y nunca se lo dije. –suelto asombrado.

–Genial si supiera de qué hablas.

–Entremos, que te cuento.

Tomamos asiento, y le cuento todo, sin omitir detalles.

–Jungkook, puede que escuchara a Jennie llamándote así.

–No, él ya no estaba en ese momento.

–¿Seguro?

–Si. –repondo firme.

–¿Sabes su apellido? –pregunta recostándose en la silla giratoria– De igual forma, eres bastante conocido.

–No, ¿para? –pregunto haciendo una mueca– Sí, tal vez es que sabe de mí ya.

–Para buscarlo en las redes y ver que tan bueno está. –dice agarrando su celular– ¡Para que va a ser Jeon! Para saber quien es, puede ser una persona que quiera hacerte daño.

–Estuvo en mi casa, a solas, pudo hacerme lo que quiera en ese momento.

–Todavía no puedo creer, metiendo un desconocido a tu casa.

–Tampoco es para tanto.

–¡JK!

–Ya estoy grande, se los riesgo, no te preocupes.

–Ok. –asiente– Comenzamos con el proyecto.

–¡Come on!

El proyecto se desarrolló perfectamente, por fin voy a tener lo que tanto quise. ¡Un parque de atracciones! Éste será el parque, quiero que cuando las personas vayan, se enamoren de la decoración, calidez, de los divertidos y distintos juegos. Quiero que sea el parque al que siempre quieran volver.

Lo que me tenía medio estresado era mi padre, quería que haga otro proyecto aparte de éste, que era dirigir una película. Me encanta la idea pero realmente tengo mucho con éste parque y para hacer otra cosa, debo de estar satisfecho con lo último, y me falta para que quede como quiero y que ya solo comience a funcionar.

Tuve ayuda de mi padre, no mentiré, tampoco tendría porque hacerlo. Y eso es lo molesto, me estaba agobiando a cada rato, con que una película sería algo totalmente espectacular, grandioso. Y sí, lo aseguro, pero mi parque que todavía no tiene nombre, lo será también. Y le mostraré que no estuve equivocado en la gran elección que hice.

–Jefe, lo busca un señor llamado Suk.

–Sí, hágalo pasar.

En un momento, la persona ya se encuentra en mi oficina.

–Buenas, Suk.

–Muy buenas, Jeon Jungkook.

–¿Por qué quería verme?

–Al grano, me gusta.

–No hay tiempo que perder.

–Así se habla. Su padre me comentó que abrirá un parque de atracciones.

–Sí, muy pronto. Me faltan algunos retoques, como todo, pero está quedando mejor de lo que imaginaba.

–¿Cuánto le costó?

–¿Cómo?

–No se lo tome a mal. Mi pregunta, es porque quiero comprárselo.

–Discúlpeme pero no está en venta.

–Estoy dispuesto a ofrecer el doble o quizás el triple.

–Suk agradezco su oferta, no diré que la tendré en cuenta, porque no está venta, ni lo estará.

–Si, realmente estoy asombrado. ¿Tanto quiere ese parque?

–¿Nunca tuvo un sueño de pequeño? Yo deseaba tanto de pequeño ir a uno, subirme a la rueda gigante, a los autos chocadores. Pero claro, al nacer rico, algunos tan solo se preocupan de que su dinero suba, suba y se pasan las horas que sea trabajando, sin llevar a su hijo, tan solo por lo menos a la plaza. Eso me pasó a mí, eso me entristeció un montón, porque tenía todo para poder ir a uno, y nunca fui. Por lo menos no, hasta que fui independiente. Y ahora tendré uno, será mío y podré disfrutar de él todo lo que quiera. Además de ello, le he puesto un precio accesible para que todos puedan disfrutar de él.

–Me alegra conocerte Jungkook, tienes potencial, sabes lo que quieres y luchas por ello. Es muy admirable. Me encantaría hacer negocios contigo, en un futuro no tan lejano. –sonríe, dándome un apretón de manos– Le deseo lo mejor en su parque, y espero que me invite a conocerlo.

–Muchas gracias señor Suk, tienes mi contacto para hablar de negocios, encantado estoy. Y finalizando, por supuesto que está invitado, le llegará por correo el día de la inauguración con todo los detalles.

–Esperaré ansioso, y llevaré a mi hijo que estará muy feliz.

–¿Lo llevaste ya a alguno? –pregunto curioso.

–Sí, muchísimas veces.

–Me alegro. ¡Le gustará éste también!

–No lo dudo. Nos vemos pronto, cuídese.

–Igual usted.

Al estar nuevamente solo en mi oficina, me recuesto en la silla. Hoy iré a ver algunos juegos, ya no falta casi nada, no puedo estar más feliz, me gustaría que mi mamá estuviera para poder verlo y disfrutarlo junto a ella, pero donde quiera que ella esté, estará feliz por mi, lo sé.

<3

–Es tan lindo! –comento mirando todo con los ojos brillosos.

–Te mereces todo lo bueno, Jungkookie. –Yoongi me dice con una gran sonrisa.

–Eres el mejor amigo y abogado que podría existir.

–Exagerado. –suelta una pequeña risa.

Luego de observar bien, como va quedando, me acerco hacia unos trabajadores.

–La rueda la quiero, allí. –señalo un gran lugar– Cuando esté arriba se verá todo el mar, y será espectacular.

–Sí, jefe.

Las horas pasaron y ya me encuento en casa, me doy un baño y me acuesto, realmente fue un día agotador.

_________________________________________________________

Una ruta distinta - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora