Capítulo 6 - Confesión

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Jungkook

Jueves, mañana será el juicio y mis nervios me comen, tengo miedo de que todo salga mal, de perder mi hermoso parque, no quiero, no quiero.

Me levanto de la cama, Jimin no está y eso me entristeció un poco, su calor me gusta, cuando me abraza, me encanta.

–Estoy preparando el desayuno. –comenta cuando escucha mis pasos al llegar a la cocina

Lo miro se encuentra con una remera larga mía, la cual es gracioso porque le llega por la rodilla. No lleva su ropa ya que se encuentra lavándose, ayer mientras comíamos se le ensució.
Le queda lindo, tiene unas hermosas piernas, y para que mentir un hermoso trasero.

–¿Me estás imaginado sin esta remera tuya? Porque me la puedo sacar, sin ningún problema. –sonríe descaradamente.

–Que bobadas dices. –camino hacia la barra y me siento– ¡Tengo hambre!

–Papi te dará de comer.

–Calla. –le digo ignorando su mirada, no me puede decir eso.

–¿Cómo te sientes? –me pregunta seriamente.

–Bien, como puedo.

–Has tenido una pesadilla, ¿siempre te pasa o es ahora?

–Siempre.

–Ah. –dice solamente y comienza a poner el desayuno en la mesa– Comamos.

No me preguntó, no me preguntó el porqué de mis pesadillas, y es que él me quiere cuidar, lo está haciendo y lo aprecio demasiado. Y sé que debe de tener intriga, pero sabe que no quiero hablar de eso, sabe que soy sensible aunque intento aparentar otra cosa.

Comemos con un enorme silencio acompañándonos.

–Sabes, el viernes de la semana que viene, haré un baile frente a muchas personas y bueno, yo quería decirte, que si, ¿quieres ir? Es en la academia, vendrán jurados y esas cosas. –sonríe– Si no puedes, o no quieres, esta bien... lo entiendo.

–Ahí estaré, en primera fila, deleitandome con tu baile.

–¡Gracias, gracias! –sonríe y deseo que deje de hacerlo, porque me estoy enamorado de esa sonrisa.

–Gracias emm por venir ayer, y estar conmigo. Sabes, muy pocos han hecho lo que tú hiciste por mi. Te lo agradezco un montón.

–Eres mi amigo Kookie.

Amigo, esa palabra fue un disgusto, quiero ser algo mas que amigo, quiero que sea mi novio, quiero besarlo, quiero hacer todo, con él. No digo nada solo le sonrío.

<3

Sentados en el sillón mirando una serie, que al enano le gusta, suena mi celular, por lo cual me levanto para agarrarlo.

La hermana más linda

Mi precioso Jungkookie, ¿cómo estás? Te extraño mucho, sé por lo que estás pasando, aunque no me haya enterado por ti mismo, pero quiero decirte que todo saldrá bien, no te preocupes mi pequeño! Te iba a hacer una sorpresa pero te lo diré para que te alegres un poco, iré a la inauguración de tu hermoso parque de atracciones, que será el mejor y no lo dudo, también me quedaré a vivir allí. ¡Adivina qué! Hemos adoptado un bebé, ya está aquí con nosotras, conocerás a tu hermosa sobrina, Sun hee, como mamá. Estaría orgullosa y feliz de tener una sobrina pero sabemos que allí donde está, lo estará por nosotros. Por ti hermanito y por mi. Te amo, cuídate nos vemos en unos días.

__

No puedo estar más feliz, siempre quise una sobrina, siempre quise que mi hermana se vuelva a vivir aquí. La extraño demasiado, espero con ansias que llegue el momento de verla.

<3

–¡No! –me despierto sudando

–Tranquilo, Hyung. Tranquilo, estoy aquí contigo.

–No me dejes.

–No lo haré. –dice abrazándome

–Jimin, yo...

–Si no quieres, no me lo cuentes.

–Yo sí quiero. –hablo luego de un largo silencio

–Cuando quieras, estaré aquí para escucharte.

Tomo aire y apoyo mi cabeza en su pecho.

–Cuando tenía veinte años, iba en la moto en busca de mi madre que debía de ir al trabajo, se encontraba en otro lugar y yo era el que más cerca estaba para poder recogerla. A ella no le daban miedo las motos, por lo cuál no había ningún inconveniente, además sabía que yo, era un gran conductor, así que fui por ella.

Jimin me acariciaba el pelo, y sentía su mirada fija en mi.

–Íbamos tranquilamente, a una velocidad prudente... de repente un auto viene muy rápido y a la velocidad de la luz, aunque yo lo sentí tan lento, volamos. Estábamos con casco pero eso no ayudó a mamá, ella murió ahí en el impacto y yo estuve dos años en terapia, para poder volver a caminar, luego fui al psicólogo años, pero algo así es difícil de superar. Que digo, no se supera, tan sólo sigues viviendo con ello, ahí tan dentro que duele.

–Lo lamento mucho... no sabes cuánto me duele escuchar esto, estaré aquí para ti siempre, te quiero sabes y si en algún momento sientes que no puedes más, tú solo llámame.

–Te quiero, Jimin. –digo y luego de un rato vuelvo a hablar– No me subí más a una moto, ahí en mi garaje tengo una nueva, pero no me atrevo, siento que si subo a una, no podré, tan solo no podré, no puedo.

–No tienes porqué hacerlo, capaz en algún momento, podrías luchar con ese miedo, porque no podemos dejar que nos gane, pero no tienes que hacerlo ahora, eso puede esperar.

–Gracias.

–Sabes... fuiste un descubrimiento inesperado, porque aunque conocía el nombre Jeon Junkook y tenía una idea de tu rostro, buscaba algo distinto, pero ahí apareciste en ese supermercado.

–A una hora, en la que yo nunca iba. –sonreí.

–Fui afortunado al encontrarte allí. –concluye.

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Una ruta distinta - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora