AusArg: puta madre.

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En este universo conoces a tu persona especial de una manera un tanto peculiar...

A los 16 recibes una frase en tu muñeca, esa es la primer cosa que dirá tu persona especial.

Era el cumpleaños número 16 del australiano, estaba más que emocionado a decir verdad.

La fiesta estuvo estupenda, el oceánico esperaba paciente a que aparezca aquella frase.

Al día siguiente se levantó y vio que tenía algo escrito a lo que soltó "pequeño grito" de alegría despertando a todos.

- ¿"puta madre"? - leyó con notable mal español. - What does that mean? - se pregunto a si mismo.

Se quedó mirando lo hasta que su hermano menor, el cual estaba bastante malhumorado, que lo obligó a levantarse a comer.

Se lo mostró a su familia con gran orgullo aunque ninguno entendió ese idioma.

Quería conocer a su alma gemela pero ya, no quería esperar como esos que tienen que esperar años.

Beso esa parte de su muñeca con suma delicadeza.

"I'll find you, I promise" pensó a sus adentros feliz.

















Los años pasaron...























Y él seguía sin encontrar a su persona especial.























Con el tiempo se empezó a hacer un tipo duro, ya no era tan amigable como lo fue alguna vez.

Empezó a odiar aquella frase, que por varios años intento encontrar a la persona que le diría algo así.

Terminó siendo un animador de zoológico, el que entrena a los cocodrilos y que no lo muerden. También alimentaba a los animales que los demás le temian.

La paga era lo correcto y trabajaba en blanco. Hacia lo que quería y tenía lo que merecía.














Un día, alimentando a un águila calva con mal caracter, sintió que le chocaban la espalda.

Casi recibe un picoton del aguila haciendo que diga irritado un "fuck".

Miro detrás de sí y vio a un chico, supuso que era nuevo y por eso no le había molestado con algo.

- pe-perdón. - rasco su nuca mientras sostenía a un pichón de Guacamayo. - me di-dijeron que no te joda. - miro a el animal que tenia entre manos. - me distraen jugando con él.

- ahg, no importa. - dijo con su característico acento marcado.

Argentina se quedó callado al recordar lo primero que dijeron, observó su muñeca y se mordió el labio conteniendo un grito de emoción.

Se fue caminando en silencio para ver si el contrario de daba cuenta, pero se dio cuenta que en serio estaba concentrado en su trabajo.

Dejo al pichón con su madre la cual le "grito" por llevarse a su hijo.

Enseguida volvió, no sin antes pedirle disculpas, y se paró a un lado del austríaco.

Este le miro de reojo nervioso, estaba ayudándose un poco a darle de comer al pájaro para preguntarle que mierda le pasa.

- ¿por que sigues aquí?

- estoy esperando a que te des cuenta.

- ¿cuenta de que?

- eres retrasado, ¿verdad?

- deja de molestar. - dijo entre dientes.

Argentina rodó los ojos, ¿tendría que abrazarlo y decirle que al fin de habían encontrado? Supuso que sí.

Pero, si hacía eso, la maldita águila lo rasguñaria o le daría un picotazo.

Australia miro la marca en su brazo, hace tiempo que no la miraba.

"Puta madre" pensó, "espera... ¿eso no fue lo que dijo el chico?" le miró algo desconcertado.

- ¿te diste cuenta o te lo tengo que de-? - se cayó al escuchar el sonido del balde con ratas muertas caer.

Uno de los grandes y venidos brazos del habla inglesa atrapó su cintura. Y la otra atrapó su mentón.

Había un gran silencio y una tensión se quedó entre ellos.

- ¿donde... Donde estuviste?

- no lo se. - murmuró.

Se acercaron lentamente, el argentino trago saliva nervioso, el austríaco sentía que su sueño de tantos años.

Sus labios se unieron con desesperación, deseo, y pasión. Ambos esperaban con ansias encontrarse, y ahora que ya lo lograron no se separarian tan fácil.

Las manos del más bajo se posaron en la nuca del más alto intensificando el beso.

Suponen que acá acabaría ¿no? Pues se equivocan.

Un estruendo los separó y alejó de ese momento tan romántico y emotivo tan rápido como empezó.

Miraron hacia el lugar de donde provino y vieron una cotorra que, al parecer la hija de su condenada madre, tenía el ala rota.

- oh, mierda. - susurró el argentino separándose abruptamente y yendo a socorrer el pájaro.

- te ayudo.. - dijo el contrario algo desganado.

Al rededor de una hora después el argentino terminó de vendar al pájaro.

- y.. ¡listo! - sonrió satisfecho con su trabajo.

- te quedó bastante bien. - alabó.

Sorprendentemente, el austrialiamo parecía otra persona con el latino.

Era la misma persona considerada, y carismática que había olvidado años atrás.

- la voy a dejar acá unos días y después nosotros vamos a charlar a otro lado.

- ¿otra cosa mejor?

- Australia, apenas empezamos a hablar...

- está bien.. No haremos nada.











Días después....


Argentina estaba dando una pequeña clase sobre los distintos tipos de aves y como identificarlos a un grupo de scauts.

Mientras que Australia estaba haciendo la actuación de que su mano era comida por un cocodrilo.

"Argentina y Australia, hagan el favor de presentarse a enfermería por favor.."

- pura madre/fuck. - susurraron.

Pd: si, tuvieron sexo en la enfermería para animales y una cámara los grabó.

¡One-shots! (Argenxtodos) CompletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora