[ Vampire Knight ] ᵗᵃᵉᵏᵒᵒᵏ

❛ four

Gatillo de condenación.

La tensión en el ambiente era palpable. JungKook mantenía su espalda recta y sus manos apoyadas en la mesa de aquel salón, solo mantenía la mirada fija en la de aquel vampiro. Taehyung por su lado estaba recostado en su silla y sus manos cargaban con un libro de cubierta roja, un grimorio. Toda la clase nocturna se había vuelto un lugar lleno de silencio donde vampiros y profesores respetaban a aquellos dos jovenes.

—Seré directo Kim ¿por qué yo? ¿Tienes una manera de revertir todo esto? —pregunto el castaño mientras hacía que su pierna se moviera bajo la mesa.

—Te respondere igual de directo. No creas que los vampiros elegimos a nuestros convertidos, para nosotros es como tener hijos así como los humanos. —JungKook hizo una mueca ante la desagradable comparación.— Es normal en algún momento tener a alguien que nos ayude en ciertas cosas y para nosotros los humanos son todos iguales. No, no hay manera de revertir esto. Ya solo puedes volverte un vampiro de nivel C.

—Todos somos diferentes y por eso ustedes no tienen el derecho de joder una vida, además ¿por qué sigo siendo mitad humano y mitad vampiro?

Aquella pregunta no solo había dejado conmocionados a todos en aquel salón, Taehyung se encontraba igual de sorprendido sin poder entender lo que su menor había dicho. JungKook entendio que aquella pregunta no iba a tener una respuesta y que menos le iban a creer por lo que tomando la mano del vampiro corto la piel de esta haciendo brotara un hilo de sangre.

Su cuerpo comenzó a reaccionar ante aquel seductivo aroma, sus uñas crecieron hasta formar garras, las venas bajo sus ojos y cuellos se oscurecieron hasta volverse demasiado notorias mostrando solo uno de sus ojos volverse rojo, finalmente aquellos colmillos se hicieron notar por encima de su labio inferior. Todos los vampiros sintieron la amenaza de aquel extraño y corrieron a asegurar a su líder.

—Sal de aquí, monstruo. Solo eres un error, no podemos mantener una raza cruzada entre nosostros. —fueron las palabras de aquel profesor mientras señalaba a JungKook.

El castaño solo gruño mientras su mano se impactaba contra una de las paredes haciendo que una grieta se mostrase. JungKook sabía que él no era un monstruo porque solo habían dos tipos de ellos. Los que nacen siendo uno y los que obligan a volverse uno.

[…]

El sonido de la puerta siendo golpeada había hecho que el chico de cabellos rubios levantara la mirada de aquella revista que guardaba bajo su almohada. Jimin camino hasta abrir la puerta y toparse con un JungKook mojado y transformado en vampiro. Podía notar los rastros de lagrimas en sus mejillas y sus labios sangrando por al parecer haber intentado contener sus temblores mordiendolo.

—¿JungKook? ¿Qué ocurrio? Rápido entra antes de que algún alumno te vea. —Jimin empujo el cuerpo del castaño al interior de la habitación, tomando una toalla para secar sus cabellos.— ¿Por qué estás así?

—Athenea...me repele. —Jimin no pareció entender de que hablaba hasta que recordo como JungKook le había puesto nombre a su arma.— No puedo usarla, Jimin. El arma solo me repele. Soy un monstruo.

—JungKook calmate. No llores más, vamos a darte una ducha y luego puedes ir a dormir.

—Tu puedes hacerlo, ella reaccionara a ti. Jimin si este último año me has considerado como alguien especial te pido que uses esa arma y acabes con mi vida. —JungKook con pesar tomo el arma de su bolsillo y dejarla en las manos de su amigo.— Soy un vampiro. Matame con tus propias manos antes de que caiga al nivel E.