Hablando del rey de roma

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     El reloj en la pared marcaba las ocho en punto de la noche, el bar estaba bastante lleno como de costumbre, los meseros con su uniforme elegante iban y venían de las mesas, la música de fondo ambientaba el lugar como un intento de mantener el caos dentro de una artificial calma, se escuchaban risas, conversaciones, hasta personas cantando, todos inmersos en su propio mundo, mundos completamente distintos, que en lo único que coincidían era en el hecho de decidir cenar o tomar algo en el mismo lugar.

     La campanilla de la cocina suena haciendo que uno de los mesoneros vaya a su llamado, toma la bandeja de sushi tempurizado con las croquetas de salmón cuando el cocinero dice:

‒ ¿Son los detectives verdad? Siempre vienen al terminar un caso‒

‒ Si son ellos, me alegra mucho al verlos aquí, eso es buena señal‒

     El mesonero sonríe y se dirige a la mesa de siempre, sentado justo del lado de la pared se encuentra el experto detective Erick Cliffe y frente a él su compañero Lion Blackwood un detective novato, el mesonero coloca la bandeja en la mesa junto con una botella de licor y una de agua, les sonríe a lo que Erick agradece antes de que se retire.

     Lion un joven de 25 años de edad, piel morena bastante risueño es el primero en hablar luego de que el mesonero deja la mesa

‒ ¡Vamos jefe!, estamos celebrando ¿Por qué no se permite un momento para disfrutar y tomar un poco de alcohol? Con este caso resuelto ya van 8 que hemos resuelto desde que me asignaron a usted como mi mentor, tome un trago‒

Erick el detective experto de 30 años y piel morena sonríe y le contesta:

‒ No seas pendejito, déjate de tantas formalidades, soy tu compañero no tu jefe y no gracias no me gusta tomar alcohol o al menos si la situación no lo amerita‒

‒ ¡¿No lo amerita?! ¡Pero jefe acabamos de resolver un caso más! Jamás creí que alguien como yo lograría resolver tantos casos en menos de un año, todo gracias a usted, vamos jefe celebre conmigo‒

Erick vuelve a sonreír y responde

‒ Estoy celebrando contigo, eso hacemos siempre que resolvemos un caso, por eso estamos aquí, pero no se necesita embriagarse para disfrutar, aunque no te emociones mucho, te asignaron como mi compañero porque escuche que eras pésimo en la escuela, y hablando de eso ¿si eras tan malo, como fué que lograste graduarte?‒

Lion comienza a reír mientras se sirve un trago, al mismo tiempo que Erick comienza a comer de la bandeja.

‒ Bueno jefe, si tiene razón yo era muy malo para los estudios, por más que pasaba noches tratando de aprenderme todo lo que decía un libro era difícil saber que aparecería en los exámenes, es imposible estudiar de esa manera, solo que corrí con suerte‒

‒ ¿Corriste con suerte? ¿Cómo así? Cuéntame.

‒ Bueno jefe, mis notas eran bastante bajas, pero justas para pasar los exámenes, digamos que sacaba justo la mitad de la nota que necesitaba, todo me iba funcionando bien hasta que me tope con el examen final‒

Erick comienza a reír pues recordaba que el examen final no era por porcentaje, o pasabas o te quedabas, entonces Erick pregunta de nuevo

‒ Cierto, ¿Cómo lograste pasar la prueba final? ‒

‒ hice un amigo ‒ Responde Lion

‒ ¿Un amigo? ¿Cómo así?‒

‒ Pues jefe, me avergüenza un poco decirle pero, yo estaba por toda la facultad preocupado, mis compañeros trataban de darme ánimos pero yo estaba inmerso en la desesperación, incluso pensé en abandonar la carrera, fue entonces que me senté bajo un árbol en la facultad y un muchacho se me acercó‒

Sin testigos ni evidencias (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora