La reina Victoria, mujer lobo y fiesta.

152 12 4
                                    

Ese tal Henry sabio de los Phantomhive, eso me dejaba un poco nerviosa ya que pensé que me había pasado por muerta cuando le pedí a Sebastian que quemara la casa de mis padres y que pusiera unos huesos para disimular que me queme...

Bueno que se esperaba... estaba viviendo en la mansión de los Phantomhive. Baje a conocer a los nuevo empleados, ellos estaban esperando abajo, Sebastian también estaba hay.

—Mi amo, ellos son Finni, Bard y ellos dos son Saku y Kusa —dijo Sebastian, Saku y Kusa eran mellizo de sexo masculino, tenían el pelo amarillo y los ojos de un violeta, tenía traje de sirvientes; Brad era masculino de pelo amarillo alborotado y ojos azules y tenía en su boca una pipa, tenía el traje del chef; y Finni era de ojos azules y cabello amarillo, era de sexo femenino y era el jardinero.

—Espero que tengan todas las órdenes que doy en su mente, no quiero a torpes aquí... Ahh y Finni te encargaras de la perra —y a decir eso fui al vestíbulo ya que esperaba a la reina Victoria.

La reina entro detrás de un chico de pelo blanco y los ojos dorados, la reina tenía un vestido azul claro su rostro parecía a una muñeca y de ojos verdes; yo estaba sentado en una silla y al lado estaba Sebastian.

— ¿A que debo su visita? —dije sentada todavía en la silla.

—Niño malcriado —dijo el chico que estaba detrás de ella- no vez que es la reina...

— ¡Ya! —dijo la reina, lo miro de reojo y luego me miro a mi— Buenos días Phantomhive...

—Por favor dígame Lu —dije con mi cabeza apoyada en mi mano.

—Bueno Lu, todos los Phantomhive han sido mi perro guardián...

— ¿Perro guardián? —dije.

—Sí, sabes que soy la reina de Inglaterra... y siempre hay gente malvada que me quieren lastimar... los Phantomhive teníamos un trato, que de cada caso resuelto ganaría dinero —dijo Victoria.

Con razón... ya se dé dónde ha salido tanto dinero...

—Entonces... ¿Me está pidiendo que sea su perro guardián? —dije.

—Si... eso es lo que quiero —dijo la reina. El chico me seguía mirando.

—Lo pensare —dije parándome de la silla para irme del vestíbulo pero en eso se atravesó al chico en mi camino pero Sebastian estuvo a mi mano y le puso una mano en el pecho para que no diera un paso más adelante.

—Ash, compórtate —dijo la reina.

—Quítate, tapas mi camino —le dije con frialdad. Él se arrimó y camine hasta la puerta pero en eso la reina me interrumpe.

—Joven por favor tiene que darme una respuesta lo antes posible —dijo ella.

—Tranquila su alteza... tendrá mi respuesta lo antes posible —y dicho esto me fui del vestíbulo.

Al caminar por el pasillo, algo me llamo la atención afuera de mi jardín, era Finni con un perro gigante.

¿De dónde rayos lo saco?

Me pregunte y fui a averiguarlo. Fui al jardín y vi a Finni montado en un perro gigante; al saber que Finni me vio, ella paro al perro de un golpe, se bajó y camino donde estaba yo.

— ¿De dónde sacaste al gigante? —mirando al perro.

— ¿Que gigante? —pregunto rascándose la cabeza.

—Del perro gigante —dije chocante.

—Etoo... —dijo ella todavía no captando, le agarre la cabeza y lo gire para que viera al perro.

— ¡Ese! —le grite.

¿De dónde rayos Sebastian saco a Finni?

—Ahhh...... eso... —dijo, en eso el perro gigante se fue encogiendo hasta llegar el tamaño de un humano.

Me quede un poco sorprendida al ver lo sobrenatural. Era el regalo que había recibido antes, ahora era una mujer lobo...

— ¿Esta bien, mi amo? —pregunto Finni

—Si... voy al estudio —mire un poco a la mujer lobo, primero es Sebastian ahora la mujer lobo, que faltaba un vampiro.

Camine rápido al estudio, tenía que pensar muchas cosas, abrí las puertas de golpe y me senté, me apoye en el escritorio y desordene mi pelo de lo molesta que estaba; en eso la puerta suena, yo respiro profundo, me acomodo el cabello.

—Pase —dije, era Sebastian traía una bandeja, se acercó a mí y bajo la bandeja para poder ver su contenido, había una carta.

— ¿Por qué la traes en una bandeja? —le pregunte agarrando la carta.

—Mi amo, tiene poder de ángel —respondió este. Mire la carta y la abrí, era de Henry. La leí.

—Ja, me está invitando a una fiesta esta noche —dijo con poco interés.

— ¿Va a ir mi amo? —pregunto Sebastian.

—Tal vez... no se —dije mirando la carta todavía.

—Tenga cuidado al ir —dijo él.

—Te dije que no estoy... —pero luego pensé las cosas mejor, no sería mal conocer a ese tal Henry, mire a Sebastian como si fuera visto el futuro de que iba a aceptar ir a la fiesta.

—Vale iré —dije— pero tú vas hacer mi acompañante —dije.

—Sí, mi amo —contesto él.

—Ah, y otra cosas... acepta el trabajo de la reina, seré su perro guardián —dije— así tal vez consiga los asesinos de mis padres, esta noche será un poco larga.

Primera Heredera {Kuroshitsuji}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora