(AU) Todos sabían que HongJoong era gay.
Y todos daban por hecho la heterosexualidad de SeongHwa.
Pero eso se pondría en duda el día que HongJoong decidiera darle una lección haciéndose pasar por una chica.
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Capítulo dedicado a aquellas personas que leyeron este fanfic.
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Hace una semana que no veía a HongJoong, exactamente desde que le había enseñado las camisetas de pareja, y tampoco habían hablado por el móvil a través de mensajes.
SeongHwa estuvo ayudando a sus padres con tareas de la casa y pasando horas y horas viendo películas, extrañando la presencia del menor a su lado.
Sus comentarios sarcásticos.
Su humor ácido.
Esa preciosa sonrisa que lo incitaba a besarla cada vez que la veía.
Los largos debates por los finales que no les convencían y sus poco preparadas pero apasionadas actuaciones de las escenas que les gustaban, que no necesariamente eran las partes románticas de las películas, SeongHwa podía terminar en el suelo con una sonrisa pero con un dolor de espalda por la habilidad del menor en las escenas de acción y la facilidad para hacerlo caer.
Pero no sabía qué extrañaba más, si tenerlo como su compañero de películas o poder abrazarlo mientras las veían, poder sentir esa calidez que emanaba de su cuerpo, la cual le encantaba, hipnotizarse con su dulce aroma y poder sincronizar los latidos de sus corazones.
Quizás las camisetas de pareja habían sido demasiado pero las hizo con la intención de usarlas al cumplir meses de novios, poder tener fotografías con ellas y tener un detalle lindo y romántico con HongJoong.
Hacerlo sentir especial.
Que para él era especial.
Normalmente los fines de semana se reunían para salir y al llegar el día sábado SeongHwa no sabía si debía llamarlo, si debía ir directamente a su casa o si lo mejor era darle espacio hasta que lo buscara.
Entró a su habitación y vio el calendario que estaba pegado sobre el escritorio, para ese día habían planeado ir al parque en la tarde y llevar comida, le había parecido extraño que HongJoong se hubiese ofrecido para llevar los alimentos pero no tenía motivos para desconfiar, miró la manta que había dejado apartada para ese día y la volvió a guardar en el armario.
Los golpes en la puerta principal lo hicieron bajar por las escaleras, cuando la abrió se quedó congelado al ver a HongJoong frente a él, utilizando jeans claros, la camiseta que había dejado en su casa y sosteniendo en su mano una bolsa de papel con varios recipientes de comida, el exquisito olor entró por sus fosas nasales haciendo rugir a su estómago.
ㅡ¿Dónde demonios está tu camiseta?ㅡ Preguntó el menor, sonrojándose por la intensa pero confundida mirada de SeongHwa sobre él, intimidandolo sin darse cuenta, haciéndolo sentir pequeño y vulnerable.
ㅡPensé que no querías usarla.ㅡ Logró articular, repasando con la mirada los detalles que él había hecho en la camiseta del castaño, mordiéndose la lengua para asegurarse de que no era un sueño, no lo era y estaba sorprendido de verlo utilizándola, una sorpresa agradable y bonita.
