Capitulo 63

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Pablo vio el reloj que estaba a su lado y se dio cuenta que eran las ocho de la mañana. En dos días no había podido dormir más de dos horas seguidas y la razón era lógica,Vanesa no estaba a su lado. Escuchó a su madre en la cocina y puso un brazo sobre sus ojos sintiendo la soledad que lo invadía.

Muchas veces las personas ocupan la soledad y la oscuridad de la noche para dejar salir sus demonios. La tristeza, la vergüenza, el odio o el deseo. Cada persona tiene un demonio con el que luchar y el de Pablo Alboran era ese amor que lo único que provocaba era que su corazón fuera partiéndose cada vez más. Pablo sabía que sus padres estaban muy preocupados por él.

No había querido darles detalles de lo que había pasado, pero lo que más le dolía era no tener noticias de Vanesa. No había tenido ni la consideración de llamarlo y de darle alguna explicación. Lo único que sabía de ella era que aún seguía en Ibiza, seguramente acompañada de sus amigas y de su amante.

Malu Sanchez le había robado el amor de Vanesa y no podía evitar sentir rencor hacia ella. Había llegado a arrebatarle todo su mundo y había arruinado todos sus planes para un futuro al lado de la mujer que amaba.

Pablo estaba seguro que si Vanesa le hubiera llamado lo más probable era que hubiera colgado o se hubiera negado a hablar con ella. Pero al menos hubiera sabido que ella tenía la intención de hablar y explicarle. Pero las horas empezaron a pasar, luego los días y no sabía nada de ella. Y eso hacía que el dolor fuera mayor porque eso le daba a entender que la Malagueña jamás lo había amado ni una parte de lo mucho que él la había adorado.

Pero ella amaba a Malu, ella ahora vivía por la Madrileña. Y Pablo era solo un cero a la izquierda en su olvidada vida. El abogado suspiró y tomó el control remoto de la televisión dispuesto a ver alguna película o programa para distraerse. No había vuelto a trabajar y era lo último en lo que pensaba. Había llegado a sur de Malaga porque sus padres estaban tomando vacaciones en la pequeña casa de verano que les había comprado frente a la playa. Era como un recordatorio del lugar donde habían vivido con tantas limitaciones y la vida que tenían ahora.

Su madre lo había recibido con el rostro pálido al verlo tan mal y su padre no había hecho preguntas mientras le daban la bienvenida y preparaban una habitación para él. El día anterior había pasado todo el día dentro de la habitación escondiéndose del mundo por la vergüenza que sentía de no haber podido retener a Vanesa a su lado. No había querido volver a Madrid por miedo a que el fantasma de Vanesa lo persiguiera en cada lugar donde habían convivido los últimos tres años desde que se habían vuelto a encontrar.

Empezó a hacer zapping con los canales. Incluso la televisión estaba en su contra, fue su pensamiento cuando vio una foto de Vanesa en un programa de farándula de esos amarillistas que la Malagueña tanto odiaba; iba a cambiarlo pero se detuvo escuchando lo que decían de ella.

—Creo que todos reconocen de quien se trata nuestra gran noticia del día. Nada más y nada menos que de la famosa y exitosa cantante Malagueña Vanesa Martin. Mundialmente reconocida y ganadora de múltiples premios entre los cuales ya figuran seis Grammys.

—Pero supongo que no vamos a hablar de sus premios, ¿Verdad Diego? —preguntó otra entrevistadora al hombre que estaba a su lado y de pronto Pablo supo que algo no iba bien.

—Creo que no —dijo el hombre riendo mientras veía a la cámara—. Los premios de Vanesa Martin no es lo que nos interesa de ella. La cantante Malagueña siempre se ha caracterizado por ser una mujer muy reservada en su vida privada.

—Y debemos cuidarnos...—siguió la mujer—, ya que está casada con ¿Cuál era su nombre Diego?—el público empezó a reír y los ojos de Pablo se llenaron de ira.

RESISTIENDO,LA CONTINUACIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora