Mi Destinado - ∗ ∘ TODEKU [santa secreto] ∘ ∗ -

⨪ Capitulo 2 ⨪

Me senté sentado enfrente de mi cuaderno con un bolígrafo en mi mano listo para escribir el ensayo perfecto, mis ideas fluyeron, aquellas palabras y respuestas que nos dijeron Nowaki se comenzaban a plasmar en aquella hoja que anteriormente era blanca. 

-¡Termine! - dije estirando un poco mi cuerpo había escrito tres paginas enteras, era demasiado. TOC Toc. Era un poco tarde pasado las 10 de la noche, todavía estirándome me dirigí a la puerta, la abrí nuevamente estaba ahí Todoroki-kun 

-Todoroki-kun ¿Qué haces despierto tan tarde? - pregunte 

-¿Quería pedirte tu ayuda con una parte del ensayo? - dijo desviando un poco la mirada

-Pero ... no podemos ayudarnos- dije y es que era la verdad no podíamos todos queríamos conseguir aquella recompensa 

-Por favor Midoriya- dijo mi corazón latió con fuerza, como sintieron latía rápidamente y algo de calor subía a mi rostro, seguramente me había sonrojado

-Esta bien, p-pero debe de ser algo rápido si los demás se enteran podría decirle a Aizawa-sensei- dije, el entro y se sentó en mi cama, me coloque a un lado suyo- b-bueno en que tienes problemas

-En la parte donde ...- comencé a explicarle como podría escribirlo, que aspectos eran más importantes y cuales no, que palabras de Nowaki podía citar y todo lo que necesita, no me había dado de que estábamos demasiado cerca, no me había percatado de que estaba a muy pocos centímetros de su rostro. Voltee a verlo encontrándome con sus ojos heterocromáticos, sentí mi corazón latir con mucha más fuerza, como si fuera a salir de mi pecho. 

Poco a poco veía como acortábamos aun mas esa distancia

-Todoroki-kun- dije casi rosando sus labios al momento de pronunciar su nombre 

-Midoriya- mis ojos comenzaban a cerrarse al igual que los suyos sintieron como una de sus manos se posaba en una de mis mejillas y así la distancia dejo de existir. Nuestros labios unidos en un beso, iniciando de forma tierna comenzando a tornarse poco a poco lujurioso y candente, como aquellos besos donde ambos se dejan llevar por el momento, nuestras bocas comenzaron a abrirse dando paso a nuestras cavidades, introdujo su lengua y comenzó a jugar con la mía, ese juego se fue convirtiendo en un bailes, mi cuerpo se movió por si solo y me situé encima suyo pasando mis brazos por su cuello y pasando mis dedos por su cabello. Nuestros cuerpos se comenzaban a frotar, se sintieron demasiado bien, sus manos comenzaban a masajear mis glúteos haciéndome soltar un leve gemido pero también trayéndome a la realidad

-Todoroki-kun ... y-yo ... no puedo hacer esto- dije con mi mirada desviada no podía verlo.

-P-por que acaso hice algo de forma incorrecta? por que si es así no volveré a hacerlo- dijo mientras acariciaba mi mejilla gentilmente

-N-no hiciste nada malo, es por que ambos somos alfas y ...- no sabia que mas decir ni siquiera sabia lo que estaba diciendo en ese momento, realmente no importaba eso, no se por que lo dije.

-Entiendo- dijo me movió a un lado, tomo su libreta y bolígrafo y salió de ahí, me recosté en la cama pensando en lo que hice ¿por qué? ¿Por qué? no hay nada de malo estar con otro alfa. Esa noche fue larga no logre dormir demasiado, sintió como in intenso calor se apoderaba de mi cuerpo y me sofocaba. Mi alarma sonó dándome como señal de que debía prepararme para ir a clases, lo volvería a ver.

Estábamos a pocos minutos de que finalizaran de nueva cuenta las clases, fue bastante difícil pasar aquel día sintió demasiado calor, mi mente se nublaba un poco, Aizawa-sensei dijo que dejáramos los ensayos en el escritorio y que nos podíamos ir fui el primero en dejarlo sentir terrible lo único que quería era llegar a mi habitación y tomar algo de medicina. Pasa por un piso donde no quedaba ni un solo alumno, mis pasos eran pesados, comenzaba el fin de semana por lo cual probablemente no había nadie ahí, me senté por un momento en el pasillo, mi cuerpo ardía, me sentí demasiado húmedo, sentí un cosquilleo en mi parte baja mi vista estaba nublada, mis feromonas salían trataba de contenerlas pero me era imposible. Comencé a escuchar pasos aproximarse debería levantarme y salir de ahí, estoy casi seguro de que se trata de mi celo.