Las manitos de Jeno temblaban.
— Tengo una idea.
Todos se giraron a ver a Chenle, quien sonrió.
— Vayamos por parejas a buscar la sala, y si la encontramos llamemos a los demás. ¿Les parece?
Mark suspiró, mirando a Chenle con una ceja alzada.
— ¿Has visto peliculas de terror? Eso jamás termina bien Lele.
El mencionado hizo un puchero con sus labios, pegándose a Jeno.
El grupo de chicos caminaron juntos, el lugar sería totalmente negro ante los ojos de los demás sino fuera por las luces de los móviles. Renjun tosía de vez en cuando con todo el polvo que se podía apreciar entre los viejos muebles. Apreciaba la sombra de las estatuas medio rotas, pero el lugar estaba tan en silencio que escuchaba sus pasos contra la madera, y sentía que las pinturas seguían sus pasos.
Su mirada viajó hasta sus propios pies, pequeñitos mientras subían unas viejas escaleras. Sostuvo con sus manos las pasamanos de las escaleras, caminando cada vez con pasos más temblorosos.
Mark abrió una puerta grande, sonriendo cuando tanteó la pared y gracias al cielo las bombillas todavía servían.
La luz los cegó un momento a los chicos, soltando una risa todos cuando Renjun tosió.
— Perdón, hay mucho polvo.
Renjun alzó la mano intentando dispersar el polvo delante de su rostro, mirando hacía los chicos, aunque su sonrisa no duró mucho, desapareciendo casi al instante.
— Oigan... ¿Y Jeno?
Su cuerpo iba solo, caminaba con la mirada gacha y abrazándose a si mismo hasta el final del pasillo, agarrando el polvoriento pomo de la puerta, agitando su mano rápidamente para limpiarla, pero volviendo agarrar este para girarlo hacía la derecha, abriendo sin pensar, como había hecho desde que se había separado de grupo, como si alguien lo tomara de la mano hasta donde estaba parado.
Cuando alzó la mirada, estaba solo en una pequeña habitación.
Su mano fue rápidamente hacía su pecho, su corazón golpeaba con fuerza, el suelo se movía debajo suyo, se sentía mareado.
Jeno quería gritar, llorar, no se movió del punto donde estaba, estaba demasiado tenso como para hacerlo. Sus manos re buscaron nerviosamente su celular, no había nada, ni el papelito donde había apuntado la dirección.
— ¿Estás perdido?
Jeno cayó en el suelo casi al mismo tiempo en que se giraba. Con sus piernas y mano se dirigió hasta la pared más cercana, apoyando su espalda ahí mientras respiraba de forma agitada. Cuando su vista dejó de ser borrosa, alzó la mirada lo suficiente como para ver a un chico, lucía de su edad más o menos, con su misma altura seguramente, su piel era pálida, iba vestido totalmente de negro, su cabello estaba bien peinado, era de color blanco, sin mencionar que uno de sus ojos era rojizo y unos colmillos se asomaban por la sonrisa que decoraba su rostro.
— ¿Quieres que te ayude a encontrar la salida? — Jeno no dijo nada, simplemente se hizo más pequeño en el momento en que ese chico dio dos pasos hacía él. — Dime tu nombre, bebé, no muerdo, al menos no ahora.
Jeno no alcanzó a escucharlo bien, todavía no podía creer lo que veía ¿estaba soñando? ¿los chicos lo habían drogado acaso? ¿de dónde salió este apuesto chico?
— Y-yo... Jeno.
El otro chico se agachó para estar a su altura, apoyándose de las puntillas de sus zapatos.
— Ya veo, Jeno, yo soy Jaemin.
El tal Jaemin le ofreció la mano, Jeno no sabía muy bien que hacer, pero había algo, un impulso cuando esos ojos lo miraban, que lo obligó a aceptar el saludo. La mano era grande, y demasiado fría para su gusto.
— ¿Dónde estoy?
El peli blanco se rió, alzándose para acabar sentándose en una cama, donde rebotó un poco. Acarició la sabanas, como si intentara quitar alguna arruga de ahí.
— En mi habitación. ¿Es linda no? Hacía miles de años que nadie venía por aquí.
Jeno se paró aún pegado a la pared, y un impulso recorrió todo su cuerpo de forma rápida. Corrió por la pequeña habitación, pasando delante de Jaemin e intentó abrir la puerta, tirando de ella hasta pegándole.
Su cuerpo se congeló nuevamente cuando la risa de aquel chico resonó por el cuarto, Jeno apenas se atrevía a respirar.
— Eres muy divertido Jeno, gira, ven aquí.
El nombrado, giro con demasiada lentitud para el gusto de Jaemin, quien sonrió sin mirarle a los ojos directamente para pasar su mirada de arriba a bajo.
— No me desobezcas, odio que lo hagan, ven aquí.
Jaemin caminó hasta Jeno, tomando su cálida mano para atraerlo nuevamente hacía la cama, casi obligándolo a sentarse a su lado. Jeno estaba tenso, quería saber dónde estaba, dónde estaban sus amigos.
Las yemas frías pasaron por la piel del cuello de Jeno, quien ahí mismo miró hacía el chico extraño.
— Luces apetecible. — Jeno se encontraba sin habla, no sabía ni que pensar. — Dime ¿te gustaría saber que se siente que un vampiro te muerda?
realmente espero que les guste !!
aviso que la última y siguiente parte es el doble de larga :(♡
los amo, espero se estén cuidando ^__^<3.
ESTÁS LEYENDO
is he a monster? || JAENO/MINNO
FanfictionJeno no creía en las cosas paranormales, eran simplemente estupideces, hasta que lo conoció a él. •Jeno Bottom¡Jaemin Top! •Sexo explícito. •Mención de Sangre.