Prefacio

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Caminaba alegre con mi familia, estábamos de vacaciones en Milán Italia. Y me choque con el... Se supone que es chocarse, disculparse y no volver a encontrarse. Bueno, como dije se supone pero no fue así.

Chocamos y me disculpe , pero el me miro con una sonrisa ladina y coqueta, sus ojos grises me recorrieron con deseo y antes de alejarse demasiado me dijo:— Bonita, te encontrare— Su voz ronca y su asentó italiano me dejaron babeando. Lo que no sabia era que tenia razón, me iba a encontrar...

— Por que. . . por que lo hiciste — Pregunto en un hilo de voz

— Porque yo soy el único hombre que debes amar princippesa —Responde con autorida haciendo que se me erice la piel

Yo ya lo amaba, lo sigo haciendo y siempre lo hare. Me importa una mierda lo que piensen mis padres sobre el, yo siempre estaré con el, y el no me dejara ir sin importar quien se meta en su camino.

Si tengo que morir para siempre estar con el, lo hare. Esto es amor. . .

Esto es una obsesión.

ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora