Capítulo 1: Accidente

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Se encontraba Draco Malfoy con 42 años encima, un gran Alquimista de renombre mundial, escuchando como su segundo hijo y el novio de este lo intentaban convencer de usar un polvo que había traído su esposa, Hermione Malfoy, para que él examinara. No le costó mucho identificar ese polvo como polvo mágico de un Giratiempo. Algo bastante inestable fuera de su recipiente, cabe mencionar.

-Cállense los dos-gruñó un poco harto de tanto parloteo. Hasta su alfa se irritó. -Saben lo que nos hará Hermione si se entera que usamos eso para crear una poción para detener el tiempo como ustedes están sugiriendo.

-Se va a enojar-dijo Scorpius, Draco bufó ante la palabra enojar eso sería lo mínimo, -pero cuando vea los beneficios que traerá lo va a entender.

-Eso es verdad-dijo Severus apoyando a su novio. -Esa poción podría ayudar inmensamente el trabajo de los aurores. Imagine detener el tiempo antes que los criminales huyan o ataquen, podría facilitar muchas cosas, incluso en la medicina. Podría salvar vidas.

Draco se quedó mirando a los dos muchachos, pensando como Merlín podía hacer que ellos dos fueran parejas predestinadas, acaso no veía que juntos eran de temer. Bufó. Ciertamente tenían razón. Hacer una poción como aquella sería muy beneficiosa y podría significar un gran descubrimiento en los estudios sobre el tiempo. La idea le atraía muchísimo, pero era arriesgado el polvo de Giratiempo era muy inestable si no se sabía cómo utilizar, por no decir que cualquier grano de ese polvo que se llegara a utilizar de mala manera podría ser como mínimo desastroso. Suspiró.

-Lo haremos-dijo después de largos minutos de silencio, -pero si tu mamá me manda a dormir al sillón, yo dormiré en tu habitación y tú en el sillón, ¿entendido, Scorpius? -este asintió de acuerdo. -Pongámonos a trabajar antes que sea la hora de la cena.

-Mamá, ¿puedo pasar? -escuchó Hermione desde el otro lado de la puerta.

-Pasa, hija-respondió terminándose de poner unos aretes de esmeralda. La puerta se abrió dejando pasar una hermosa pelirroja con un pequeño vientre de tres meses.

-Abue Cissy dice que todo está listo-informó mirando lo hermosa que era su madre. Para Rose esa mujer era su mundo entero.

- ¿Tu padre sigue en el laboratorio con Scorp y Albus? -preguntó.

-Dice que van a estar listo antes de la cena, que no te preocupes-contestó Rose acariciando su vientre.

- ¿Tus hermanas?

-Están ayudando abajo. Están ansiosas de ver a sus novios-dijo riendo.

-Como si no se vieran nunca-rio recordando su noviazgo con Draco. - ¿Abraxas?

-Acá estoy, mamá-respondió entrando a la habitación. Rose le sonrió cuando se le acercó dándole un beso y poniendo una mano en su vientre. -Vine a buscar a las mujeres más hermosas de esta casa.

-Que no te escuchen las gemelas que te linchan-dijo Hermione tomando el brazo que su primogénito le ofrecía.

-Sera un pequeño secreto entre los tres-dijo guiñándoles un ojo.

Los tres bajaron hasta la sala donde se encontraba Narcisa junto con Hydra y Sagitta quienes al ver a su madre se acercaron enseguida, saludándola con un beso en la mejilla. A los pocos minutos empezaron a llegar los invitados. Una vez al mes se reunían todos a cenar, hoy le toco a los Malfoy ser los anfitriones.

-James casi nos arrastra hacia acá-comentó Pansy saludando a su amiga. La señora Potter estaba esperando a su quinto hijo, hecho que hizo muy feliz a todos, pero Harry estaba sumamente preocupado, ya no eran unos veinteañeros.

Accidente Alquimista del Tiempo. -Mi Serpiente-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora