2. Nicolas y Vella Evans

81 6 6
                                    

Siempre me imagine este momento… Pero claro, no en estas condiciones. Me encuentro haciendo las maletas con Bruce en nuestra habitación y no podríamos estar más sumidos en nuestros pensamientos, era notable.

— Emmm Bruce…

— ¿Si Char?

— ¿Me podrías decir porque diablos estas tirando tu ropa en el piso y no guardándola en tu maleta? — Pregunte con cierto tono de diversión viendo sucesivamente a mi hermano y al cesto de la ropa

— Es que… Yo… Emmm… No tengo ni una maldita idea de lo que estoy haciendo — Ambos soltamos una carcajada

Tal vez a muchos esto les parecería extraño, nuestros psicópatas padres nos están siguiendo y nosotros aquí riendo, pero así es todo con Bruce, te saca una sonrisa hasta en el peor momento

— Ahí un chico que quiere verlos, a ambos — Dijo la señora Stevens asomándose por la puerta, se le oía triste y sus ojos estaban apagados, rojos, y carecían de aquel brillo de dulzura y felicidad de siempre

Bruce y yo nos miramos ya que era extraño que alguien viniese a buscarlos más un chico y ha ambos, pero no gesticulamos palabra con respecto al tema y anduvimos hacia la puerta principal en silencio

— Hola — Dijo aquella voz ronca pero melodiosa, si era nuestro primo. Yo por mi parte no iba a decir nada acerca de nuestro encuentro ya que no sabía nada de él, no sabía quién era, no sabía si mentía, no sabía que quería, lo único que sabía era que le debía una muy grande a aquel chico por avisarme lo de mis “padre”

— ¿Seth? — El primero en decir algo fue Bruce, y al parecer el si sabia quien era, al decir su nombre –supongo- el asintió y luego hicieron ese saludo típico que hacen los tíos

— Cuanto tiempo ha pasado primo, os he extrañado

— Claro que ha pasado bastante, veo que has cambiado, ya no eres el mismo Seth, me alegro de verte — Mientras ellos tenían una conversación normal, yo seguía sin tener una remota idea de quién era este chico, no tenia recuerdos nada de nada acerca de él, estaba confundida

— Pequeña Charlotte como has cambiado — Por primera vez estos notaban mi presencia y confusión — Aun recuerdo cuando tenias nueve — Sonrió y pude notar algo de melancolía en sus grisáceos ojos

— Pues, yo no tengo de quien seas, déjame decirte ­— Trate de sonar lo más seria posible pero en vez de eso balbucee mis palabras en un tono de confusión, supongo notable ya que ambos largaron unas sonoras carcajadas

— ¿Es que acaso no me recuerdas, pequeña? — Sus palabras resonaron en mi cabeza y recordé…

Flashback

— Seth por favor, por favor, anda ¿Sí? — Movía el brazo del niño persistentemente y el no hacía más que poner muecas, sabía que lo estaba cansando

— No Charlie no puedes jugar con nosotros, tu eres pequeña y nosotros grandes ¿Entiendes, pequeña?

— Venga, solo sois una año mayor que mi, dejadme jugar con vosotros — Hice un adorable puchero para tratar de convencer a mi primo

— Charlie tú tienes seis y nosotros siete ¿Qué pasa si mis amigos te hacen daño? 

— Prometo tener cuidado y si alguno me hace daño prometo no llorar solo dejadme jugar que estoy aburrida — Sabia que pronto cedería y me dejaría jugar con ellos

— Vale, puedes jugar con nosotros….

Fin de Flashback

De eso hacía ya diez años, recuerdo muy bien que nunca me dejaban jugar por el simple hecho de ser más pequeña. Valla que Seth ha cambiado, ahora es más alto y musculoso, tiene ese estilo de ser un popular mujeriego, moja bragas o como yo les digo unos completos gilipollas, su cabello castaño claro se había oscurecido y ahora en vez de estar cortado con un medio flequillo que lo hacía ver adorable llevaba su cabello desordenado ayudando a su imagen de chico malo

Vella a la vista de todosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora