TAINTED (Primer Spin-off): One Night Lover (+18)

[0.5]

—¡No puede seeeeeeer!

El alocado grito de Kaminari me saca una carcajada que acallo contra la palma de mi mano, ahogándome de risa y temblando de pies a cabeza en el asiento por su maldita ocurrencia. Su cara de absoluta incredulidad es incluso mejor cuando se percata de que ha perdido en su propio juego y no sabe con certeza cómo asimilarlo.

Puedo afirmar, sin margen de duda, que ha plasmado el meme de Pikachu sorprendido sin esforzarse antes de que su exclamación desencajara su mandíbula.

A su lado, Sero lo zarandea por los hombros y se burla aún más del rictus facial de su amigo con una sonrisa aún más amplia que la de Kirishima. Para haberlos conocido hace un par de horas —tras una cena y ya tres rondas de bebidas— puedo confirmar que estoy en mi salsa y rodeada de hombres guapos, así que creo que soy la envidia de las féminas de este bar por lo bien que me adapto entre ellos. También puedo asegurar que el dúo dinámico formado por Sero y Kaminari me tienen loca con sus bromas y constantes piques hacia Bakugō, considerando que el pelirrojo es quien hace de mediador cada vez que el teniente amenaza con estrangular a alguno de los otros dos. En realidad, me sorprende lo diferentes que son entre sí, siendo casi completamente antagónicos a Bakugō en lo que viene a referirse a amabilidad y sociabilidad... por no mencionar en los aspectos de ser enérgicos y amigables. Kaminari ha sido bastante informal para interactuar conmigo desde el principio, teniendo ese toque coqueto y travieso que le hace ver un poco imprudente e indiscreto; y Sero tiene un aire muy cómico para expresarse y participa en los chistes o juegos de palabras del rubio a pesar de que parece un tipo muy relajado. Encajan bien, hasta el punto de que me recuerdan a los personajes de Tulio y Miguel de la Ruta hacia el Dorado; estéticamente se dan un aire, ya que Kaminari es rubio, delgado y algo más bajito que el azabache de Sero. No tienen el cabello largo, ni perilla o barba desarreglada, pero ambos cruzan miradas cargadas de picardía y entienden a la perfección lo que piensa el otro sin necesidad de mediar palabra.

Cuando el teniente, el cabo y yo —parece chiste, pero es anécdota— llegamos al local hace dos horas, Sero y Kaminari ya nos estaban esperando en una mesa que quedaba en un rincón. El asiento curvado y alargado se adaptaba a la esquina, así que los dos amigos se desplazaron a un lado para dejar que el entrara el pelirrojo, luego yo y al final del extremo Bakugō. Apilamos los abrigos en un saliente que quedaba detrás de nuestras cabezas para olvidarnos de estar apiñados como chinches y pedimos los primeros tragos para empezar la noche.

Nos hemos apodado 'El club de los cinco' en cuanto hemos agarramos confianza. Sobre todo, porque Kaminari es mi espíritu animal cuando se trata de memes y me sigue la corriente como el que más. Lo que casualmente explicaría a la perfección porqué Bakugō consigue captar al vuelo la mayoría de mis referencias, dado que el rubio tiene su teléfono móvil a rebosar de imágenes míticas que me han hecho doblarme sobre mi estómago hasta que me retó en "conocimientos memeros".

Le pregunté directamente un '¿Estás retándome?' conforme me encorvaba hacia delante para intimidarle y con la misma mano con la que sostenía mi copa le señalaba. No obstante, Kaminari se veía tan seguro de los resultados que ahora hasta me siento mal —solo un poquito— por verle con ambas manos sujetándose la cabeza y la mandíbula descolgada... aún sin reaccionar.

Todo porque perdió ante la puta ama. Ante la más mamona del lugar.

Ok, menos aires de grandeza... Pero es que sienta bien ganar.

Para cuando Sero logra sacar a Kaminari de su conmoción yo ya he dejado de reír y me he echado hacia atrás para recostarme en el respaldo, dándole otro trago más a mi copa. Intercambio una mirada con Kirishima y él me manda un guiño juguetón que correspondo antes de echar otro vistazo a los rostros masculinos que me rodean, notando que Bakugō es el único que no sonríe. Puede que se deba a que él no ha participado en el juego o porque debe estar aburrido de tomar su bebida con gas y sin alcohol mientras sus amigos se emborrachan, pero él me prometió no embriagarse si más tarde me va a llevar a casa.