tartamudeando

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Y ahí estaba yo, en la puerta del salón que una extraña  me había casi exigido que fuese, y sí,  era una exigencia, es una maldita exigencia que te hablen sobre cosas sin sentido y luego se acerquen a ti como si te conocieran de toda la vida, y más tarde claro, te invitan a una reunión de una carrera que ni siquiera estudias,  y vale que eso es bastante destacable.

Era una mediana puerta de madera, a diferencia de las otras puertas de cristal que conformaban la facultad,  es decir, estaba a oscuras,  no sabía qué podía encontrarme del otro lado.

-A la mierda, no iré a esta estúpida reunión -Me di media vuelta y ya empezaba a caminar cuando sentí la puerta abriéndose a mis espaldas y una presencia  silenciosa.

-Tratando de huir? -Una voz femenina, bastante conocida para mí en estos días me sorprendía en medio de mi fuga.

-Si...bue...no, no -empecé a dudar, sus ojos blindados que me recorrían el rostro,  podía casi tocar su mirada. *nota mental, Mayo 22 del 2014: se pueden tocar miradas? * -A la mierda, ni siquiera estudio tu misma carrera -Dije recuperando la postura, ella me miraba divertida.

- Cómo lo sabes? -Por primera vez desde que la conocí,  sentí una corriente eléctrica quemar mi espina dorsal,  había algo en ella, algo que no podía descifrar, ¿quería descifrarlo? No, debía mantenerme al margen de la situación,  la última vez que traté de descifrar a alguien terminé...un poco perdida.

-Hey! -Casi gritó,  podía olvidar de vez en cuando cuánto me distraía dentro de mis pensamientos.

-Puedo suponer lo que estudias -dije al fin disimulando mi ansiedad, un minuto tarde,  un puto minuto tarde...

-Veremos - Tendió su mano mientras me miraba con una sonrisa tranquila, inspiraba un poco de confianza.  Al ver ni negativa a estirar mi mano, la tomó de todos modos, al sentir el roce de su mano con mi piel pude sentir como casi empiezo a llorar, tuve que controlarme mucho para que ella no se diera cuenta, o quizás sí  se dio cuenta, pero algo que me empezaba a gustar de ella es que al parecer, no opina muy seguido. Me arrastró dentro del salón, no había nadie.

-Y los demás? -pregunté al ver la estancia repleta de solo de sillas vacías.

-Soy todo lo que hay, soy tesorera, encargada, publicista...-Comenzó  enumerar, esto ya empezaba a rayar un poco en lo ridículo y no entendía a qué venía toda la situación, en sí,  no entendía a qué venía esa chica. Me di la vuelta dispuesta a irme cuando mis ojos rodaron por un mensaje escrito en el tablero "El mágico arte de la naturaleza" quise pensar que ya estaba escrito cuando ella  entró a ese salón,  pero su mirada que sentía cómo perforaba mi espalda me decía lo contrario. Tomó mi mano nuevamente sin permiso alguno, y me dirigió  a un extremo del  salón donde había una enorme puerta corrediza de cristal, y detrás de ella un balcón desde donde se podía ver toda la universidad. Me apoyé en el balcón intentando disfrutar un poco de la vista cuando me volvió a tomar del brazo, señaló unas escaleras en la esquina del balcón que no había notado en lo absoluto y empezó a subir, ella primero,  sin mirar ni un momento atrás,  ella había subido primrro sabiendo que había un enorme riesgo de que no subiera con ella, que muy al contrario podría irme y dejarla ahí, quizá ella lo sabía,  y si lo sabía estaba en graves problemas, porque sabía que su seguridad y determinismo me iba a empujar detrás de ella, en busca de alguna respuesta. Como pude me  sostenía fuertemente de las barras oxidadas de la escalera metálica,  hasta que me encontré en lo alto del bloque, la azotea, la vista era impresionante,  pero no precisamente por la ciudad,  la azotea estaba totalmente llena de flores "exóticas" llamadas de esta manera por mi nulo conocimiento en la jardinería,  aún así, no necesitaba saber el nombre de todas esas flores para admirar su belleza.

-Biología -susurré, casi podía sentir cómo sonreía aunque estuviese de espaldas a mi -Estudias biología, Ana - Mis labios se sorprendieron con su nombre,  pero probablemente no tanto como ella, que se dio vuelta completamente y me miraba con una sonrisa que le llegaba a los ojos.

-Te lo dije, no olvidarías mi nombre -Sonrió,  y por primera vez, sonreí sinceramente con ella

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⏰ Última actualización: Jan 30, 2015 ⏰

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