Angeline Rose

Capitulo 3 - Pasan los dias.

Cuando me desperté por la mañana vi en mi teléfono que Alex me había escrito un mensaje que ponía: Holaaa. Te espero en diez minutos en el Starbucks.
Así que me vestí, me puse un jersey beige y unos pantalones azul oscuro. Y le dije a mi padre:

-Papa, he quedado con un chico que conocí ayer en la visita a Oxford. Así que me voy a desayunar.
-Vale cariño - Dijo mi padre - pero eso si, ven pronto que tienes que hacer las solicitudes de la universidad. Ah y otra cosa, no te puedo llevar en coche, así que te tocara ir andando.
-Vale papa.

Seguidamente tuve que andar tres manzanas para llegar al lugar donde habíamos quedado.
Cuando llegue a la cafetería el estaba sentado en una mesa. Me senté y me dijo:

-Que ganas tenía de verte Angeline. ¿Que quieres tomar?

Me salió una risilla coqueta cuando me dijo que tenía ganas de verme.

-Yo también tenía ganas de verte - le dije - Pues me apetecería tomarme una café moca y trozo de brownie.
-Pues yo tomare lo mismo.

Comenzamos a hablar y a hablar, estaba tan entretenidas que las horas parecían minutos y los minutos parecían segundos. El me contó que quería ser astro físico. Me pareció algo muy interesante. Después en el peor momento, empezó a sonar mi movil, era mi padre llamándome al teléfono.
Estaba alterado y decía:

-¡Angeline! ¿No the había dicho que vinieras, pronto que tenias cosas que hacer? ¡Vente ya para casa! ¡Estas castigada!

-¡Joder papa, eres una aguafiestas! - le dije cabreada.

(PIPIPI)
Como siempre colgó y me dejo con la palabra en la boca. Hay una cosa de mi padre que siempre se saca de quicio y es que no me entiende, sigue pensando que soy una niña, casi nunca me deja salir y estoy harta, aun que también tiene sus cosas buenas.
Me despedí de Alex y le dije que en un tiempo no podría verle por lo de mi padre. Le di dos besos y me fui. Me tuve que ir otra vez tres manzanas más allá hasta que llegue al hotel. Cuando llegue, mi padre me estaba esperando en mi habitación. Me hecho una broca de el quince y me dijo que en en 20 días no podría quedar con ese chico ni estar con el teléfono. Que lo único que podía hacer era preparar cosas para la universidad y estar con mi hermana.

"Menuda mierda de todo" - pensé -
Y así espere que pasaran los días y días.