𝐒𝐨𝐥𝐝𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐨𝐥𝐨𝐫 𝐚 𝐨𝐦𝐞𝐠𝐚 [𝐘𝐨𝐨𝐧𝐒𝐞𝐨𝐤]

Prólogo

Si le preguntan a Hoseok los momentos felices que ha tenido en lo que lleva de vida, lo pensaría demasiado, y es que claramente era pocos, muy pocos. Pero este día tal vez su suerte cambiaría, era la hora de su presentación y esperaba realmente presentarse como un alfa.

Quería serlo, y no tanto porque lo anhelara. Si no se presentaba como alfa su padre lo odiaría, o eso pensaba él. Más bien, su padre se lo ha estado demostrando.

"Eres demasiado delgado e inútil Hoseok, espero que eso cambie, no quiero ser la burla de este pueblo" Dijo, después de haberlo golpeado, solamente porque no aguantó tanto peso, en cambio su hermano Baek, ambos eran tan parecidos la única diferencia era que el alfa era más robusto que él, era querido por su padre, él hace dos años se había presentado como alfa, y eso fue muy festejado, tanto por su familia como por el pueblo.

Ahora sólo faltaba él, cuando caminaba alrededor de las personas murmuraban a sus espaldas, muy sabidas ya por su padre. Será omega. Su padre lo negaba, no podía tener un hijo omega, eso sería una desgracia para su familia.

-Por favor Dios, te ruego que me presente como alfa.- Suspiró y abrió sus ojos, era de madrugada, ya debería estar durmiendo, pero no podía, estaba nervioso. Respiró profundo tocando su pecho, debía estar tranquilo, Baek estaba dormido, sabía que se ponía violento si lo despertaba, ya que llegaba cansado de haber entrenado en lo del ejército, sí, dormían en la misma habitación, porque su padre así lo quería, tal vez así también él se convertía en alfa. Se recostó de lado, justo a través de la ventana, la cual sólo era cubierta por una tela transparente. La luna era hermosa, sonrió, debía ser positivo.

Debía ser positivo.

Para cuando despertara, Hoseok esperaba que su padre por fin lo estrechara contra sus brazos, diciéndole lo feliz que era por él. Pero no fue así.

Con un jadeó Hoseok se levantó de la cama.

-¡Seremos la burla!- Había gritado su padre, manteniendo la cubeta donde antes tenía agua helada, se miraba furioso, su madre, la cual estaba ausente cuando se trataba de él se encontraba en la entrada de la puerta mirándolo con pena.