Capítulo 1

1.2K 193 16
                                    

Tomó con firmeza la charola, se sentía bastante nervioso, agradeció demasiado haber tomado supresores, su olor por el momento era un tanto débil, así que no molestaba a su padre o a Baek, caminó un poco más rápido hasta donde estaba el alfa, le ha...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tomó con firmeza la charola, se sentía bastante nervioso, agradeció demasiado haber tomado supresores, su olor por el momento era un tanto débil, así que no molestaba a su padre o a Baek, caminó un poco más rápido hasta donde estaba el alfa, le había hecho un té, con algunas hojas naturistas que su madre le dio. Tocó y esperó hasta que se le permitiera entrar, la voz gruesa y un poco apagada de Baek se escuchó, con la cabeza gacha entró.

-Te preparé éste té.- Se acercó, aún con la cabeza gacha, dejó la charola sobre la mesa de noche, sabía por su padre y lo que había escuchado que sus brazos estaban lastimados, así que tomó la taza y se acercó al mayor, con un poco de temor.- Te dejará de doler un poco.- Murmuró, Baek sólo lo miró por unos segundos, pero recibió el trago de té, haciendo una mueca, tanto por lo caliente como por el sabor.- Lo siento.- Baek rodó los ojos.

-¿Acaso mamá no te ha enseñado a no hablar demasiado? Me aturdes.- Dio una mirada dura a Hoseok.- Porque si yo no te soporto, mucho menos el alfa que se va hacer cargo de ti.- El omega lo miró sin entender, sintiendo sus manos temblar.- No me digas ¿No te hablaron de eso?- Rió, pero quejándose por el dolor en sus costillas.

-¿De qué hablas?- Claro, se olvidaba que debía hablar menos, pero se sentía en la incertidumbre.

-Papá se dedicó a buscarte un alfa, para que te lleve de aquí y te dé mano dura, es lo que necesitas.- Hoseok jadeó, se alejó dejando la taza sobre la charola.

-No, no.- Sintió sus ojos cristalizarse.

-Es para lo único que sirves, omega.- Rió sin gracia.- Despreciable.- El moreno tomó la charola, sin esperar a escuchar alguna otra cosa y salió de la habitación, llegó a la cocina, lavó lo que había utilizado, aún aturdido, parecía que podía escuchar los latidos de su corazón sobre sus oídos.

"Eres despreciable, omega"

Negó con la cabeza, todo estaba terminando mal, sollozó pero tapó su boca, nadie podía escucharlo, ya sabía cómo le iba, corrió hasta su habitación, cerró la puerta y aseguro que no pudieran abrir la puerta, agradecía que colocaran a Baek en otra habitación.

Volteó, su reflejo en el espejo era lo único que parecía ver, no, él no era despreciable ¿o sí? Su ceño se mantenía fruncido, las lágrimas no tardaron en resbalar sobre sus mejillas.

-¿Por qué Dios?- Suspiró tocando su pecho, él no era despreciable.

Miró al fondo, aún se encontraba la mochila que había preparado.

Él no valía menos sólo por ser omega, se lo demostraría a su padre y a Baek.

Como todos los días, en la cena Hoseok debía ser el último a llegar a su habitación, ya que se dedicaba a recoger los platos sucios y a asearlos, ya se había acostumbrado, así que sólo se mantuvo con la mirada gacha, hasta que todos se hayan ido a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Como todos los días, en la cena Hoseok debía ser el último a llegar a su habitación, ya que se dedicaba a recoger los platos sucios y a asearlos, ya se había acostumbrado, así que sólo se mantuvo con la mirada gacha, hasta que todos se hayan ido a sus habitaciones.

Miró para asegurarse que ya no estaban cerca de ahí, se apresuró a llevar las tazas y platos al lugar donde los lavaba, por suerte no eran demasiados, así que se dedicó a lavarlos, debía ser rápido.

Cuando estuvo terminando de asear la cocina, subió con agilidad hasta su habitación, su corazón latía con fuerza sobre su pecho. Cerró nuevamente la puerta, tapó su rostro, no era hora de pensar las cosas, lo debía hacer.

Era hora de hacer cambiar lo que su padre decía.

Miró el equipo de vestimenta sobre la cama de Baek, tocó su cabello ¿se les permitía el cabello largo? Quiso golpearse por estúpido, claro que no, suspiró, de acuerdo, aquello era un poco más difícil de lo que creía, se acercó buscando en los cajones de la mesa de noche de Baek, una tijeras, no era lo que buscaba, pero sería de buen uso.

Hizo un puchero, tomó un mechón de cabello y lo cortó, no debía arrepentirse, no, así que siguió con el demás cabello, esperando no dejarlo tan horrible.

Tomó el cabello que había caído en el piso, lo guardó en una bolsa que había encontrado, se miró al espejo, bueno, no quedó tan mal. Rápidamente se quitó la ropa que llevaba, demonios, su padre tenía razón, se miraba tan escuálido.

Tomó el uniforme, y se lo colocó, agradecía por lo menos no ser tan bajo de estatura, rió por cómo le quedaba, lo ajustó, tratando de que no se viera tan delgado o desnutrido como murmuraban de él. Tomó aquel líquido de color morado que su madre le había conseguido, lo frotó en su cuello, demasiada cantidad, llevaba los supresores necesarios, eso esperaba.

Miró su reflejo en el espejo.

-Por favor Dios, que no me descubran.- Asintió, la mochila de Baek se encontraba en el mismo lugar, sólo revisó que llevara lo necesario. La tomó y cargó, jadeó por el peso, no era tanto, pero suficiente para un omega.

Él era frágil, suspiró, se colocó bien la mochila, era hora de marcharse por un tiempo.

Miró hacia la habitación de sus padres, sonrió, esperando que pronto estuvieran orgullosos de él.

Eso si no moría.

Salió de la casa, sabía muy bien a dónde se tenía que dirigir, caminando llegaría en cuatro horas, pero Baek tenía una camioneta, sólo la usaría para llegar donde se reuniría el ejército, no más.

Un largo camino le esperaba, así como una gran sorpresa.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐒𝐨𝐥𝐝𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐨𝐥𝐨𝐫 𝐚 𝐨𝐦𝐞𝐠𝐚 [𝐘𝐨𝐨𝐧𝐒𝐞𝐨𝐤] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora